Tomás-Cortez

El presidente inepto y una oposición repudiable

"Mucha gente no está convencida de la vacancia (me incluyo). Sin embargo, el Presidente, desde sus yerros, alienta a cambiar de opinión a los neutros."

UNO

Pareciera que lo hiciera adrede. En una de nuestras primeras columnas indicábamos la sorpresa mayúscula que se apoderó de Castillo ante los resultados de la Primera Vuelta. 

“Voy a ganar carajo”. Sonrió y al instante “tragó saliva y tembló ante tamaña responsabilidad”. 

Tampoco supo dimensionar que la Oposición le discutiera, hasta los más nimios detalles, y pida su vacancia cada semana. No ayuda en absoluto su falta de comunicación con la Prensa y sus dislates, lógicamente. No entiende que ahora es el Presidente de la Nación y no un líder sindical. En un mundo digitalizado, debe dar explicaciones de sus actos siempre. Estamos en tiempos donde a cada minuto, se informa, se tuitea. Los jóvenes y no tan jóvenes ya no leen diarios, ni ven cable y menos noticieros. Se informan de todo, a través de las redes sociales. Se nutren de la pantalla del smartphone. El gobierno desdeñó a la prensa desde el vamos. Craso Error. Desde allí entonces se creó un enemigo: El Cuarto Poder (y no me refiero al apócrifo programa). 

Mucha gente no está convencida de la vacancia (me incluyo). Sin embargo, el Presidente, desde sus yerros, alienta a cambiar de opinión a los neutros. Mejore la comunicación con los medios, no siga desdeñándolos. Sea lo más transparente posible. Prometió no repetir los errores de los gobiernos anteriores y los está repitiendo. Encima, se alía con el Judas del Acuña.

No jodas, pues.

DOS

Fue uno de los conservadores ilustrados del país en el siglo pasado. Brillante abogado, constitucionalista, periodista y congresista. Debió de ser la inspiración para el personaje del “Constitucionalista Beodo” en la novela “La Fiesta del Chivo”. La entrevista con Hildebrandt – “Cambio de Palabras”– delata todos sus matices. Ahí lo conoces a profundidad. Siempre polémico. Terminó de arruinar su reputación al reunirse con Montesinos. Y todo por un curul. Ese es el padre de la Congresista Patricia Chirinos. Quien grita, gimotea (es un símil de la Yoko sesentera) e insulta al Presidente Castillo, en plena manifestación. Va a Ayacucho y usa los hornos de cremación en forma alegórica; sin ningún tacto político, desconociendo que muchas víctimas del terrorismo, en ese lugar, fueron incinerados. Ella que surgió del partido de Alex Kuori – que estuvo preso por corrupción – denuncia y grita a los 4 vientos: ¿Incapacidad Moral?, ¿me estas jodiendo Patty?

No, Patricia también tiene matices.

TRES

Dícese que es la política con menos calle en el país. También que los gestos dicen mucho de un político e importan. 

Pelo rubio, caucásica, blazer a cuadros y la mano derecha levantada, pero no para estrechar la diestra del Presidente. La palma, en ángulo de 90°, rechaza saludar con la mano. Pedro se confunde, millones lo ven. Se estaban despidiendo, con el saludo habitual, en pleno coronavirus: chocando los codos. Lo otro imposible. “No seas confianzudo cholo”. Eso dice la expresión de la Presidenta del Congreso, quien después mira para el costado, haciéndose la boluda.

“La cague” 

Había reflexionado la congresista. Cuando acudió raudamente al programa chatarra de Chibolín. El día anterior, había rechazado reunirse con las encargadas de los Comedores Populares, que clamaban por fondos. Reaccionó, y cinco días después viajó a Cajamarca. Se reunió con sus representantes.

“Tuve el honor de visitar el comedor popular “Santa Rosa”, donde justo a las valientes madres que trabajan para alimentar a más de 46 familias, almorzamos un delicioso arroz de trigo con cuy y papa picante”, declaró después. 

El problema de la blonda política, es que la foto de dicho almuerzo, habla por sí sola.

“¿Qué mierda estoy comiendo, y con quiénes?”

Es política y los gestos importan.

Días después, su amiga (¿o hija postiza?), Lorena Tudela se sacaba una foto insólita, en un poblado innominado de Lima. Donde mujeres, de diversas edades, con polos de “No al Comunismo”, miraban intrigadas y unas con rostro ceñudo, como quien diciendo “que carajos hago acá”. En el medio, con una sonrisa de lo más gélida – es la única que lo hace – la blonda Congresista vestida con un blazer azul y zapatillas de marca. Eso sí, no las abraza “me vayan a ensuciar, no te pases”. Ah, y apretando fuerte su bolso “por si las moscas”.

CUATRO

“Libertad es defender el derecho a decidir de los ciudadanos. Pero ustedes no están preparados para esa conversación”.

Alejandro Cavero Congresista

Su tuit tuvo 1.500 respuestas. Pero el novel congresista no se refería a las elecciones, sino a la libertad de comprar Cheese Tris. Si, y no es joda. Dicho producto ha sido vetado por Indecopi por contener grasas trans en exceso. 

Un día después, una viñeta completaba su ideología.

“Libertad es defender el derecho a decidir de los ciudadanos. Y acusarlos de fraude cuando no eligieron lo que uno quería”

Dícese que promueve los derechos de la comunidad LGBT; sin embargo, apoya en forma irrestricta al partido franquista Vox. Ahí hay, mínimo, un conflicto de intereses. 

Su última aportación: Un proyecto de Ley para volver a la Bicameralidad del Parlamento. 

Por lo visto, el personaje de marras no percibe, ni lee las encuestas donde el 84% desaprueba el Congreso actual. 

Un Presidente Inepto y una oposición repudiable.

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