Juan Carlos Tafur

Los empresarios silentes

“Son tiempos recios, no blandos, y hay que actuar en consecuencia. Los empresarios han sabido plantarse enérgicamente en otras circunstancias. No se entiende por qué ahora no lo hacen”

Llama la atención profundamente el silencio “estratégico” de los sectores empresariales y de sus gremios respecto del caos social y el desgobierno en el que nos hallamos inmersos, que paraliza proyectos significativos para la economía nacional (Cuajone, Las Bambas, etc.) y centenares de proyectos de inversión.

Pareciera -es una hipótesis- que se han creído el cuento de que este gobierno ya está a punto de caer y que, en consecuencia, no es necesario hacer olas si el desenlace esperado se va a producir igual.

Por lo que se ve, sin embargo, no se está dando ese escenario ni de cerca. Hoy Castillo está más lejos de ver recortado su mandato que cuando lo inició. Ya cooptó a parlamentarios de otras bancadas, blindándose contra cualquier iniciativa de ese tipo en el Congreso.

 

Y la calle, que es otro factor de desestabilización, se divide entre los que quieren que se vaya Castillo y los que quieren que se vaya el Congreso y se convoque a una Constituyente (y cabe la sospecha de que alrededor de estas últimas el régimen está sacando provecho, dejándolas discurrir sin sobresaltos: Cuajone, por dar un ejemplo, está parado por la decisión de una veintena de comuneros, no son más, y la policía ni siquiera interviene).

Frente a esta situación, que lo más probable es que dure cuatro años y tres meses más, luego de los cuales el Estado peruano quedará hecho escombros y será abono fértil para la aparición de un candidato disruptivo radical (porque esa es la otra vana ilusión de la derecha empresarial: que el desprestigio de este gobierno cancelará para siempre a las izquierdas), el empresariado y sus gremios parecen vivir en el mejor de los mundos y no asumen una postura más enérgica contra los desmanes cotidianos que se aprecian.

 

Ya empezó a desplegarse la narrativa oficialista: los culpables de toda la crisis son los medios de comunicación, el Congreso y los grupos empresariales. Y el poderoso parlante que todo gobierno posee hará que esa narrativa vaya impregnando en la sociedad si los involucrados no reaccionan con energía. Los medios ya lo están haciendo, del Congreso no se puede esperar nada, con tamaña guardería que tiene dentro, y los empresarios brillan por su timidez y silencio pusilánime.

Son tiempos recios, no blandos, y hay que actuar en consecuencia. Los empresarios han sabido plantarse enérgicamente en otras circunstancias. No se entiende por qué ahora no lo hacen.

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Empresa, Gobierno, Pedro Castillo

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