Juan Carlos Tafur

La Constituyente ya caló en el imaginario popular

“Frente a los radicales de izquierda que aparecerán, será necesario que la propia derecha y el centro tengan sus propios mensajes disruptivos, antiestablishment”

La tesis de una Asamblea Constituyente va a ser central en la discusión política de los próximos comicios. Nos guste o no, la labor de propaganda ideológica que el gobierno y en particular Vladimir Cerrón vienen desplegando, aprovechando los potentes amplificadores estatales, hará que lo que hace pocos años era un tema esotérico, marginal e intrascendente, se vuelva en algo central.

Ya la encuesta reciente del IEP nos advierte de ello. 47% aprueba una Asamblea Constituyente frente a un 49% que la desaprueba. Y entre los que quieren un cambio constitucional, crece el número de gente que quiere un cambio total (de 28 a 31%).

 

El plan de Cerrón es ése. Sabe que con Castillo en el poder y sin mayoría en el Congreso, el camino constituyente, en las actuales circunstancias, no llegará nunca, pero sabe también que las cuotas de poder que exige y obtiene, le permiten ir construyendo esa plataforma para las elecciones que vienen. Para ellas se prepara la izquierda radical y ya encontrará un candidato mejor que Castillo para lograrlo y marcar la agenda. La izquierda siempre ha pensado en el largo plazo y en este caso, no es la excepción.

Las fuerzas del centro y la derecha van a tener que hilar muy fino y con suma inteligencia política para contrarrestar ese tema. De hecho, damos por sentado que habrá un esfuerzo de consolidación de candidaturas que les permita hacer frente a los radicales de izquierda que aparecerán, pero además, será necesario que la propia derecha y el centro tengan sus propios mensajes disruptivos, antiestablishment que les ayuden a enfrentar lo que de otro modo será un terreno ideológico -el de la Constituyente- en la que tienen todas las de perder (defender la Constitución del 93 no es precisamente una causa que movilice afectos populares).

Debe ocurrir un proceso de maduración ideológica, tanto del centro como de la derecha. Ha quedado demostrado que defender el statu quo es condenarse a la derrota. Hay que pensar y encontrar fórmulas atractivas que le devuelvan a este sector la imagen de cambio del orden establecido, y no permitir que ese activo lo capture la izquierda, que en la práctica es la fuerza política más retardataria porque es el retorno el viejo populismo y autoritarismos que ya hemos transitado en el país y en la región y que fueron receta segura para el fracaso.

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Asamblea Constituyente, IEP

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