El día lunes 6 de febrero el Ministerio del Interior, vía un comunicado oficial anunció la habilitación de un canal virtual para recibir denuncias ciudadanas sobre “apología al terrorismo” en las redes sociales, amparándose en la normativa que sanciona este delito.
Lo que aparentemente es una medida orientada a prevenir el terrorismo, en un contexto de crisis social y política como el que tenemos, caracterizada por: la falta de comprensión del conflicto de parte de las autoridades, nula voluntad política para buscar salidas, polarización ciudadana, “terruqueo” a discreción, racismo, detenciones arbitrarias, y, una represión brutal que ha cobrado la vida de 59 personas; la disposición se constituye en una amenaza al derecho a la protesta y a la libertad de expresión.
Está sola acción reafirma que se está institucionalizado prácticas autoritarias en el gobierno y que estamos frente al quiebre del Estado de Derecho.
En pocas semanas el gobierno de Dina Boluarte ha demostrado gran incapacidad para hacer frente a la conflictividad social. Además, ha vulnerado derechos fundamentales de cientos de ciudadanos/as impunemente. La lógica autoritaria se ha instalado y es legitimada por los actores políticos más cercanos al poder.
Diversas organizaciones de derechos humanos y feministas, cómo Amnistía Internacional, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, el Movimiento Manuela Ramos y el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, han emitido un comunicado mostrando su preocupación, por una decisión que no puede pasar desapercibida, ya que es una estrategia para infundir miedo y un acto de hostilización institucionalizada que nos recuerda los tiempos de la dictadura fujimontesinista.
Estas instituciones han señalado que:
“Uno de los valores de toda democracia es la libertad de expresión, el cual es un derecho fundamental. Este abarca la libertad que tienen las personas de dar sus opiniones, de investigar y recibir información, así como de difundirlas. La medida de incorporar un canal electrónico de denuncia del delito de apología al terrorismo en redes sociales (…), contribuye a profundizar el miedo en la ciudadanía, la incertidumbre y la estigmatización (…) La plataforma virtual abierta por el Ministerio del Interior puede ser instrumentalizada como una herramienta de hostilización y criminalización en el actual contexto de crisis (…) En varias oportunidades los “indicios” de apología al terrorismo sostenidos por las autoridades no han sido más que afirmaciones fundadas en interpretaciones erróneas. Este es un escenario peligroso para los derechos humanos”.
En tiempos de terruqueo masivo en donde subyace el racismo, se decide darle la posibilidad a cualquier ciudadano/a para que acuse a otro de un delito sumamente grave, dejando que este interprete qué es “apología para el terrorismo”. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Evidentemente no estamos en un país con autoridades democráticas.