Arispe Bazan, Silvia

La esperanza de la declaración de Lima

"Tengo fe Manuela, que hoy la Declaración de Lima sea un documento que plasme compromisos importantes en la lucha contra la desigualdad y la discriminación, ya que habrán participado representantes de más de 30 delegaciones de países miembros."

Querida Manuela,

Compañera, esta semana se está realizando en Lima la 52 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, cuyo lema es “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”, un tema preciso para las repúblicas americanas, en especial las sudamericanas que ya van 200 años de independencia.

¿Qué es la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos?, te preguntarás. Es el organismo regional más antiguo del mundo, cuyo origen se remonta a la Primera Conferencia Internacional Americana ( Washington, D.C. 1889-1890), donde se acordó crear la Unión Internacional de Repúblicas Americanas y se empezó a organizar el “sistema interamericano”. Fue luego en 1948 cuando se subscribió, en Bogotá, Colombia, la Carta de la Organización de Estados Americanos que entró en vigencia en diciembre de 1951 con el objetivo de lograr en sus estados miembros «un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia» (Artículo 1 de la Carta).

Actualmente, la Organización de Estados Americanos (OEA) reúne a los 35 Estados independientes de las Américas para tocar temas de interés regional y basa sus principales pilares: la democracia, los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo. 

Sabes, nuestra región es la más desigualdad en el mundo, es una herencia de siglos. Nuestra diversidad es perjudicial en la medida en que trae abuso, violencia o menos oportunidades. Por ello, no somos iguales y nunca lo seremos, pero no podemos permitir que nuestras diferencias nos menoscaben en lugar de empoderarnos como sociedad. Eso es lo que debemos cambiar. Somos una región de tanta diversidad, con mucha población joven y diversa que en lugar de menospreciar, de ningunear o de avergonzarnos, deberíamos empoderar. En nuestro caso peruano, empoderar la Amazonía con su biodiversidad, la costa con sus desiertos, las montañas con sus picos nevados.

Nuestras repúblicas siguen admirando lo Europeo. No se desprenden de un colonialismo absurdo que sobrevive para encontrar la validación. ¿Te suena conocido? Eras hija de español con criollo, educada, por lo tanto tenías ventajas frente a otras mujeres de tu época y fue por ello que llegaste a ser la Libertadora del Libertador. Pero qué pasaba (y pasa) con aquellas mujeres que no tenían sangre española ni riqueza ni educación ni trabajo. La discriminación en base a las desigualdad de nuestra región es la que no nos permite vivir en sociedades modernas, donde la identidad sea diversa, tolerante para crear una armonía social. Fuimos los pueblos donde españoles y portugueses se repartieron América creando un sistema de castas que funcionaron en los virreinatos y territorios de la corona española.

Durante la pandemia, como bien se ha resaltado en estos días de conferencias, ha mostrado nuestra cruda realidad. Los grupos como mujeres, niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad, migrantes, comunidad LGTBQ, afrodescendientes, indígenas son los llamados vulnerables y solo por ser parte de cualquiera de estas categorías, ya están en desventaja. Inclusive en la actualidad ya se utiliza el término interseccionalidad para entender  múltiples discriminaciones y también reconoce experiencias individuales únicas que resultan de la conjunción de esta diferetes categorias.

Tengo fe Manuela, que hoy la Declaración de Lima sea un documento que plasme compromisos importantes en la lucha contra la desigualdad y la discriminación, ya que habrán participado representantes de más de 30 delegaciones de países miembros. Es un orgullo que Lima sea la sede de esta importante reunión. Que esta reunión de funcionarios de gobiernos y sociedad civil sirva para cambiar nuestras realidades. ¿Quién se puede oponer a que las poblaciones vulnerables dejen de serlo? ¿Qué político podría estar encontra del desarrollo de sus electorado? Me viene a la memoria Flora Tristán, mujer luchadora por los derechos de las mujeres que dijo ya en el siglo XIX: “El nivel de civilización a la que han llegado diversas sociedades humanas está en proporción a la independencia con la que gozan las mujeres”.

 

Flora Tristan, mujer luchadora por los derechos de las mujeres que dijo ya en el siglo XIX “El nivel de civilización a la que han llegado diversas sociedades humanas está en proporción a la independencia con la que gozan las mujeres”.

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Lima, Pedro Castillo

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