Silvia Arispe Bazán

Quítate el sombrero, Blanca Varela

Querida Manuela,

Quisiera dedicarle esta carta a Blanca Varela. La verdad querida, ya me cansé de contarte del desastre político en el que nos encontramos. Como mencioné en la primera misiva, nuestra correspondencia nació con el objetivo de que sepas cómo llegamos al Bicentenario y sobre el desarrollo de la mujer en estos 200 años en una sociedad aún machista y patriarcal. Hoy doy un giro de timón para hablar de la gran poetisa contemporánea a la que acudimos en estos momentos para agarrar fuerza e inspiración.

Me sumergí en sus obras cuando estudiaba letras en 1992 en la Pontificia Universidad Católica del Perú, una etapa de mi vida llena de arte y análisis crítico mezclado con el ímpetu de esa juventud sin miedo a las consecuencias, en compañía de grandes amigas con las que bailábamos, leíamos y vivíamos el teatro. Fue la época en la que más me aproximé a las artes. Blanca nació el 10 de agosto de 1926 y estudió en la Universidad de San Marcos para luego trasladarse a París en 1949. Durante sus estudios de Letras y Educación (1943) hizo amistad con los escritores Sebastián Salazar Bondy y Emilio Adolfo Westphalen, y con el pintor Fernando de Szyszlo (con quien luego se casó). Luego, en París, conocería a Henri Michaux, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Fue amante del cine.

Sus poemas me inspiran una feminidad única, un estilo de mujer nuevo. Te aseguro que sentirías lo mismo. Ella es miembro de la generación de 50 y, como alguna vez mencionó el propio Octavio Paz en su frase “en aquellos días todos cantamos”, se refería al canto único de una mujer poeta peruana, publicando en un entorno masculino (que la verdad sigue teniendo las mismas reglas implicitas, pero hay esfuerzos por romperlas) de poetas, escritores y arte como Sabastián Salazar Bondy, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, César Moro, Emilio Adolfo Westphalen, Carlos Germán Belli, Jose María Arguedas, Sérvulo Gutiérrez o Alejandro Romualdo. Ella se hizo un lugar en una tierra ocupada y fue la segunda mujer en ganar el Premio Reina Sofia de Poesía Iberoamericana y la primera en ganar el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca. Como ella le dice a la poeta Rosina Valcárcel en la entrevista realizada en 1996 que se publicó en la revista La Casa de Cartón: “Yo nunca me he sentido inferior a un hombre; jamás. Me he sentido una persona que tiene conciencia de que un ser humano jamás será inferior a nadie. No importa cuál sea su condición”. Sé que hubieras dicho lo mismo.

En 2019 fui a su casa en Mariano Carranza 306, Cercado de Lima, cuando era Subgerenta de Organizaciones Vecinales de la Gerencia de Participación Vecinal de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Es el barrio de Santa Beatriz, en el distrito del Cercado de Lima, cuyas dirigentas vecinales tienen una identidad muy marcada por la historia de sus calles. Ellas estaban muy interesadas en promover la casa de Blanca, lo que me lleva a reflexionar sobre las organizaciones sociales y todo el tema de los ronderos o rondas urbanas que se quiso proponer. Es un sinsentido.

Actualmente, para el caso de Lima Metropolitana, la ciudad más grande de todo el Perú, se tiene por ordenanza municipal organizaciones sociales que se dividen en juntas vecinales comunales, organizaciones deportivas, organizaciones económicas, organizaciones de poblaciones vulnerables, organizaciones sociales de base y organizaciones vecinales. No se deben confundir con las Juntas de Seguridad Ciudadana, que se rigen por Ley y dependen del Ministerio del Interior. El 90% de estas organizaciones sociales son dirigidas por mujeres y en el caso de aquellas de base (comedores populares, clubes de madres, vaso de leche) el 99% tiene dirigentes mujeres.  Entonces, ¿no sería mejor empoderar a este capital humano de mujeres organizadas que crear “rondas” donde no se necesitan? ¿Por qué no visibilizamos el capital femenino que nos rodea en vez de buscar crear modelos rurales que no tienen sustento legal ni lógico en las ciudades? “Las mujeres, en general, somos muy valientes. (…) Tenemos mucho que hacer por los hijos, por la sobrevivencia”, le dijo en la misma entrevista Blanca a Rosina. Tenemos las armas y herramientas esperando.

Strip Tease

Quítate el sombrero

si lo tienes

quítate el pelo

que te abandona

quítate la piel

las tripas los ojos

y ponte un alma

si la encuentras

Blanca Varela

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Blanca Varela, Strip Tease

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