Juan Carlos Tafur

La DBA en su garbanzal

"La democracia no puede verse interrumpida por un grupo minoritario aunque poderoso, que no acepta su derrota electoral".

Se trata de desconocer a la mala el triunfo de Pedro Castillo en las urnas. El juego está claro y la cancha está trazada. Felizmente, predominan en nuestras Fuerzas Armadas sectores racionales e institucionalistas que han puesto rápido coto en la interna a los llamados golpistas de sus ex compañeros de armas.

Pero ahora toca que los magistrados del Jurado Nacional de Elecciones apuren su trabajo y eviten, de su parte, el golpe blando que los sectores más recalcitrantes de la derecha quieren perpetrar para postergar e impedir la juramentación de Castillo, en el peor de los casos, o para teñir su gobierno de ilegitimidad social cuando finalmente asuma, en el mejor.

Y le corresponde también a los partidos de centro marcar distancia de las pretensiones de la derecha cada vez más bruta y cada vez más achorada (hasta Montesinos se ha sumado a la conspiración) que es incapaz de reconocer a la democracia como un sistema superior a cualquier voluntad propia. Acción Popular, Alianza para el Progreso, básicamente, pero también Somos Perú, Podemos y los morados, debieran pronunciarse claramente contra el propósito golpista y ejercer opinión en el sentido favorable al camino de moderación que todavía con timidez despliega el candidato ganador.

La ultraderecha  va a terminar por hacer que su profecía se cumpla. Arrinconando de la forma en lo que está haciendo a Castillo no solo lo obliga a radicalizarse sino a no despegarse de quien le puede asegurar alguna capacidad de movilización social de defensa política, como es el inefable Vladimir Cerrón.

Corresponde estar alertas y vigilantes. La democracia no puede verse interrumpida por un grupo minoritario aunque poderoso, que no acepta su derrota electoral y es capaz de hacer lo que sea para evitar la legal proclamación del ganador.

No soy de los que se alegra por el triunfo de Castillo. Ojalá me equivoque respecto de mis pronósticos de un desmadre gubernativo (esperemos que Castillo entienda que su ruta debe ser la que la marca Pedro Francke y la renuncia a la Asamblea Constituyente), pero aún ese mal pronóstico no es argumento que permita justificar el trasiego político que se pretende para impedir que Castillo sea el Presidente del bicentenario.

Tags:

JNE, Pedro Castillo, Vladimir Cerrón

Mas artículos del autor:

"El debate final"
"Un balance parcial de Alan García"
"Chiabra, un buen candidato"
x