Opinión

[PAPELES VIRTUALES] 

UNO

Es muy perturbador para mí. Hemos hablado sobre las fuerzas disruptivas en este negocio y todos los desafíos que enfrentamos, la recuperación de COVID que está en curso, no ha regresado por completo. Este es el peor momento del mundo para aumentar esa interrupción…. Hay un nivel de expectativa que tienen, que simplemente no es realista.

Bob Iger – CEO de Disney

El ejecutivo, es judío, un setentón que se mantiene en buena forma. Desde sus inicios, los grandes magnates de la industria fueron judíos. Hace unos días, sus declaraciones fueron el punto de quiebre, en la huelga de actores y guionistas de Hollywood.

  • ¿Por qué?

 Porque es un Directivo que ganará 27 millones este 2023. Así de simple.

Mientras actrices como Kimiko Glenn mostró, hace unos días, el monto que recibió por regalías – actuó en la exitosa serie “Orange is the New Black, que se emite en Netflix – el ridículo de 27 dólares.

Sin ir muy lejos, al año pasado, los actores de Pedro el Escamoso y Escobar el Patrón del Mal, indicaban que no recibían ni un dólar por la retransmisión –de las mencionadas telenovelas– en las plataformas. Claro, esta parte del mundo no es Hollywood.

Volviendo al país del norte, El reclamo de los guionistas y actores es por el aumento de los pagos residuales (regalía por retrasmisiones). Antaño, las series se extendían toda la temporada. Ahora son cortas. Lo que repercuten en salarios. Ambos sindicatos reúnen un total de 171.500 miembros.

Es fachero, negro y con un bigote a lo Tom Selleck. Talento joven. Es uno de los guionistas, de una de las mejores series de la actualidad.

  • The Bear.

Dio a conocer la situación de muchos colegas. Y la suya.

  • Los guionistas como yo, especialmente los jóvenes, los guionistas negros, nativos, los guionistas de color, hemos aportado una nueva ola de creatividad al proceso. Pero nos encontramos incapaces de sobrevivir en lugares como Nueva York y Los Ángeles, donde necesitamos estar para asistir a las salas de los guionistas. No clasificaría a todos los guionistas como pobres o arruinados, pero puedo decir que tengo $6 en mi cuenta bancaria

      Alexander O’Keefe

Un dato, por demás revelador: las Plataformas se han negado a la mayoría de ajustes propuestos, debido a que –el acuerdo– las obligaría a hacer más transparentes sus números de audiencia. Algo, que dichas empresas guardan con excesivo celo.

Lo interesante de la huelga, es que lo encabezan los intérpretes más renombrados.

  • ¿Qué sucede si se logra un acuerdo?, ¿Quiénes serán los más beneficiados?

Pues la mayoría de actores, ignotos, para el gran público.

  • ¿Que dirán los de WIllax ahora con respecto al tema?
  • ¿Utilizarán con Matt Demon, Meryl Streep, Tom Cruise y demás, también el termino caviar?
  • ¿La llamaran terruca a Fran Drescher?

 

DOS

Los líderes empresariales peruanos han abrazado a la presidenta Dina Boluarte, incluso cuando sus índices de aprobación caen en picada entre una población enfadada por la debilidad de la economía y las protestas mortales que siguieron a la destitución de su predecesor hace siete meses.

Marcelo Rochabrun – Bloomberg

Un sondeo indica que el 71% de los CEO aprueba la gestión de Dina Boluarte. Increíble. La Oligarquía –como siempre– buena para hacer negocios y dinero. A pesar de ello, inepta para leer la realidad social de un país.

  • ¿Siempre fue así?

Sí, lamentablemente. Para muestra un botón.

En los noventa, la misma Oligarquía que apoyó a MVLL; al perder éste, se alió sin tapujos con Fujimori. Estuvieron de su lado, incondicionalmente.

  • ¿Qué dijeron con respecto a los abusos y muertes de parte de la dictadura?

Miraron para otro lado. Sino apoyaron lo dicho por el abyecto hombre de Dios.

  • Los derechos humanos son una cojudez.

Entonces, consulto.

  • ¿Porque deberíamos esperar otra cosa, de las clases privilegiadas?

Cuando en su columna semanal, Piedra de Toque, Vargas Llosa se pregunta, perplejo, por qué los países del continente se esfuerzan en elegir candidatos de izquierda como Presidentes. Debería replantearse la pregunta.

  • ¿Porque los gobiernos de derecha son tan ineficientes?

Para mayor inri, se cayó el modelo de Chile.

  • Tiene que venir una especie de Dictador de Derechas – luego viene la contradicción – que no viole los derechos humanos, pero que tome decisiones, que las haga.

Declaró –hace un tiempito– la oligofrénica de Adriana García-Belaunde.

Ese es el pensamiento retrogrado de la extrema derecha. Nunca cambio. Sostuvo a Odría, Fujimori y ahora lo hace con Dina.

  • ¿Porque lo hace?

Por conveniencia.

 

TRES

El día de la Toma de Lima ha ahondado en el cisma político y social. No nos soportamos. No tenemos políticos capaces. Y los pocos rescatables son vilipendiados por la oposición. Olvidamos que un político es aquel que logra acuerdos, no es aquella persona que insulta o grita más fuerte.

Se extraña a un Barrantes, Fernando Belaunde, Francisco Belaunde, Henry Pease, Javier Diez Canseco, entre otros. Eran gente leída, culta; enseñaban en Universidades. Quienes, en tiempos de crisis, en plena coyuntura, ponían paños fríos.

El Perú, creo yo, nunca ha estado en una situación tan áspera. Y sí, todo esto es consecuencia de una política dictatorial. Es la consecuencia lógica.

Uno no puede ser uno catalogado por terrorista por ir a una marcha. Es inadmisible. Las dicotomías solo pueden ser aceptadas por extremistas. Tampoco es plausible que alguien amenace de muerte, y las autoridades digan.

  • No hay delito.

Cuando marcha La Pestilencia es un derecho democrático; sin embargo, cuando protestan los demás es inconstitucional.

  • El que no está conmigo, está en contra mío.

Ridiculeces.

O la supina ignorancia de otros.

  • Puno, es la segunda capital de Sendero Luminoso.

Así se construye una narrativa falsa.

Las redes sociales y la prensa adicta, están sirviendo para ahondar en los extremos. No para clarificar las ideas.

Si piensan que con esta marcha termina todo, pues están equivocados. Vendrán muchas más.

Si ahora no cae este gobierno nefasto, lo intentaremos una y otra vez.

Una y otra vez.

Tags:

CEO, Dina Boluarte, Gestión, Hollywood, huelga de actores, Perú, Polarización, Política, Toma de Lima

[AGENDA PAÍS] Las próximas elecciones de la mesa directiva del congreso 2023-2024 es un adelanto de lo que pueden ser las elecciones generales del 2026, con muchos intereses individuales, otros mercantilistas y ninguna pasión por lo que realmente nos debería mover, que es el bienestar de nuestros compatriotas.

Actualmente, existen 13 grupos parlamentarios más el de no agrupados, es decir, una representación fraccionada donde prima la sobrevivencia política, “niños“ y “niñas”, “mocha sueldos”, cómplices impunes del golpista Castillo y una minoría de congresistas decentes y consecuentes con sus ideales.

Los bailes y enamoramientos para integrar la próxima mesa directiva ya se están dando. En ese coqueteo, se está plasmando una alianza entre la centro-izquierda y la izquierda radical, la cual sería liderada por Waldemar Cerrón de Perú Libre e integrada también por Luis Aragón de Acción Popular, flamantemente designado como representante en la mesa directiva por parte de su bancada.

Esta lista de izquierda (intransigente, achorada y antidemocrática), de ganar la elección de la mesa directiva, tendría en sus manos la agenda política del congreso, pudiendo priorizar proyectos de corte populista afectando aún más la economía del país e incluso, intentar un camino hacia una asamblea constituyente.

El peligro no acaba en este control de proyectos sino también, que ante una poco probable y no deseada renuncia o vacancia de Dina Boluarte, tendríamos en la presidencia del Perú nada menos que a Waldemar Cerrón, hermano y mano derecha del condenado por corrupción Vladimir Cerrón, líder del partido Perú Libre, con consecuencias que son fáciles de imaginar.

Es por ello imperativo que las fuerzas democráticas del congreso puedan desprenderse de sus intereses particulares y consensuar una lista para la mesa directiva donde encontremos parlamentarios probos y capaces de llevar un período anual del congreso con visión de país y en beneficio de todos los peruanos.

Congresistas como Gladys Echaíz de Renovación Popular, Patricia Juárez de Fuerza Popular, Alejandra Tudela de Avanza País, Eduardo Salhuana de APP y Carlos Anderson de los no agrupados (en caso se modifique el reglamento o se una a una bancada), son opciones que pueden devolver al congreso un poco de la prestancia perdida estos últimos años y permitan priorizar proyectos y reformas políticas imprescindibles, así como asegurar una transición constitucional, de llegarse a ese extremo.

El último mes de mayo hubo una caída de la producción en el Perú de -1.4% llegando a -0.4% para los primeros 5 meses del año, lo cual significa que estamos a puertas de una recesión que incrementará, sin dudas, la pobreza que ya viene en aumento sobre todo en las zonas urbanas.

El Perú necesita recuperar la confianza en sus autoridades, no podemos caer en más incertidumbres con una mesa directiva de izquierda radical y populista en el congreso que espantaría aún más a los inversionistas nacionales y extranjeros, y fomentaría protestas sociales de corte violento, como ya lo hicieron a principios de año.

Es momento de demostrar que las fuerzas democráticas del congreso pueden unirse desprendiéndose de ideologías y enfocándose en el bienestar de los ciudadanos. Este reto es un adelanto de lo que podría suceder en las elecciones generales de 2026 donde habrá más de 25 partidos políticos en el partidor y una necesidad de actuar de inmediato ante la amenaza que populistas radicales de izquierda tomen la mesa directiva del congreso y terminen destruyendo el país.

Tags:

alianza, bienestar, ciudadanos, Congreso, Economía, Elecciones, Mesa Directiva, Perú, Populismo, propuestas

[LA COLUMNA DECA(N)DENTE] La protesta pacífica es un derecho fundamental de las sociedades democráticas y, a lo largo de la historia, ha sido una herramienta para expresar descontento y luchar por cambios sociales significativos. Sin embargo, la imagen tradicional de una protesta ciudadana a menudo se asocia con la ira y la indignación, dejando poco espacio para otros sentimientos igualmente importantes. Es en este contexto que la expresión «con alegría y rebeldía yo me sumo a la protesta» adquiere una significación particular, resaltando la importancia de un enfoque que une la pasión por el cambio y la resistencia pacífica.

La alegría en la protesta pacífica puede parecer inusual a primera vista, pero es un componente esencial para mantener la moral y la energía de los manifestantes. Cuando nos unimos en torno a una causa justa, como el adelanto de elecciones, encontramos un sentido de comunidad, solidaridad y fraternidad; y la alegría se transforma en un medio poderoso para crear esos lazos. La música, las canciones y las sonrisas pueden romper las barreras entre extraños y forjar una conexión humana profunda.

La alegría también es un recordatorio de que nuestra lucha es por un futuro mejor, por recuperar la democracia y evitar la degradación institucional como consecuencia de la acción del Congreso y del Ejecutivo; y es una forma de resistir el desgaste y la desesperanza que a menudo acompañan a la lucha contra un gobierno que viola los derechos humanos de sus ciudadanos y no duda en ejecutarlos extrajudicialmente.

En tanto, la rebeldía en la protesta pacífica implica una postura firme contra la vulneración de los derechos humanos perpetrada, principalmente, por el Ejecutivo; pero con el compromiso de no recurrir a la violencia. La resistencia pacífica es un acto de valentía y decisión, donde la no violencia se convierte en la estrategia para confrontar a todos aquellos que pretenden perpetuar las injusticias.

Asimismo, la rebeldía sin violencia busca desarmar a los adversarios, a los “terruqueadores”, ya que es más difícil para ellos justificar la represión indiscriminada contra manifestantes pacíficos y alegres. La ausencia de violencia también permite ganar el apoyo y la simpatía de la sociedad en general, ya que nuestra causa se convierte en una llamada a la justicia y al respecto irrestricto de los derechos humanos de todos los ciudadanos.

Unir alegría y rebeldía en la protesta del 19 de julio no significa, por ejemplo, ignorar el sufrimiento y dolor de los familiares de los 49 compatriotas ejecutados extrajudicialmente durante las manifestaciones de diciembre, enero y febrero. Al contrario, implica practicar la empatía, el respeto y la solidaridad para con ellos. Y con ellos exigirle al gobierno de Boluarte y Otárola, verdad y justicia. Por último, la protesta pacífica es una oportunidad para unir fuerzas con todos aquellos que confrontan al gobierno por recuperar la democracia y solucionar la crisis política que escala cada día. Juntos, con alegría y rebeldía, podemos construir un futuro diferente. Es por eso que, mañana 19 de julio, yo me sumo a la protesta y tú ¿te sumas?

 

Tags:

19 de julio, alegría, cambios sociales, justicia, protesta, rebeldía, resistencia pacífica, solidaridad

Obviamente, por más exitosa que sea (que no parece que vaya a serlo), la marcha de mañana no va a provocar ninguno de los desenlaces que forman parte del disperso pliego máximo de reclamos (renuncia de Boluarte, adelanto de elecciones, cierre del Congreso, Asamblea Constituyente, estatización de proyectos de inversión, etc.), pero sí debería generar una respuesta múltiple del gobierno a la insatisfacción ciudadana detrás de la protesta.

1.- Asunción de responsabilidades políticas por los muertos de diciembre y enero. Ello tendría como símbolo máximo la salida del premier Otárola, ministro de Defensa cuando las muertes se produjeron, y su reemplazo por un personaje con visos más dialogantes y menos confrontacionales. Otárola ha sido funcional y operativo, pero ya cumplió su ciclo político.

2.- Cambio en las políticas de ayuda social para aliviar el incremento de la pobreza y el impacto de la inflación en los sectores de menores recursos. Esto es urgente y no implica mayor gasto fiscal. Ya lo dijimos: aumentar de 200 a 340 soles el programa Juntos, por ejemplo, solo supondría el 0.1% del PBI.

3.- Destrabe de todos los proyectos mineros, hoy paralizados por grupos extorsivos. Hacerlo sería un potente mensaje en favor de la inversión privada, que si bien se está recuperando, no lo hace a la medida de lo que las circunstancias exigen. La inversión privada es fundamental para mejorar el empleo, la pobreza y dar un poco de mejor perspectiva a muchos desesperanzados que encienden las hogueras políticas por razones de bolsillo.

4.- Compromiso serio del Congreso (para empezar, que sus integrantes se den cuenta que la protesta también es contra ellos) para desterrar los blindajes a niños y mochasueldos, además de viajes dispendiosos e inútiles. El Legislativo debe dejar de ser una fábrica de escándalos y transformar su desidia e indolencia en una actitud reformista que se trace una agenda legislativa seria y democrática.

5.- Reconfiguración de la agenda del régimen. Con estabilidad mediocre, no se aguanta indemne hasta el 2026. Es necesario incorporar agresivamente un conjunto de reformas y anunciarlas integralmente el 28 de julio. Esa fecha puede ser el parteaguas de un gobierno que anda a la deriva.

 

Tags:

agenda legislativa, cambios en el gobierno, demandas ciudadanas, marcha de protesta., políticas sociales, proyectos mineros, responsabilidades políticas

[BATALLAS PERDIDAS] La escena descrita  es una estampa muy común en nuestros días. La pantalla se ha convertido en la niñera de la era digital. Incluso hay portacelulares diseñados para los coches de bebé. Unos se colocan en la baranda para que el pequeño pueda ver la pantalla y otros permiten a los padres manejar el cochecito mientras usan el celular.

El uso de pantallas en los niños es un tema que ha generado mucha controversia en los últimos años. Y a pesar de que por sus características el debate puede ser bastante fundado por uno y otro lado, no está exento de pasiones: los digitallovers versus los digitalhater. En el medio, por supuesto, los moderados calmando las aguas: “el problema no es la tecnología, sino cómo se usa y los límites que se le ponen”, suelen sentenciar con el tono del más elemental sentido común.

Hace unos días circuló la noticia de que en Suecia, un país que había avanzado mucho  en la digitalización de la educación, se han detectado algunas deficiencias en el aprendizaje de los alumnos y se ha decidido volver a dar más protagonismo a los libros físicos. Después de consultar a 60 organismos de investigación, incluido el Instituto Karolinska, llegaron  a la conclusión de que la digitalización no beneficia del todo el aprendizaje de los niños y tiene consecuencias negativas para la adquisición de conocimientos. La ministra de Educación de ese país consideró que se implementó demasiado rápido sin tener en cuenta los impactos en la infancia sueca. Esto no significa que se hayan deshecho de la tecnología en las aulas, pero sí han decidido darse un tiempo antes de continuar con su adopción, hasta contar con mayores evidencias.

Suecia no es el único país  en que se ha puesto en cuestión las bondades de la digitalización. En Francia, Italia y Holanda han prohibido o limitado los teléfonos móviles en las aulas, para evitar la distracción y la dependencia de los jóvenes a la tecnología. En Chile se ha sugerido reducir el tiempo de pantalla durante las clases en línea, para favorecer el bienestar de los estudiantes y en  China se han impuesto regulaciones para controlar el tiempo de pantalla y de videojuegos de los estudiantes, por motivos de salud visual y mental.

Las restricciones al uso de pantallas que algunos países están implementando se fundamentan en investigaciones recientes que han hallado una relación inversa entre el tiempo que los niños pasan frente a estos dispositivos y su desempeño intelectual. Sin embargo, un estudio realizado en 2019 por un equipo de investigadores de la Universidad de Calgary, en Canadá, fue el primero en establecer una correlación directa entre estas variables, al  demostrar que el uso de pantallas en los primeros años de vida puede afectar negativamente el desarrollo infantil en varias áreas. El estudio se basa en datos de 2.400 niños canadienses que fueron evaluados a los tres y cinco años, y muestra que las pantallas pueden interferir con el aprendizaje de habilidades físicas, sociales y comunicativas.

Los defensores del estado de cosas sobre la digitalización argumentan que las pantallas pueden tener beneficios educativos, culturales y lúdicos si se usan de forma adecuada y supervisada. También, consideran que es imposible aislar a los niños de la realidad digital en la que vivimos y que es mejor enseñarles a usar las pantallas con criterio y responsabilidad.

En un mundo ideal, esta sería la opción más razonable, pero en la realidad es impracticable. ¿Cómo puede un niño usar un celular de manera supervisada y adecuada? Seamos honestos: el aparato, más bien, suele ser el recurso más cómodo para los padres con falta de tiempo que buscan mantenerlos supuestamente tranquilos, sin exponerlos a riesgos. Los defensores del uso de celulares en niños de temprana edad ignoran el potencial adictivo que tienen los dispositivos electrónicos. El diseño de los videojuegos y las redes sociales estimula la liberación de dopamina, una sustancia que produce placer y recompensa en el cerebro. Esto puede generar una dependencia de las pantallas que dificulta el control del tiempo y la frecuencia de uso.

Ante el discurso de las supuestas bondades que nos pueden ofrecer, se podría retrucar: ¿es indispensable el celular para conseguir los objetivos educativos, culturales y lúdicos? ¿No pueden alcanzarse por otros medios? Quienes defienden este uso también parecen obviar que el día tiene 24 horas y el tiempo que se destina a la pantalla es tiempo que se le resta a otras actividades. Por otro lado, es muy difícil competir con ese mundo fantástico que ofrecen los celulares. Los padres que han tenido a sus niños desde muy pequeños enganchados a este aparato pueden dar fe de lo difícil que es, luego, despegarlos.

Este texto no pretende ser una catilinaria contra la tecnología ni proponer su total eliminación de las aulas, ya que eso sería, por supuesto, retrógrado. Sin embargo, sí busca proponer a los padres considerar una moratoria en el uso de pantallas durante los primeros años de vida de los niños y niñas. Esta idea no es nueva, pues desde hace tiempo la Organización Mundial de la Salud y la Asociación de Pediatras de Estados Unidos ha recomendado evitar el uso de pantallas desde el nacimiento hasta los dos años, y limitar su uso a una hora diaria desde los dos hasta los cinco años.

No es imposible, créanme, ni implica ninguna tragedia para los niños. Al contrario, puede aportar beneficios significativos a su desarrollo. Debemos empezar por cuestionar ciertas ideas que algunos asumen como verdades absolutas: «Los niños pequeños no pueden prescindir de los celulares». Eso no tiene nada de científico, es solo una creencia.

Durante los primeros años, el cerebro de un niño experimenta un rápido crecimiento y desarrollo, y las interacciones con el mundo real son fundamentales para estimular su imaginación, creatividad y habilidades sociales. Para cuando sea indispensable usar estos dispositivos, el niño estará mucho mejor preparado.

Tags:

desarrollo infantil, infancia, moratoria de pantalla, primeros años, restricciones, Tecnología

Si el gobierno comete este 19 de julio la bestialidad de reeditar la represión asesina de diciembre y enero, habrá puesto el primer peldaño para su inminente caída. Hasta ahora esperamos una disculpa auténtica, sanción política a los responsables y su respectivo procesamiento penal, y esa ausencia explica, entre otras varias razones, la alta desaprobación del régimen, sobre todo en las regiones donde la represión se desató inmisericorde.

Lo que corresponde en una democracia y en un Estado de Derecho es que las protestas y las marchas se respeten y cautelen. Y si se produjera algún desborde violento, pues proceder a la inmediata captura y detención del vándalo, su pase a la fiscalía y su procesamiento penal respectivo.

No hay pena de muerte por protestar, ni siquiera por bloquear una carretera, cerrar un puente o intentar tomar un aeropuerto. La policía o la fuerza armada solo puede hacer uso de sus armas letales en caso peligre su integridad vital o la de otros ciudadanos.

El problema de fondo es que si el terruqueo ya es moralmente deleznable en la sociedad civil o la clase política, resulta altamente riesgoso si lo asumen los hombres de uniforme, que creen, en muchos casos, que en este tipo de protestas están enfrentando a terroristas encubiertos (lo vimos en declaraciones grabadas a policías durante la incursión en la San Marcos).

Con esta actitud, el gobierno, en lugar de despertar temor en la ciudadanía, la alienta a salir a protestar, porque hay evidente molestia en el país por una gestión mediocre y por un Congreso corrupto y deleznable. La gente está harta y por más que haya una agenda izquierdista que quiera reciclarse con esta marcha, se entiende que a ella se sumen porciones ciudadanas independientes y sin agenda ideologizada.

El Ejecutivo tiene que saber leer la realidad. Y ésta le exige un cambio radical de gestión, no solo política sino también económica e institucional. El país no llega indemne al 2026 si las cosas siguen como están. Fuera de la agenda politizada de los convocantes oficiales de la marcha, la demanda ciudadana de fondo no puede ser soslayada y muchos menos reprimida abusivamente.

 

Tags:

cambio radical, demandas ciudadanas, Democracia, represión en protestas, respeto, seguridad

[EN EL PUNTO DE MIRA] Julio Hevia dijo en una entrevista, poco antes de que partiera a la eternidad, que “el DNI del peruano era el habla, la comida y la bebida”. Razón no le faltaba. Ayer, luego de escuchar casualmente una conversa en jerga por las calles de Lima, mientras pensaba sobre qué tema escribir para mi columna de hoy, me dije “nosotros, los peruanos, tenemos identidad más allá de la escarapela y el desfile militar, pero no nos damos cuenta”.

¿Por qué sostenía eso Hevia? Porque el peruano en esas tres acciones genera condiciones democráticas de convivencia. Hablar, comer y beber integran a los peruanos positivamente, generan espacios para compartir anécdotas, encuentros con el pasado que dialoga con el presente. Se rompen barreras.

Hace uno años atrás sostuve eso —en un Congreso sobre temas chinos—, en un texto que escribí sobre el chifa como elemento integrador y democratizador. Casualmente encontré un tema muy importante, que habría que decirlo en voz alta: por qué no pensar desde temas cotidianos —como la bebida, la cocina y el habla— nuestra identidad como peruanos rumbo al Bicentenario de la Independencia del país.

A través de esos temas se rompen prejuicios que hasta el día de hoy nos embargan como sociedad; como el racismo, el clasismo y la imposición de ideas. Hugo Neira dijo: “El peruano se odia profundamente”. Sobre el habla, cotidianamente —mediante el uso de jergas— no hacemos más que permitir que culturas diversas (desde geográficas hasta urbanas) integren nuestra lenguaje cotidiano. Y mediante el diálogo, por extensión, aportamos al espacio público. Escucharnos es importante para reconocernos como iguales ante la ley y para sincerarnos como personas.

En lo que respecta a la comida, Gastón Acurio afirmó en una entrevista que “la cocina es amor, tolerancia y compartir”, porque permite —en el diálogo de los insumos con los que se prepara un platillo— el encuentro de diversas culturas y diversos tiempos, además de generar canales de conversación y entendimiento.

Ni qué decir de la bebida, que es un elemento que nos permite un diálogo sin parangón. Claro está, sin excesos. A través de ella vencemos el miedo y podemos expresar lo que pensamos y lo que sentimos. Nos vuelve alegres y jocosos.

Es el momento de que contemos en la currícula escolar con temas como la cocina porque —como ya se explicó líneas arriba— nos permite entrar en algo importante del ser humano; aparte de las condiciones democratizadores que genera, como la sensibilidad. En un país de feminicidios, violencia sexual, racismo e imposición de ideas, la cocina aportaría al buen entendimiento y respeto entre los peruanos y peruanas de todas las condiciones sociales. En otras palabras, aportaría a la moral pública del país.

Pensarnos en estos 200 años de la Independencia parte por hacer políticas públicas efectivas, a partir también de la cocina.

 

 

Tags:

bebida, Bicentenario de la Independencia., comida, DNI del peruano, identidad peruana

Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) fueron parte esencial de las iniciativas de reforma planteadas por la comisión Tuesta, pero se suspendieron en las últimas elecciones por la pandemia. Hoy deben ser asumidas como filtro obligatorio ante la avalancha de partidos que se está inscribiendo.

Los propios partidos del statu quo no las quieren, claro, prefieren seguir manteniendo el esquema de que los candidatos presidenciales y las listas parlamentarias se decidan prácticamente a dedo, por los “dueños” de los partidos. Así, se diluye la posibilidad de generar una situación que les convendría a ellos mismos, ya que las PASO no tienen otro propósito que reforzar a los partidos políticos, piedra angular de una democracia más funcional que la que tenemos.

Si este mecanismo, que se aplica con éxito en varias democracias del mundo y de la región, se aplicase en el Perú, influiría en gran medida para que un poder integrado por partidos, como es el Congreso, recupere algo de la legitimidad y representatividad que en nuestro país ha venido perdiendo paulatinamente (cada Parlamento es más desacreditado que el anterior), hasta llegar a los límites actuales, con un poder del Estado con aprobación que apenas llega al 6%, según algunas encuestas.

Los partidos políticos son una parte fundamental de la democracia. Son las organizaciones que canalizan las demandas de los ciudadanos y las llevan a las instituciones gubernamentales. Sin partidos políticos, la democracia sería una mera formalidad, sin capacidad de representar los intereses de la mayoría.

Los partidos políticos no son perfectos, y a menudo se ven envueltos en luchas de poder y corrupción. Sin embargo, son una parte esencial de la democracia, y su función es básica para el funcionamiento de las instituciones gubernamentales.

Los partidos políticos son los pulmones de la democracia. Sin ellos, la democracia sería una máquina sin combustible, incapaz de funcionar. Ellos son los encargados de llevar el oxígeno de la participación ciudadana a las instituciones gubernamentales, y de asegurar que éstas funcionen en beneficio de la mayoría.

Hay que recuperar la legitimidad del establishment democrático en el país. Lo que hoy sucede no es solo culpa del gobierno de Boluarte. Es parte de un proceso histórico de paulatino deterioro, que, si no hacemos algo para remediarlo, irá de mal en peor, alentando la posibilidad de aventuras autoritarias y radicales.

La del estribo: agenda obligada de la cartelera teatral acudir al Teatro de Lucía a espectar Hasta que la muerte nos separe, con la dirección del gran Alberto Isola y las actuaciones de Sandra Bernasconi, Javier Valdés, Roberto Ruiz, Airam Galliani, Antonella Gallart y Sol Nacarino. Va hasta el 21 de agosto y las entradas se venden en Joinnus.

 

Tags:

Congreso, Democracia, elecciones primarias, PASO, Perú

[MENTE ABIERTA] Etiquetas diagnósticas en redes sociales

En primer término, debemos abordar los peligros del autodiagnóstico a partir de contenido psicológico que encontramos en revistas e internet, sobre todo en redes sociales como Instagram o Tiktok, bajo títulos cómo “5 señales de que eres bipolar”, “Red flags que de tu pareja puede tener trastorno de personalidad límite”, entre otros.   Estos contenidos son denominados psicología folk o “de bolsillo”, para referirse al pseudo conocimiento psicológico informal, simplista, no verificado y carente de cientificidad, que circula, hoy más que nunca en las redes.

Este contenido resulta un arma de doble filo. Por un lado, genera conciencia en la población sobre la importancia de la salud mental, pero, por otro, la información corta y no verificada puede llevar a los lectores a una malinterpretación  y sobre todo a auto diagnosticarse sobre un trastorno que no necesariamente tienen.

Las consecuencias de ello pueden ser muy negativas para la autoestima, como perpetuar estereotipos dañinos, generar malestar emocional y retrasar la búsqueda de ayuda profesional.

Además, es muy posible que la persona que consume psicología folk caiga en lo que se llama “profecía auto cumplida”, una creencia inicial, aunque sea falsa o infundada, que se convierte en realidad debido a que las personas actúan de manera coherente con esa creencia, lo que finalmente lleva a que la profecía se cumpla.

Revisemos un ejemplo. Jorge, un estudiante de ingeniería, encuentra en Instagram a un influencer que sufre de déficit de atención y quiere llamar a concientización sobre este trastorno. Ahí ve que algunos de los síntomas son la dificultad para mantener la concentración, problemas al momento de seguir instrucciones y capacidad de organización muy baja. “Dios mío, yo tengo estos síntomas, o sea que podría tener déficit de atención, con razón se me dificultan tanto los estudios”, piensa Jorge preocupado, más aún cuando lee sobre supuestas consecuencias devastadoras para quien sufre de este trastorno, como riesgo elevado de caer en adicciones a sustancias, fracaso académico y pobre rendimiento laboral.

Al quedar convencido de que sufre de déficit de atención, Jorge nota con mucha mayor frecuencia que se le dificulta concentrarse y organizar sus quehaceres diarios, decayendo su rendimiento académico y su confianza en sí mismo, pero culpa de ello a un supuesto desbalance químico cerebral e incluso deja de esforzarse como debiera en los estudios, pues lo considera un esfuerzo inútil, tomando en cuenta la condición que considera tener. En realidad, podría ocurrir simplemente que a Jorge no le gusta la carrera que eligió, ingeniería de sistemas, a la cual atribuía la garantía de un futuro laboral seguro. Ahora, en lugar de buscar una solución adecuada, como podría ser cambiar de carrera, se niega a sí mismo la posibilidad de mejorar la situación en la que está, bajo la premisa que padece del trastorno citado, aumentando de paso su frustración y baja autoestima, con riesgo incluso de caer en el hoyo de la depresión.

El rol de las etiquetas en un proceso terapéutico

Pero las etiquetas pueden ser nefastas, no solo en la referida psicología folk, sino muchas veces también cuando un psicólogo clínico o un psiquiatra realizan el diagnóstico cayendo en el sesgo de confirmación “de manual”, con resultados similares a los señalados. Al ofrecer un tratamiento inadecuado o, en el peor de los casos, que la cura sea peor que la enfermedad, al no reparar en la experiencia completa y subjetiva, la diversidad y el contexto, entre otros factores fundamentales de la historia clínica.

Volvamos al ejemplo de Jorge. Si finalmente busca ayuda profesional y se le confirma el diagnóstico de déficit de atención, a partir de sesiones en las que le da mucho énfasis a estos pocos síntomas y sin indagar más profundamente, se expone a perder su tiempo al recibir un tratamiento terapéutico para “curar” un mal que no padece e incluso a que aparezcan nuevos síntomas, como ansiedad y baja autoestima, al ver confirmados sus temores sobre el trastorno que supuestamente padece.

Peor aún, Jorge podría ser derivado por el psicólogo clínico a un psiquiatra quien probablemente le recetará medicinas que alterarán su química cerebral y le pueden provocar peligrosos efectos secundarios. Sobre este punto debemos agregar que, bajo la lupa de los manuales de diagnóstico, cada vez son más los pacientes que reciben de los psiquiatras psicofármacos para tratar el déficit de atención (sobre todo en niños), la depresión o la ansiedad, cuando podría haber alternativas menos invasivas.

Otro aspecto que debemos señalar sobre los efectos en el paciente de las etiquetas diagnósticas en psicología, son las dificultades en el camino para llegar a un equilibrio y adaptación adecuadas. Para muchos, escuchar que padecen un trastorno psicológico puede sonarles como una condena de la que no se podrá escapar.  Adicionalmente, algunos psicólogos recalcarán al paciente que deberán aprender a “convivir” con el trastorno diagnosticado; vale decir que este estará presente en su vida sin importar qué haga, como una bestia que tiene que aprender a domar porque si no, será ella quien lo dome.

De otro lado, cabe recalcar que tanto psicólogos como psiquiatras tienen efectivos métodos para confirmar los diagnósticos y prevenir falsos positivos, pero esto tampoco garantiza necesariamente que la respectiva etiqueta sea de utilidad para su proceso terapéutico pues, al igual que en el caso anterior, el paciente no escapa a los efectos negativos de la estigmatización y de la profecía auto cumplida.

Por supuesto, es innegable que existen innumerables casos de pacientes que deben convivir con un trastorno diagnosticado de carácter limitante, el cual requerirá, según sea el caso, medicamentos y terapia constante. Pero aún en estos casos, queda en entredicho la necesidad de que al paciente se le haga conocer una etiqueta y, más bien, un enfoque más sano sería el de guiarlo a través de su historia, sus síntomas y sus opciones de tratamiento, más que en los perjudiciales estereotipos.

En defensa de los diagnósticos psicológico y psiquiátricos, es imposible decir que, aún con todo lo mencionado anteriormente, se hayan vuelto obsoletos. Sin duda, hay gran variedad de casos en los que estos son necesarios para encontrar un tratamiento, como cuando el paciente necesita de medicamentos con urgencia y es a partir del conjunto de síntomas que se prescriben. Además, la investigación en psicología clínica se basa casi en su totalidad en estos conceptos para seguir generando conocimiento.

En última instancia, la controversia que rodea al concepto del diagnóstico psicológico no debe tratarse desde lo absoluto ni lo dogmático. No es una herramienta que la psicología deba abandonar, pero sí cuestionar y adaptar a las nuevas tendencias de salud mental que se están manifestando en la actualidad. El propósito de estos diagnósticos siempre debe ser dar agencia al paciente de actuar frente a su condición de manera positiva y no encasillarlo en una etiqueta que más se asemeja a una condena. Un paso a favor de esto sería implementar un enfoque diagnóstico que tome en cuenta la variación continua de los síntomas y una visión más integradora de factores sociales, biológicos, culturales y ambientales.

 

Tags:

Debate, diagnóstico psicológico, etiquetas diagnósticas, psicología, Salud Mental
x