Silvia Arispe Bazán

La corrupción y opresión de la mujer en el gobierno peruano actual

"Aún continúan los espacios acceso político, económico y geográficos restringidos solo para varones que se entrelazan con otras formas de opresión."

Querida Manuela,

Estoy de regreso, en el marco del Día Internacional de los Derechos de la Mujer regreso para seguir compartiendo como vamos luego de 200 años de Independencia. En estos meses que no te he podido escribir, estaba trabajando a tiempo completo como Oficial de Integridad del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. 

La integridad es parte esencial de un Estado Moderno. Genera un Estado justo, previsible e inclusivo ya que se rige por valores democráticos. En ese sentido, el bien común debe siempre primar sobre los intereses particulares de los gestores públicos. Por eso, en el marco del Día Internacional de los Derechos de la Mujer quisiera compartirte mi preocupación por la corrupción y el género. Ha habido tantos escándalos que, a la larga, ya se atenta contra las mujeres directa o indirectamente en estos últimos tiempos y conisdero que el tema debe ser incluido en la agenda pública.

Eres, Manuela, un claro ejemplo, te borraron de la historia, de los libros, por el solo hecho de ser mujer. Los valores para las mujeres son diferentes que para los varones pues el espacio público es masculino. Nuestros cuerpos femeninos son deshumanizados y vendidos, así como juzgados por la sociedad, eso lleva a que nuestra existencia tenga retos que los varones no tienen. Los cuerpos de las mujeres tienen un valor monetario y eso es muy peligroso. Hoy querida, las mujeres trabajamos, estudiamos, nos podemos divorciar y tener propiedades, pero aún no tenemos exceso al poder político ni económico. Nuestros cuerpos son bienes que se comercializan y cuando más inocentes tienen mayor valor. Es una visión patriarcal y machista que se mantiene desde tus días. El poder de los varones que gobierna, lidera batallas, congresos, políticas. La diferencia en estos 200 años es que actualmente hay normas y principios nacionales e internacionales que prohíben la discriminación hacia las mujeres, pero se incumplen diariamente.  Es por ello que debemos responder, hoy 8 de marzo de 2025, en las dimensiones de genero y corrupción. 

Existe la sextorsión que es el chantaje de gestionar en base a recibir favores sexuales y nadie está hablando de ello. El acoso sexual en las oficinas del Estado como formas de corrupción por funcionarios y servidores, tanto nombrados como elegidos. Lo vemos a diario en las noticias. El cuerpo de la mujer tiene un precio y en un sistema capitalista sin oportunidades para nosotras se vuelve el único bien que tiene para ofrecer. No reconocer la violencia ejercida por miembros del Estado como una forma de corrupción nos lleva a separarlo de los valores éticos que deben regir el comportamiento de todo servidor, gestor y autoridad pública. El respeto a la vida de una mujer y su sexualidad es parte de la ética pública.

Por otro lado, la corrupción en los servicios públicos para los más vulnerables, en este caso las mujeres y niñas, lleva a incrementar la desigualdad porque no logran sus fines ni ser eficientes. Su objetivo es desviado del interés superior de la niña hacia fines personales de mercantilismo y ganancia personal de redes criminales, que ven en los más vulnerables un botín. Sectores como salud, educación, desarrollo e inclusión, mujer, poblaciones vulnerables, medio ambiente y cultura deben tener acciones de prevención de la corrupción diferenciadas porque son los responsables de cerrar brechas de desigualdad entre hombres y mujeres. Lamentablemente, este gobierno eliminó la transversalización del enfoque de género.

Una sociedad más inclusiva es menos corrupta, la participación de las mujeres rompe el dominio tradicional del club de varones que maneja el poder desde hace más de 200 años. Las mujeres aún no logramos ser parte, seguimos sin tener fuerza. A veces ingresan, pero como amantes. Manuela, mujeres como tú, Francisca Pizarro, Quispe Sisa, Beatriz Ñusta, Ana María Lorenza Coya de Loyola, Flora Tristán, Francisca Zubiaga y Bernales que tenían que decidir entre un matrimonio forzado o un monasterio no pueden ser borradas de la historia del Perú. Las mujeres como mercancías o botines de decisiones políticas. 

Somos más de 12 millones de mujeres votantes y representamos en las elecciones de 2021 el 50.40%. Debemos sentirnos representadas, pero lamentablemente nuestras agendas como prevención de la violencia, así como acceso a educación, salud y trabajo no son prioridad. No basta con ser mujer para entrar al espacio público, se debe ser mujer y tener clara nuestra agenda diferenciada. ¿Recuerdas cómo ingresaste a la esfera de poder liderada por varones? La Independencia del Perú fue una pugna de poder masculino y tú fuiste la libertadora del libertador. Queda mucho por caminar, por ello este 8 de marzo te honro junto a todas las mujeres del pasado y estoy muy contenta de retomar nuestra correspondencia, querida Manuela. 

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