El país, tras varios años de democracia, no ha podido hasta ahora lograr establecer una cámara de senadores. No se había logrado debido a la falta de interés por impulsar reformas políticas que propicien sensatez en medidas -muchas veces- populistas en proyectos de ley dentro de la única cámara que tenemos en el Congreso de la República, producto de novatos políticos.
Hasta que, en esta legislatura tan convulsa como las anteriores, se abrió una luz al final del túnel al contar con 71 votos para que pase a referéndum dicho proyecto y sea la ciudadanía en general la que decida si se vuelve o no a tener dos cámaras. Quien escribe esta columna es un defensor de que nuestro parlamento cuente con dos cámaras dado que da un respiro reflexivo a las propuestas de la cámara de diputados, generándose así un equilibrio en torno a las decisiones políticas.
Para que sea ley es importante hacer pedagogía política, en cuanto espacio sea necesario, de los beneficios que tiene para el funcionamiento de la democracia en el país. Las democracias estables y avanzadas cuentan con diputados y senadores que oxigenan los proyectos de ley con enmiendas, sin son necesarias. Es una cámara que genera contrapeso y que puede servir para dar otra imagen a nuestra alicaída “clase” política.
¿Qué propone el proyecto de ley presentado por el Congresista Alejandro Cavero? Señala que los que postulen al cargo de senadores tengan la edad de 35 años en adelante y que sean reelegidos permanentemente. Sean, además, 30 escaños adicionales a los actuales 130, todo con el mismo presupuesto con el que cuenta el actual Congreso, que equivale al 0.6% del Presupuesto Público. Propone también que esta Cámara presente propuestas de reformas a las leyes orgánicas (léase, por ejemplo, la ley de bases de la descentralización), reformas constitucionales, elegir al Defensor del Pueblo, designar al Contralor General de la República a propuesta del Poder Ejecutivo y elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional.
Un país joven aun democráticamente (veintiún años hasta el momento, la más larga de nuestra historia republicana), con sus defectos y virtudes, necesita ir mejorando su sistema político poco a poco. Esta propuesta es parte de ella. Necesita de políticos que hagan pedagogía hacia la ciudadanía de los enormes beneficios que trae la democracia bien diseñada. Este referéndum que se nos viene va a ser un enorme reto para los profesionales de la política. El país necesita, hoy más que nunca, resolver el marasmo moral en el que se encuentra producto de los piratas y mercenarios que han entrado a la política para enriquecerse.