Lo repitió Zidane 30 años después, en una Final de la Copa del Mundo.
Y Benzema hizo lo mismo en la Semifinal, de las más infartantes, de la Champions. El fin de semana había errado 2 penales. Eso es ser Crack. Le importó tres carajos.
El otro delantero, es un mozalbete veinteañero, (cuyo ídolo es Paolo Guerrero) que paraba perdiéndose un gol tras otro, en la Liga. Apareció, cuando más se le necesitaba. Se hizo un autopase ante Fernandinho (lo dejó en ridículo) y corrió más rápido que todos, con la pelota al pie. Increíble. Definió como un veterano. VInicius es una Realidad, Tite lo agradece.
Antes, se había establecido el primer gol madrileño, en una jugada imposible. Definió, el de siempre, ante un pase largo de Mendy, tal como vino el balón y de zurda. Con la marca encima. Imposible de evitarlo. Y pensar que Modric había recuperado el balón, tirándose al piso, como un juvenil y se la cedió al defensa francés. Esa es la pintura exacta, del equipo merengue. Sera menos equipo que el City, en juego colectivo o vistosidad. Pero tiene Cracks con Mayúscula. El City va a tener que sudarla para eliminarlos. No hay otra. Y si falla las ocasiones que se le presentan, quedará eliminado. Benzema y Cía. no fallan.
El City se reivindicó con los, suyos y extraños, que adoran su futbol. Pep Guardiola se la jugó. Tenía la defensa golpeada. Incluso improvisó un lateral. Se notó claramente. Faltó Walker y Joao Cancelo. Stone estaba golpeado, por ende, Guardiola lo sacó. El Madrid ídem. Le faltó Casemiro y Alava estaba tocado.
Fue un partido de la Puta Madre. Siete goles en 90 minutos. Ataque esplendoroso, de ambos equipos, y defensas deficitarias.
La Vuelta será a Matar o Morir.