Pedro Guevara

“Soñemos y hagamos realidad ese Perú de propietarios…”

 

La evidencia empírica de muchos estudios sobre los temas de desarrollo económico en diversas partes del mundo, empezando por los estudios de nuestro compatriota Hernando De Soto, coinciden en mostrar que el otorgar títulos de propiedad (sea propiedad predial o propiedad de una empresa) constituye una de las herramientas más poderosas que tiene un Gobierno o un Estado para sacar de la extrema pobreza a los ciudadanos más desvalidos.

Lo interesante es que esto no se consigue sobre la base de otorgar dádivas, regalar bonos o los incentivos perversos que generan dependencia de papá gobierno, sino porque el objetivo se hace realidad de una manera sostenible.

 

 

De acuerdo a cifras del INEI, la pobreza monetaria alcanzó al 30,1% de la población del Perú durante el año 2020, afectando a 45.7% del área rural y al 26% del área urbana. Al ubicar geográficamente las zonas con mayores niveles de pobreza, constatamos que éstas se encuentran mayormente en las áreas rurales de la sierra, selva y costa, así como en las áreas marginales de las ciudades de la costa. Es decir, en las zonas ocupadas mayormente por comunidades campesinas, por poblaciones nativas y por las invasiones de asentamientos humanos alrededor de los cascos urbanos, lugares en donde -coincidentemente- nuestros compatriotas carecen de títulos de propiedad o se ven impedidos de ejercer plenamente su derecho a la propiedad.

Se trate del poblador de un pueblo joven, de un comunero campesino de la sierra, o de un nativo de la selva, el obtener el título de propiedad de un terreno es el primer hito del llamado saneamiento físico legal. Constituye la llave, no solo para acceder a los servicios básicos de electricidad, agua, desagüe, internet, vías e infraestructura básica, sino que es la herramienta para poder obtener crédito a través del préstamo hipotecario de un banco o de una caja rural y, porque además, abre un camino para su formalización a través de la bancarización. Cabe preguntarse, en época de la pandemia durante el Gobierno del Presidente Vizcarra, ¿cuántos de esos créditos del programa “Reactiva Perú” llegaron verdaderamente a los más pobres, que son mayormente los micro y pequeños empresarios informales? Pues poquísimos, porque para poder ser beneficiarios de esos programas el requisito era ser formal….

Más aún, el título de propiedad de un predio o el título de propiedad de una empresa, constituyen las rocas sobre las cuales se construirá el bienestar para una jubilación digna de aquel que vivió inicialmente en la pobreza y la informalidad. Y es que la propiedad de SU tierra, de SU terreno, de SU casa y luego de SU empresa, se capitalizarán con el tiempo y harán posible que quien inicialmente fue pobre e informal, obtenga una jubilación digna, cuando alquile esa propiedad u obtenga las utilidades por ser propietario de su empresa.

 

 

Al César lo que es del César. Curiosamente, cabe reconocer que los impulsores iniciales de la titulación de los asentamientos humanos en el Perú fueron el presidente Alan García y el alcalde de Lima, Alfonso Barrantes.  Pues fue en 1988, durante el Gobierno del Presidente García que se creo el Registro Predial Urbano, el cual permitió simplificar el registro de propietarios a bajo costo, al dejar de lado los trámites a cargo de abogados, escritura pública y notarios, reemplazándolos por formularios sencillos y estandarizados que integraban el catastro al procedimiento registral, y de esa forma ofrecieron una alternativa efectiva a los engorrosos y caros procedimientos para la inscripción de dominio. Y fue también en 1988, que a través de un dispositivo legal del Gobierno, firmado en las Pampas de San Juan en el distrito de San Juan de Miraflores, que el Alcalde Barrantes, recibió el encargo del Presidente García para iniciar la titulación masiva de asentamientos humanos en Lima, algo que se consiguió en un plazo de 120 días…

¿Quién diría que dos políticos que en ese entonces se ubicaban a la izquierda del espectro político fueran importantes iniciadores del capitalismo popular en el Perú?

Fieles a la vocación de esta columna, de plantear no solo QUÉ HACER con las políticas públicas, sino también CÓMO HACER para aterrizarlas, es que la semana entrante tocaremos el tema de cómo es que una Nueva Ley de Comunidades Campesinas podría contribuir a SOÑAR Y HACER REALIDAD ESE PERÚ DE PROPIETARIOS por el que abogaba mi amigo Mario Vargas Llosa en su campaña presidencial de 1990…

 

Los espero el próximo miércoles.

 

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Gobierno, Hernando De Soto

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