Pedro Guevara

¿Un cambio en la matriz de armamento militar del Perú?

La dramática introducción musical que acaban de escuchar no es sino una manifestación de la situación que estamos viviendo por la invasión de Rusia a Ucrania. La semana pasada ofrecí tocar el tema de una Nueva Ley de Comunidades Campesinas, como una herramienta para construir ese país de propietarios -encarnado en capitalismo popular- principalmente entre los más pobres y desfavorecidos de nuestro país. Ese tema lo dejaré pendiente para una columna futura.

La guerra en Ucrania ha traído esencialmente tres grandes problemas. El primero un gran sufrimiento humano, que llega incluso a la pérdida de vidas, tanto de ucranianos y de rusos. En segundo lugar, un shock económico que generará un menor crecimiento de la economía global, inflación global, reducción del comercio mundial y de los beneficios que traía una globalización creciente con el flujo de bienes, servicios, ideas y personas. En tercer lugar, también ha traído un realineamiento geopolítico, y es de este tema que quisiera ocuparme, del realineamiento geopolítico-militar del Perú.

 

La mayor parte del armamento peruano -es decir, la matriz de equipamiento militar- proviene de Rusia. El equipamiento militar peruano data de 50 años en muchísimos casos, y proviene también de países que eran parte de la Ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En el caso de Rusia, alrededor del 25% de sus exportaciones proviene de la industria del armamento militar. La pregunta que nos hacemos es: ¿qué va a pasar en los próximos cinco o seis meses cuando tengamos que hacerle mantenimiento a nuestro equipamiento militar ruso, o cuándo tengamos que buscar repuestos para el mismo? Para nadie es un secreto que habrá una reducción sustancial del equipamiento militar ruso en el mundo. Por otro lado, para nadie también es un secreto que Rusia -y específicamente Putin- son promotores de regímenes autoritarios, prepotentes, autocráticos y desestabilizadores de las democracias en muchas partes del mundo, como es el caso de Siria, Cuba, Venezuela, Nicaragua o Bolivia. Regímenes que exportan desestabilización, con ideas que traen el atraso  y la miseria. La pregunta que nos hacemos es no solamente de carácter práctico sino también moral: ¿Vamos a seguir comprándole equipamiento militar a un régimen que promueve la desestabilización de las democracias en el mundo? ¿O es quizás también la ocasión propicia para que nosotros realineemos la matriz de provisión de equipamiento militar en el caso del Perú? ¿Será también la ocasión propicia para renovar nuestro equipamiento militar utilizando la tecnología de los drones, la robótica, el Internet de las cosas (IoT, Internet of Things), la inteligencia artificial, el BigData, la analítica, o la informática (a través del hackeo) para construir una plataforma disuasiva que evite un potencial ataque militar? El uso de la tecnología, puede tener ese poder y el caso de Taiwán es un ejemplo.

Taiwán es una potencia en el mundo de los semiconductores que representa el 90% de la oferta mundial. Se dice que uno puede encontrar un chip taiwanés en prácticamente cualquier teléfono, auto, equipamiento médico o el más sofisticado equipo militar del mundo. Es quizás una de las razones por las que la China Continental debe estar pensándolo dos veces antes de invadir Taiwán, porque una reducción en la oferta de semiconductores traería problemas no solamente a Estados Unidos o China, sino a la economía global. La tecnología de los taiwaneses en la industria de los chips electrónicos está una década más avanzada que la de sus competidores.

 

La pregunta que entonces nos hacemos es: ¿No será acaso, que este realineamiento geopolítico, constituye la ocasión propicia para transformar nuestro equipamiento militar, recurriendo a otros países de la órbita occidental, como Estados Unidos o Francia, o el mismo Israel, que tecnológicamente nos pueden dar equipo militar mucho más avanzado tecnológicamente y que evita el uso de la vida humana, como carne de cañón en caso de una confrontación militar? Es quizás también, la ocasión propicia para preguntarnos: ¿Vamos a seguir comprándole armas a un país como Rusia, con un Putin que encabeza un régimen que exporta desestabilización hacia las democracias? La pregunta se la dejo a los estadistas y a los líderes de las fuerzas armadas del Perú…

Los espero el próximo miércoles. Muchas gracias.

 

 

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Rusia, Ucrania

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