La historia de las mujeres en el deporte se parece a una carrera de obstáculos. Nunca la tuvieron fácil y mucho protestaron antes de ser aceptadas en 1912 como participantes en las Olimpiadas de Estocolmo. Un paso gigante: de entregar premios o promocionar a los auspiciadores, a una posibilidad de subirse al podio.
Fue un hecho trascendente, por cierto, tomando en cuenta que una olimpiada es quizá el mayor evento deportivo al que pueden llegar quienes practican alguna disciplina olímpica. Hay que esperar cuatro largos años y pasar una larga serie de pruebas para intentar ocupar un lugar entre los asistentes a la competencia.
Pero desde ese 1912 de leyenda ha pasado mucha agua bajo los puentes y hoy la presencia femenina en estas justas no solo es justa, sino además necesaria, porque reafirma los valores de una sociedad abierta, tolerante y dispuesta a acortar las brechas de género.
Siguiendo con los datos históricos, este año se cumplen 58 años de la primera actuación femenina peruana en una justa olímpica. Choco Vivanco, destacadísima nadadora peruana, con solo 22 años, saltó al espejo de una maravillosa piscina en Tokio 1964. En la olimpiada siguiente, en México, volvería a hacerse presente. Y en el intermedio entre ambas olimpiadas, en 1966, se alzó con el título sudamericano en 200 metros libres.
Así empezó una brillante carrera deportiva que se ha prolongado hasta acumular numerosos títulos y batidas de récords en la categoría máster. Una deportista hecha y derecha, llevando en cada brazada el nombre del Perú.
LOS SECRETOS DE CHOCO
Choco es una nadadora disciplinada, extremadamente ordenada, muy metódica. Detrás de tantos logros no solo hay talento sino todo un trabajo de hormiga. ¿Quién tiene un cuaderno con todos sus entrenamientos con los tiempos de cada 100 m desde que tenía 18 años hasta los 72? Solo una campeona que se ha exigido día a día, que se ha medido todos los días, que le ha hecho un seguimiento a su propio esfuerzo y esto, como ustedes comprenderán, toma tiempo. Dedicarse sincera y profundamente a hacer algo es hacerlo al 100%, sin excusas ni condiciones. Y las ganas, además. Así como cuando quieres que te salga bien una receta o un paso de baile: milagros no hay, sino horas de práctica, de entrenamiento, de sudor. Choco Vivanco hace un alto en sus actividades para responder nuestras preguntas:
1. ¿Tuviste sueños de niña?
Mi padre, que también fue deportista, siempre nos hablaba de los grandes deportistas que admiraba en diferentes deportes, desde automovilismo, atletismo, futbol, natación etc. y siempre con esa inspiración yo también quería ser, de grande, una deportista destacada. Aprendí a nadar a los 10 años y desde entonces quería batir records en natación hasta lograr la meta que era ser campeona sudamericana y llegar a competir en los Juegos Olímpicos.
2. ¿Cómo te organizas para entrenar cada día?
La natación está incluida en mi rutina diaria, me levanto temprano y me pongo ropa de baño y antes de iniciar cualquier tarea o trabajo, me voy a la piscina. Me gusta comenzar cualquier actividad una vez finalizado mi horario de entrenamiento que puede variar entre una o dos horas. Durante la pandemia, sin piscina y cuando se permitió salir, nadaba en el mar.
3. ¿Te sentiste menos que un hombre alguna vez?
Me siento menos poderosa que un hombre en el aspecto de fuerza física, sin embargo considero la igualdad intelectual y la capacidad de trabajo de manera similar. Aunque si comprendo que falta mucho para que las mujeres tengan las mismas oportunidades. La lucha tiene que continuar.
4. ¿Alguna vez decayó tu autoestima?
No siento que mi autoestima haya decaído, por el contrario la disciplina del deporte y el trabajo, el alcanzar las metas y la experiencia tenida en distintas actividades realizadas a través de los años, han formado mi personalidad y fortalecido mi autoestima.
5. ¿Qué recomendarías a las mujeres del Perú?
Que no se sientan a menos en los retos que deciden tomar, que se capaciten bien y que se atrevan a incursionar en tareas o actividades que tradicionalmente han sido realizadas por hombres.
6. ¿Nos puedes contar una anécdota?
Terminé mi carrera deportiva representando al Perú a la edad de 20 años. Cuando estaba por cumplir 40 llevé a mis hijas a que aprendieran a nadar a la Academia de Walter Ledgard, mi antiguo y querido entrenador. Fue allí donde me animó a volver a entrenar y competir en la categoría Masters. Desde entonces volví a las piscinas y, lo que yo nunca había soñado, a las competencias internacionales. Ese momento cambió mi vida y hasta ahora cada mañana amanezco con la misma rutina!!!! Y también me deja una enseñanza: nunca dejes de realizar actividades porque sientes que ya pasó el momento para hacerlas. Vive la vida con nuevos emprendimientos, con entusiasmo y alegría mientras la salud te lo permita.