Opinión

El 82.4%, preguntado por IEP por quién votaría si se adelantasen las elecciones, señala que no sabe, no precisa o que por ninguno. Al 43%, según Datum, le interesa poco informarse sobre política y al 28% simplemente no le interesa. A un 68%, según IEP le interesa poco o nada la política. Un 42%, según Ipsos, no se identifica ideológicamente ni de derecha, ni de centro ni de izquierda.

Bolsón electoral presto a ser conquistado e indicador, por ende, de que nada está dicho para las elecciones presidenciales venideras, sueñan los candidatos más optimistas que aún no aparecen en el radar.

Sin duda, hay un porcentaje de indecisos al interior de los resultados estadísticos mostrados, que a la hora nona, terminarán decidiendo razonablemente, pero el grueso de los que aparecen allí son ciudadanos anómicos a los que no les va a interesar quién candidatea sino al momento de estar parado en la cola para ingresar a votar y terminará haciéndolo por el que esté de moda, el que más excéntrico le parezca, el que más joda al resto.

Años de destrucción del debate público, de la ausencia de políticas públicas que ameriten una discusión alturada, de ausencia de políticos (que se esconden para recién aparecer cada cinco años), carencia de cuadros tecnocráticos en el ámbito político, por más explosión de politólogos de la que seamos testigos, la desvinculación de la academia, la farandulización de los grandes medios de comunicación, son, entre otras razones, las causas de esta situación harto peligrosa para la sostenibilidad democrática del país.

Ese ciudadano descrito en las encuestas no vota por buenos candidatos, por programas de gobierno, por equipos tecnocráticos y políticos por más años que haya costado labrar, no se fija siquiera en la lista de candidatos al Parlamento. Es un voto antisistema por naturaleza y difícilmente va a aminorar de acá al 2026.

Ese es el lecho rocoso sobre el que se va asentar la jornada venidera y sería bueno desde ya que los candidatos decentes establezcan campañas ad hoc para ese público (hay tácticas de microfocalización que hoy permiten llegar a niveles o segmentos focalizados pequeños con relativa precisión). Si no, serán desbordados y ni se enterarán por qué.

Tags:

elecciones 2026, Encuestas, votantes 2026

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), la inseguridad alimentaria es la carencia de acceso continuo a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un adecuado crecimiento y desarrollo, que le permitan a un individuo llevar una vida activa y saludable.

Para medir la inseguridad alimentaria se utiliza una escala que se basa en ocho preguntas sobre el acceso a una alimentación adecuada. Así, se identifican tres niveles de gravedad: leve, moderada y grave:

  • Es leve para quienes experimentan incertidumbre sobre su capacidad para obtener alimentos.
  • Es moderado si además de la incertidumbre no tienen suficientes recursos para llevar una dieta saludable y se quedan sin alimentos ocasionalmente.
  • Es grave cuando las personas se quedan sin alimentos y pasan todo un día sin comer en varias ocasiones durante el año.

El reciente informe anual de la FAO sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo es deprimente. Por tercer año consecutivo el hambre sigue siendo un problema mundial muy grave: entre 713 y 757 millones de personas no tuvieron acceso a alimentos en 2023. A nivel global, la proyección de la FAO es que a finales de esta década 582 millones de personas estarán crónicamente desnutridas.

Según el informe, los principales factores para el incremento del hambre en el mundo son los conflictos, las crisis económicas y el cambio climático. Este último fue el principal factor de la inseguridad alimentaria y malnutrición en 2023.

Si bien América del Sur muestra una reducción de inseguridad alimentaria, el Perú empeoró. En 2023, en nuestro país, 17.6 millones de personas padecieron de inseguridad alimentaria moderada o grave. Esto significa que el 51.7% de la población peruana se encuentra en esta situación. De esta cifra, 6.9 millones padecieron de inseguridad alimentaria grave, lo que representa un 20.3% de la población. Así, en comparación con los demás países de América del Sur, el Perú presenta el porcentaje más alto. 

La inseguridad alimentaria en Perú afecta tanto a las áreas urbanas como rurales, aunque es en las zonas rurales donde se observa una mayor concentración de personas en situación de vulnerabilidad. Esto se debe a la pobreza, pero también al limitado acceso a alimentos nutritivos y la dependencia de la agricultura como un medio para subsistir. Con la presencia del fenómeno de La Niña en el Perú y la llegada de heladas en las regiones de la sierra, como Puno, Tacna, Huancavelica, Pasco, Junín, la agricultura se verá perjudicada. 

Como dato adicional, el costo diario per cápita de una dieta saludable en Perú aumentó progresivamente, pasando de 3.28 dólares por persona en 2017 a 4.00 dólares por persona en 2022.

Ante esta situación, los gobiernos de la región, en colaboración con organizaciones internacionales y locales, han implementado diversas iniciativas para abordar la inseguridad alimentaria. Pero hacen falta más acciones, por ejemplo, construir sistemas alimentarios resistentes al clima es ahora urgente.

Tags:

alimentación, FAO, Inseguridad alimentaria, Sostenibilidad

Keiko Fujimori ha recibido un claro impulso a su candidatura con la muerte de su padre y la imagen de reconciliación familiar que conllevó la buena relación entre ambos al final de la vida del exmandatario.

Según Ipsos, el recuerdo de Alberto Fujimori es altamente positivo. Un 44% siente pena por su muerte; 6% alegría. Preguntada la ciudadanía sobre el impacto de Fujimori en la historia, 61% dice que será más positivo y 31% más negativo. Un 56% se muestra de acuerdo con la rendición de honores, un 39% en desacuerdo.

Dependerá obviamente de Keiko Fujimori sacar partido de ese activo, porque, en principio, la mayoría estima que disminuirá la fuerza del fujimorismo, pero la lideresa de Fuerza Popular ya demostró saber sacarle manteca al albertismo en las elecciones del 2021. Probablemente haga lo propio para las del 2026.

Todo ello altera un poco la perspectiva electoral que de antemano existía (que dos candidatos de la izquierda radical pasen a la segunda vuelta) y recoloca a Keiko Fujimori en el partidor (ya las encuestas la colocan con alrededor de 10% de intención de voto, con lo cual pasa probablemente a la vuelta definitoria).

A ver si con eso, los candidatos de la centroderecha entienden que el rival a derrotar no es, en la primera vuelta, la izquierda, sino Keiko Fujimori. El antifujimorismo, habitualmente identificado con la izquierda, tendrá que pasar a ser una parte del arsenal político de la centroderecha.

Material de sobra tienen. El autoritarismo y corrupción de los 90 deberán ser traídos al presente. La irresponsabilidad macroeconómica del segundo mandato de Alberto Fujimori. La violación constitucional de querer una segunda reelección. Su postulación al Senado japonés. Su encubrimiento al grupo Colina. Etcétera, etcétera.

Una derecha liberal antifujimorista deberá ser el signo político que adquiera cualquier candidatura que pretenda encaramarse por encima de Keiko Fujimori y evitar que sea ella la que pase a la segunda vuelta y seguramente pierda la elección contra quien se le ponga al frente. Normalmente, el antifujimorismo se activa en la segunda vuelta. Será responsabilidad de la centroderecha (porque a la izquierda le conviene que su rival sea Keiko Fujimori), quien se encargue de ello.

Tags:

derecha peruana, Keiko Fujimori, pie derecho

[La columna deca(n)dente] Hoy nos enfrentamos a una de las más graves amenazas contra la vida, la seguridad y el derecho al trabajo: el crimen organizado. Los transportistas se han visto obligados a paralizar sus labores, no por capricho, sino como un acto desesperado en defensa de sus vidas. Este paro es un grito de auxilio ante la extorsión, la violencia y el terror que imponen las mafias criminales.

Estas organizaciones, fortalecidas por leyes que favorecen sus acciones gracias al Congreso y por la colosal inacción del gobierno, han llegado al extremo de disparar contra las unidades de transporte, lanzar granadas, quemar vehículos y asesinar a conductores que no pagan los llamados “cupos”. Ante esta brutalidad, los transportistas han decidido suspender sus actividades como única forma de exigir protección y justicia. Hoy, más que nunca, el gobierno y el Congreso tienen el ineludible deber de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y su derecho a trabajar en libertad, sin temor a perder la vida.

Un Estado que no puede proteger a su población se convierte en un Estado fallido. Las leyes, en lugar de combatir la criminalidad, han otorgado a estas organizaciones criminales una mayor capacidad de acción. Esas leyes, lejos de frenar el avance del crimen, han empoderado a las mafias, exacerbando su violencia y control sobre sectores como el transporte y los pequeños negocios.

La negativa del Congreso a derogar las leyes que claramente han fortalecido al crimen organizado es, cuando menos, preocupante. ¿Cómo se explica que congresistas de Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Perú Libre, Podemos, entre otros, cuya principal responsabilidad es velar por el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos, insistan en mantener normas que benefician a las mafias? Esta pasividad, que raya en complicidad, genera sospechas de intereses comunes con las organizaciones criminales para garantizar su impunidad. La inacción del Congreso no solo perpetúa la violencia, sino que lo convierte en un actor clave en la crisis que enfrenta el país. El silencio legislativo, frente a la creciente evidencia de que estas leyes alimentan el caos y la inseguridad, es una traición directa a los ciudadanos. La falta de voluntad política para revertir estas normativas plantea una dolorosa pregunta: ¿quiénes se benefician realmente de esta protección legal a las organizaciones criminales?

Finalmente, exigimos al gobierno, al Congreso y a todas las autoridades competentes que tomen medidas urgentes y efectivas para desmantelar estas organizaciones. No podemos permitir que el país se hunda en el caos, donde la vida y la seguridad de los ciudadanos se vuelven negociables. Es momento de actuar con firmeza: derogar las leyes que favorecen al crimen organizado y restaurar la confianza en las instituciones. El país necesita un gobierno que proteja a sus ciudadanos, defienda la vida y recupere el control de la seguridad. La vida es el valor más sagrado y está en juego. ¡No más inacción, no más impunidad, no más leyes que favorecen la criminalidad!

Tags:

complicidad, Congreso, Gobierno, inseguridad, leyes pro-crimen

[La Tana Zurda]  A inicios de octubre, la prestigiosa Universidad Estatal Metropolitana de Denver será el espacio propicio en el que dos talentosos académicos peruanos, Chrystian Zegarra y Enrique Bernales Albites, reconocidos por sus aportes a la literatura (ambos forman parte del grupo poético de finales de los noventa Inmanencia), comentarán un reciente libro de novedoso enfoque titulado Estruendo mudo: cine silente y sonoro en la literatura iberoamericana (1895-1947). (UCSS, 2023). Este evento promete ser un encuentro de alto nivel académico, donde las ideas innovadoras de estos autores ofrecerán una mirada fresca sobre la relación entre cine y literatura en el contexto iberoamericano. La Universidad Metropolitana de Denver será el escenario ideal para este intercambio intelectual que fortalece los lazos entre el arte, la academia y el pensamiento crítico.

Esta antología recoge varios artículos los cuales dan cuenta de la importancia del cine en la literatura y de la manera en que ambas expresiones artísticas se complementan. A través de un análisis riguroso, los ensayos revelan cómo el cine ha influido profundamente en las estructuras narrativas y en las temáticas de numerosos autores. El libro reúne un grupo de aproximaciones a la producción de escritores canónicos iberoamericanos quienes de diversas maneras fueron influenciados por el arte cinematográfico. Estas influencias no solo enriquecieron las obras literarias de la época, sino que también ampliaron el horizonte creativo de los autores, al abrir nuevas formas de imaginar y representar la realidad social, cultural y política de su tiempo. Poner el título de algunos artículos y el nombre de sus autores a modo de ejemplo. 

Uno de los académicos que presentarán esta obra, Roberto Forns-Broggi (Metropolitan State University of Denver) ha adelantado la siguiente opinión: “Un libro como este es un paso, aunque pequeño y humilde, genuino y sólido, hacia un futuro que nos une. Al menos que une cine y literatura, tal vez como un reflejo de lo que es capaz el espíritu creativo en un tiempo de severas y recurrentes crisis políticas, económicas y ecológicas: herramientas y perspectivas que se pueden usar para apropiarse de los logros de las películas y utilizarlas en contextos y situaciones de hoy y del futuro, especialmente en el terreno fértil e influyente de la imaginación literaria”(señalar dónde dice esto). Forns-Broggi resalta el poder transformador de este diálogo entre cine y literatura, subrayando su relevancia en tiempos de incertidumbre global. Para él, esta obra no solo es un testimonio de la riqueza cultural de ambas disciplinas, sino también una invitación a reflexionar sobre su capacidad para generar nuevas formas de resistencia y adaptación. 

Este libro de Zegarra y Bernales Albites invita al estudioso latinoamericano, y al lector en general, a entender con argumentos sólidos y ejemplos convincentes la influencia del cine de finales del siglo XIX a mediados del siglo XX en la literatura latinoamericana. Los ensayos reunidos nos sumergen en una época de cambio en la cual las sociedades iniciaban un periodo de transformación al convertir sus ciudades en grandes áreas metropolitanas para dejar de ser una suerte de “pueblos grandes” del siglo XIX. Este proceso de modernización, impulsado por la expansión del cine como forma de entretenimiento y arte, también dejó su huella en las sensibilidades literarias de la época. Así, los autores de la antología logran mostrar cómo la literatura absorbió el lenguaje visual y narrativo del cine, fusionando ambos medios en una sinergia creativa única.

En conclusión, Estruendo mudo es una obra que abre nuevas rutas de exploración académica, permitiendo a los lectores comprender la profundidad y complejidad del intercambio entre el cine y la literatura en el ámbito iberoamericano. Zegarra y Bernales Albites han logrado compilar un conjunto de ensayos que no solo analizan la historia del cine y la literatura, sino que también establecen un puente entre ambas artes, revelando cómo estas se enriquecen mutuamente. Este libro es, sin duda, una contribución valiosa para los estudios literarios y cinematográficos, y su impacto se sentirá en los años venideros, al inspirar nuevas investigaciones y lecturas interdisciplinarias.

La cita para conocer más sobre este libro es el próximo viernes 4 de octubre a las dos de la tarde en que se llevará a cabo un conversatorio sobre este libro a cargo de los editores del volumen, los ya mencionados Bernales Albites y Zegarra, más el estudioso Forns-Broggi.  El evento será en Tivoli Student Union, Auraria Campus, Room 640.  Todos están cordialmente invitados.

 

 

Tags:

Cine, literatura iberoamericana, modernización, Tecnología

[El dedo en la llaga] El 25 de septiembre de 2024 el Papa Francisco ordenó la expulsión del Sodalicio de diez miembros de alto perfil. Un paso necesario pero que a mí, como víctima del Sodalicio, me deja un sabor amargo, pues la historia pudo haber sido distinta. Pero no lo fue.

Debo admitir se trata en gran parte de personas con las cuales viví bajo el mismo techo y con las cuales compartí momentos importantes de mi vida. No voy a negar que hubo tanto situaciones gratas como ingratas, pues tanto en las sectas como en las organizaciones criminales sus miembros también tienen momentos de camaradería, solidaridad y gozo compartido como en cualquier familia. Y siguen siendo tan humanos como cualquiera.

Al único que no conozco personalmente es al P. Daniel Cardó. Mi relación con Eduardo Regal, con quien nunca compartí techo, también es lejana. Pero en la lista está mi hermano Erwin, a quien personalmente sólo puedo reprocharle no haber escuchado las advertencias que oportunamente le di en el año 2010 sobre lo que podía pasar en el Sodalicio y que trató de convencerme de que sufría el síndrome de Asperger —un cuadro de autismo— para que dejara de publicar los textos que comencé publicar en mi blog Las Líneas Torcidas en noviembre de 2012. Eso no quiere decir que yo niegue los abusos y delitos que se le imputan.

Está Mons. José Antonio Eguren, quien me casó el 29 de noviembre de 1996 cuando aún era párroco de Nuestra Señora de la Reconciliación.

Está Miguel Salazar, quien fuera mi mejor amigo, con el cual iniciamos juntos el recorrido dentro del Sodalicio de Vida Cristiana en diciembre de 1978, siendo los dos menores de edad, y quien me apoyó durante los últimos siete meses —de diciembre de 1992 a julio de 1993— que viví en comunidades sodálites —esta vez en San Bartolo— para que pudiera salir de comunidad y pudiera poner poner pie en el mundo y así iniciar una nueva etapa de mi vida. Para él va un agradecimiento al final de mi libro aún inédito: «A Miguel Salazar, por su amistad y comprensión, sin las cuales no hubiera podido salir del hoyo en que me encontraba».

Más aún, en la etapa posterior a mi salida de comunidad, también conté con su apoyo, tal como lo describo en una parte de mi libro mencionado:

«Pasaría mucho tiempo antes de que me diera cuenta de que para ellos yo era solamente un fracasado, alguien que había abandonado el camino para el cual estaba originalmente llamado, una especie de “traidor” arrepentido, y como adherente sodálite mi compromiso era de segunda categoría y no ostentaba la radicalidad y entrega del compromiso de los sodálites de vida consagrada. Sólo Miguel Salazar seguiría confiando en mí, aconsejándome en mi vida espiritual y permitiéndome ayudar en algunas tareas de formación de comunidades sodálites, hasta que las circunstancias de la vida impidieron que siguiera prestándome ese apoyo. Fue enviado posteriormente a Colombia, y la distancia física junto a las obligaciones contraídas hicieron que nuestros caminos se separaran y la comunicación fuera cada vez más rala y distante. Aún así, si hoy me preguntaran a quien considero el sodálite mas honesto, sensato y generoso que haya conocido y que todavía forma parte de las filas del Sodalicio, no dudaría ni un solo momento en mencionar su nombre. Aunque Rafael Ísmodes y Manuel Rodríguez también estarían entre mis candidatos».

Y también debo mencionar que el P. Rafael Ísmodes —cuando aún no era cura— estuvo conmigo, junto con el ahora exsodálite Francisco Rizo-Patrón, bajo el mismo régimen disciplinario en esa última etapa que pasé en una casa de formación en San Bartolo. Debo acotar que las casas de San Bartolo no sólo eran centros de formación, sino también de re-educación para sodálites que estaban pasando por momentos de crisis, que eran puestos bajo un régimen especial con el fin de “sanear” su vocación sodálite.  En otra palabras, para profundizar el lavado de cerebro y lograr un formateo mental perfecto. Por eso también eran conocidas coloquialmente como la “Siberia”. Por ahí pasaron en su momento el abusador sexual Jeffery Daniels y el ahora adherente sodálite (asociado del Sodalicio con vocación matrimonial) Julián Echandía.

Está Humberto del Castillo, a quien recuerdo como un sodálite de mentalidad primitiva, capaz de asimilar las máximas de la ideología sodálite sin mayor reflexión y aplicarlas en las personas a su cargo de manera tosca y grosera. Una vez en San Bartolo lo escuché decirles a algunos hermanos de comunidad que dormían la siesta tendidos bocabajo en su camas: «Cuidado, que el aire es macho».

También está Óscar Tokumura, de ascendencia japonesa, quien algún de momento de 1990 me pidió que lo acompañara al cine a ver “Los sueños de Akira Kurosawa”, entonce la última película del cineasta japonés, el mismo día en que su hermano menor sufrió un secuestro express, de lo cual nos enteramos cuando regresamos a la comunidad.

Está también Ricardo Trenemann, con quien —junto con Mario “Pepe” Quesada y Alejandro Bermúdez— iniciamos el grupo musical Takillakkta. De él escribí lo siguiente en mi primer blog, La Guitarra Rota:

«Con su carácter sereno y conocimiento musical, le dio medida y orden a los temas interpretados por el conjunto, a la vez que contribuía con arreglos musicales que le daban más lustre a mis composiciones. Cuando tocaba el charango, desataba la energía interior que, por lo general, mostraba de manera contenida. Gracias a su crucial aporte, Takillakkta se libró muchas veces de caer en la anarquía musical. Sin su colaboración, muchas de mis canciones no tendrían la forma que revisten actualmente».

De Alejandro Bermúdez sólo tengo que decir que lo sufrí personalmente cuando viví con él en comunidades. Con una personalidad irascible, violenta y agresiva, era capaz de dejar heridas del alma en quienes tenían trato con él. Recuerdo que en algún momento de los años 80, cuando yo vivía en la  comunidad sodálite de San Aelred en Magdalena del Mar y el superior era José Ambrozic, había un hermano de comunidad que había iniciado, con un producto estrella que era un pan integral de fabricación casera, un negocio de panadería, cuyos ingresos iban destinados al proyecto de ayuda social iniciado por él que se llamaba “Pan para mi hermano”. Un día en la noche sonó el teléfono en la comunidad. Era un vecino que avisaba que estaban intentando robar en la panadería. Inmediatamente salieron hacia el local Alejandro Bermúdez y Alfredo Ferreyros, logrando atrapar a uno de los delincuentes. Según nos contó José Ambrozic al día siguiente durante el desayuno, en presencia de un Bermúdez y un Ferreyros de caras compungidas, le habían dado tal paliza al ladrón, que tuvieron que hospitalizarlo.

No obstante, aún así escribí lo siguiente sobre Bermúdez en La Guitarra Rota:

“De carácter enérgico, temperamento fogoso y verbo florido, supo insuflarle fuerza a nuestras presentaciones y hacer que el público vibrara intensamente con nuestras interpretaciones. A la vez dio espacio a cada uno de los demás miembros del grupo para que pudiera brillar personalmente, dentro de un aliento colectivo marcado por una compenetración mutua. No se trató nunca del Takillakkta de Alejandro Bermúdez, sino del Takillakkta de todos nosotros con Alejandro Bermúdez como su motor interno”.

Hay quienes me dirán que estoy defendiendo a abusadores. O quizás humanizándolos. Acusación que me parece del todo absurda, pues a quienes han cometido faltas y delitos no es necesario humanizarlos. Se trata de seres humanos como cualquiera. Hay que recordar que la filósofa judía Hannah Arendt describió al criminal Adolf Eichmann, colaborador responsable en la ejecución del Holocasuto judío, como una persona muy normal. «A pesar de todos los esfuerzos de la fiscalía, todo el mundo podía ver que este hombre no era un monstruo». El concepto de Arendt de “la banalidad del mal” también es aplicable al Sodalicio. Se trata de personas normales que han sucumbido a las exigencias de un sistema de abusos regido por la obediencia absoluta, y han colaborado entusiastamente con él, sin tomar conciencia del formateo mental a que han sido sometidos. «Las condiciones del terror llevan a que la mayoría de la gente cumpla con lo esperado», concluye Hannah Arendt. Por eso mismo, siempre ha abrigado el temor de que, si yo hubiera permanecido en el Sodalicio, me habría convertido probablemente en otro abusador más.

Sin embargo, eso no disminuye la responsabilidad de los diez expulsados, pues hay quienes hemos logrado superar con mucho esfuerzo y al precio de un alto costo personal el control mental a que hemos sido sometidos. La negativa a aceptar criterios y razonamientos externos al Sodalicio y su insistencia en que tienen la conciencia limpia y habrían hecho lo correcto sería la prueba palpable de que los expulsados no han logrado superar ese control mental, requisito indispensable para formar parte del Sodalicio. A decir verdad, no se puede ser sodálite sin avalar el sistema de abusos propio de la institución, sin ser cómplice de encubrimiento, más aun cuando poco se ha hecho para reparar a las víctimas y otorgarles justicia. Quienes en el Sodalicio, por obra de esos resquicios de libertad que siempre quedan, se han resistido a participar de estas características han terminado a la larga fuera de esta institución sectaria.

Por todo lo dicho, no puedo leer esta expulsión colectiva desde una perspectiva maniquea como un triunfo de los buenos sobre los malos. Ciertamente, ha sido un paso necesario e ineludible. Pero en esta historia no hay buenos intachables contra malos irredentos, sino simplemente seres humanos arrastrados por esa vorágine tóxica llamada Sodalicio, donde sólo hay vencidos: las víctimas evidentemente —que han perdido lo mejor de sus vidas gracias a ese sistema corruptode fachada religiosa hipócrita y que aún siguen esperando que se haga justicia — y los victimarios, que han pervertido sus mejores flores de humanidad para ponerlas al servicio de un sistema violador de derechos humanos básicos. Un sistema sectario maligno, que ha arruinado la vida de muchas personas.

Tags:

Abusos, expulsión, Iglesia católica, Papa Francisco, sodalicio de vida cristiana

Hacen muy bien precandidatos como Carlos Anderson, Rafael Belaunde o Rafael López Aliaga en ser muy críticos del gobierno de Dina Boluarte. Es más, deberían ser más radicales aún frente a un régimen incompetente e indolente como el que nos rige.

La narrativa opositora no puede ser monopolio de la izquierda radical. La centroderecha y la derecha tienen sobradas razones para cuestionar el establishment y de esa manera no ser barridos por el poderoso ánimo contestatario que anida en la población de modo absolutamente mayoritario.

Todas las encuestas, a través de diversas preguntas de sus cuestionarios respectivos, muestran que la ciudadanía está harta del sistema y que si no explota socialmente antes del 2026, se acercará a votar, cuando le toque hacerlo, con un tremendo malhumor, superior inclusive al que mantenía en las elecciones del 2021 y que nos trajeron, por eso, a un improvisado radical como Pedro Castillo.

La izquierda se ha lavado la cara con la caída de Castillo y hoy se presenta como una opción renovada, refrescante, inédita. El pacto derechista Ejecutivo-Legislativo la ayuda lamentablemente, aunque sea históricamente injusto que no asuman la responsabilidad por el desastre calamitoso que significó al paso del Atila chotano por la administración pública. Por eso es doblemente importante que haya voces de centroderecha que también marquen distancia radical del statu quo y le disputen esa narrativa a la izquierda.

Para completar la tarea de “posicionamiento” ideológico, sería importante que líderes como los mencionados al inicio de esta columna sean también ácidos críticos de la actuación política del fujimorismo y del acuñismo. Tanto Fuerza Popular como Alianza Para el Progreso están jugando un rol deleznable en su sostenimiento interesado del gobierno de Dina Boluarte. Le dan sus votos en el Congreso a cambio de prebendas políticas. Tan claro como el agua.

Se va a necesitar nuevos líderes de la centroderecha el 2026, capaces de sacar al país del pasmo en el que se encuentra, que lancen buenos candidatos, armen equipos tecnocráticos y políticos, preparen un buen plan de gobierno, pero que, antes que eso, se coloquen en el lugar correcto del espectro, en este caso, marcando distancia no solo de Boluarte sino también de sus sostenedores.

[PIE DERECHO] El gobierno ha lanzado un plan rimbombante para combatir la inseguridad ciudadana. No va a funcionar. De estados de emergencia, patrullaje militar y demás parafernalia ya estamos cansados en el Perú. Se han hecho antes y no han resuelto nada.

El ministro del Interior, Juan José Santivañez ha dicho que si su plan no funciona dará un paso al costado. Que se vaya preparando para hacerlo porque de hecho lo que propone no va a funcionar.

No sorprende, en todo caso, que el gobierno revele que no tiene la más remota idea de qué hacer frente al problema más grave que hoy nos afecta. Ya es resabido el nivel de inopia que el régimen demuestra frente a los principales problemas nacionales.

Lo que sorprende más es el silencio absoluto de la oposición o los partidos que aspiran a suceder a Dina Boluarte en el poder. Salvo algunas iniciativas congresales para considerar terrorismo urbano a la delincuencia organizada, no se escucha absolutamente ningún plan al respecto.

Solo Antauro Humala y Carlos Álvarez hacen del tema de la seguridad ciudadana el eje de sus narrativas políticas. ¿Han escuchado algo de Keiko Fujimori? ¿De César Acuña? ¿De Rafael Belaunde? ¿De Alfredo Barnechea? ¿De Hernando de Soto? ¿De Guido Bellido?

El silencio es ostentoso, porque pone de manifiesto de que no hay planes al respecto. Lo terrible es que si toca en suerte que alguno de ellos llegue al poder, recién entonces pergeñarán alguna idea al respecto, con los enorme costos de la improvisación frente a un tema que ya amerita un esfuerzo de concertación nacional.

La delincuencia no solo tiene inmensos costos económicos sino que golpea la línea de flotación de la gobernabilidad democrática. En un país donde el 87% de los ciudadanos se siente inseguro cuando transita por las calles de noche, no es dable exigir civismo democrático y lo más probable es que ese ciudadano opte por alternativas autoritarias o populistas que mellarán aún más el ya raído tejido democrático del país.

La del estribo: gran expectativa por María Estuardo, de Dacia Maraini, bajo la dirección de Alberto Isola y las actuaciones principalísimas de dos grandes del teatro actual, Alejandra Guerra y Jimena Lindo. Va en el ICPNA de Miraflores desde esta semana hasta el 8 de diciembre. Entradas en Joinnus.

Tags:

pie derecho, Saavedra

[Música Maestro] A sus 78 años, cumplidos hace apenas tres meses, al bajista y compositor norteamericano Tony Levin no le faltan energías para seguir trabajando, a un nivel de exigencia física y excelencia artística que muy pocas personas apreciarían en un país como este, que suele regalar su admiración a personajes mediocres, corruptos y/e improvisados. Levin no solo acaba de lanzar, el 13 de septiembre último, su séptima producción discográfica como solista -la primera en quince años- titulada Bringing it down to the bass (Flatiron Recordings), sino que se encuentra en estos precisos momentos recorriendo Estados Unidos y Canadá con la gira Beat, interpretando canciones del periodo 1981-1984 de King Crimson, junto a otros tres extraordinarios colegas, Steve Vai, Danny Carey y Adrian Belew.

La gira, considerada por muchos expertos y fanáticos -entre los que me cuento con afiebrado entusiasmo- como el evento musical del año, arrancó el 12 de septiembre en San José, California. A juzgar por los videos compartidos por los asistentes a esta primera fecha y todas las posteriores hasta ayer, los resultados son más que satisfactorios, tanto para los cuatro instrumentistas como para sus públicos. De aquí al 18 de diciembre, en que será el último concierto del Beat Tour, restan 57 fechas. Estamos hablando de shows que duran entre una hora y media y dos horas, con traslados por carretera entre ciudad y ciudad, pruebas de sonido, entrevistas, firmas de autógrafos y demás. Todo un reto.

Y con respecto al disco, cuyo primer anticipo apareció en el canal de YouTube del artista, en la forma de un colorido y simpático video del elegante tema-título, es una fiesta para todo admirador del bajo como instrumento principal, entre lo rítmico y lo armónico, en contextos de pop-rock, jazz y todas las variantes en medio. Son catorce fantásticos temas que tienen de todo, desde funk-rock agresivo hasta jazz fusión con toques de big band y smooth, pasando por alucinantes vuelos instrumentales que tienen tanto de pop-rock como de progresivo y experimentaciones etéreas, casi colindantes con la new age. 

Para el disco, grabado en un periodo aproximado de seis meses -con trabajos finales de mezcla y edición en medio de los extenuantes ensayos para la gira Beat-, Levin reunió a un elenco de lujo, todos ellos músicos con los que ha trabajado en más de una ocasión: Manu Katché, Jerry Marotta, Vinnie Colaiuta, Mike Portnoy, Steve Gadd, Pat Mastelotto (bateristas); Dominic Miller, Steve Hunter, Earl Slick, Markus Reuter, David Torn, Robert Fripp (guitarras); Larry Fast y su hermano Pete Levin (teclados). Bringing it down to the bass se integra así a una discografía sofisticada que incluye títulos como World diary (1995), Double espresso (2002) o Waters of Eden (2003), al margen de las preferencias de las masas.

Nacido en Boston, EE.UU. en 1946, Tony Levin se hizo conocido como músico de sesión a inicios de la década de los años setenta, colaborando con una amplia gama de artistas que va desde el ex Beatle John Lennon (1940-1980) y el líder de The Velvet Underground, Lou Reed (1942-2013) hasta la big band del baterista y director de orquestas, Buddy Rich (1917-1987) o la banda del flautista Herbie Mann (1930-2003).

Desde niño, Anthony Frederick Levin estudió tuba, cello, piano y contrabajo, para dar sus primeros pasos como músico en ensambles académicos, en la Orquesta Filarmónica de Rochester. En la escuela de música Eastman de esa ciudad ubicada al noroeste de New York, Levin coincidió con otra futura estrella de las sesiones y amigo personal, el baterista Steve Gadd; y con el pianista de jazz Gaspar “Gap” Mangione -hermano del trompetista Chuck Mangione, estrella de smooth jazz-, con quien debutó en los estudios de grabación. Aquí podemos ver a Tony Levin, en 1972, junto a Steve Gadd en la banda de Chuck Mangione.

Establecido en New York, Levin decidió especializarse en el bajo eléctrico, debido a que sus preferencias iban definiéndose hacia el jazz y el rock progresivo, géneros que comenzó a cultivar en 1970 con un proyecto de corta vida denominado The Attack Of The Green Slime Beast, junto a Don Preston, por aquel entonces tecladista de The Mothers Of Invention. Lamentablemente, el grupo no dejó nada grabado, pero de solo imaginar cómo debe haber sonado este combo, con dos de los músicos más talentosos surgidos en esos años, hasta escalofríos dan.

Tony Levin debe estar, junto con Leland Sklar (77) y Carol Kaye (89), entre los bajistas con la mayor cantidad de sesiones de grabación de todos los tiempos. En un cálculo más o menos conservador, se estima que su nombre aparece en los créditos de más de 500 álbumes, trabajando para un listado de artistas que incluye, además de los mencionados, a estrellas del pop, rock y jazz como Paul Simon, Pink Floyd, Yes, David Bowie, Tom Waits, Todd Rundgren, Steven Wilson, Bryan Ferry, Laurie Anderson, Chuck Mangione, The California Guitar Trio y muchísimos otros. 

Sin embargo, el salto a la fama lo dio como miembro estable, tanto en estudios como en giras mundiales, de la banda que formó Peter Gabriel inmediatamente después de renunciar a Genesis. Levin y Gabriel se conocieron por intermedio de un amigo en común, Bob Ezrin, productor de álbumes históricos como Berlin (1973) de Lou Reed y Welcome to my nightmare (1975) de Alice Cooper, en los que Levin había tocado. Algunos años antes de su primer encuentro con Gabriel, Levin rechazó una invitación del guitarrista británico John McLaughlin para unirse a la primera formación de The Mahavishnu Orchestra, debido a que estaba cumpliendo una agenda de conciertos acompañando al vibrafonista Gary Burton.

Tony Levin ha participado en todos los discos oficiales de Peter Gabriel, desde la tetralogía epónima lanzada entre 1977 y 1982 hasta su más reciente lanzamiento, el enigmático i/o (2023) y ha sido su colaborador más estable en concierto. Su sonido y peso rítmico pueden sentirse en clásicos del catálogo gabrieliano como I don’t remember (Peter Gabriel III, 1980), On the air (Peter Gabriel II, 1978, aquí en vivo) y en los exitosos temas del cuarto álbum So (1986), In your eyes, Don’t give up, Big time y Sledgehammer. La fuerte presencia escénica de Tony Levin se aprecia mejor en sus actuaciones en vivo, como en esta espectacular versión de Red rain (So, 1986), del DVD en concierto Growing up live (2003).

Levin se convirtió, además, en el camarógrafo/fotógrafo oficial del grupo, afición que hasta hoy difunde a través de su página web. Durante las sesiones del primer disco de Gabriel, Levin conoció a Robert Fripp quien, años después, lo invitó a grabar con él en un par de proyectos independientes, entre ellos su primer LP en solitario, Exposure (1979) para luego reclutarlo para la nueva alineación de King Crimson. Entre los años 1981 y 1984, Levin grabó con King Crimson la tríada Discipline (1981), Beat (1982) y Three of a perfect pair (1984), al lado de Robert Fripp (guitarra), Adrian Belew (guitarra, voz) y Bill Bruford (batería). Sus líneas de bajo y Chapman Stick son centrales en temas como Sleepless (Three of a perfect pair, 1984), Elephant talk (Discipline, 1981, cuyo inicio en Chapman Stick inspiró el clásico noventero de Primus, Jerry was a race car driver) o Waiting man (Beat, 1982), en el que además hace los coros. Esta formación del Rey Carmesí publicó además varios discos en vivo, como el doble Absent lovers: Live in Montreal (1984) y otros que fueron editados posteriormente en DVD y CD.

Durante los noventa, Levin volvió a King Crimson durante el breve pero prolífico periodo 1994-1996. En esos tres años, el sexteto publicó los álbumes en estudio Vrooom (EP, 1994), THRAK (1995) y varias producciones en vivo. La asociación de Tony Levin con King Crimson se ha mantenido inalterable durante todo el Siglo XXI, convirtiéndolo en el músico que más tiempo ha trabajado al lado de Robert Fripp. Algunas de sus producciones básicas en los últimos 25 años incluyen The ProjeKcts (1999, resumidos en la excelente compilación The deception of the thrush: A beginners’ guide to ProjeKcts); las giras de los años 2008-2009 y 2018-2019 por los aniversarios 40 y 50 de la banda, que han generado infinidad de lanzamientos en vivo, y el álbum A scarcity of miracles (2011), un proyecto alternativo en que Fripp reunió a algunos de los músicos que han participado en las últimas versiones de King Crimson. 

Como todo músico virtuoso y aventurero, Levin siempre ha dado rienda suelta a sus propias inquietudes musicales, como solista y como miembro de interesantes proyectos, manteniéndose todo el tiempo ocupado. Una de sus primeras sociedades con otros eximios instrumentistas se produjo a finales de los noventa, junto al guitarrista Steve Stevens (conocido por todos nosotros a través de los videos de Billy Idol) y el baterista Terry Bozzio (Frank Zappa, Steve Vai, Missing Persons y un largo etcétera), con quienes grabó dos discos, publicados por el sello independiente Magna Carta, en los que explora géneros que van desde el heavy metal hasta el flamenco. Muy recomendable de este power trío es su debut, Black light syndrome (1997).

En paralelo, se unió a tres integrantes de la banda de metal progresivo Dream Theater, John Petrucci (guitarra), Jordan Rudess (teclados) y Mike Portnoy (batería) para formar Liquid Tension Experiment, vertiginoso cuarteto de pura música instrumental, no apta para amantes del minimalismo y el rock amateur. Estos discos son adrenalina a la vena para quienes disfrutan del virtuosismo, el shredding y las mil notas por minuto. Después de dos contundentes CD, Liquid Tension Experiment (1998) y LIquid Tension Experiment 2 (1999), pasaron veinte años antes de que decidieran grabar la tercera parte, Liquid Tension Experiment 3 (2021). En medio de eso, en el 2007, Levin, Portnoy y Rudesss, sin Petrucci, se juntaron bajo el imaginativo nombre de… Liquid Trio Experiment para un disco igual de desafiante, en términos de virtuosismo y fogosidad instrumental, Spontaneous combustion. 

Además, en la misma época, se unió a Bill Bruford, su compañero en King Crimson, para conformar el supergupo Bruford Levin Upper Extremities junto al conocido trompetista Chris Botti y al guitarrista David Torn. Y más adelante, entre el 2008 y el 2010, coincidió con el guitarrista Allan Holdsworth (1946-2017) y los bateristas Terry Bozzio y Pat Mastelotto en una banda ocasional que se hizo llamar HoBoLeMa -las dos primeras letras de los apellidos de cada uno- que se especializó en dar recitales de improvisaciones, sin composiciones planificadas o escritas con anticipación. En YouTube circulan varios videos de estos conciertos, pero no existen lanzamientos formales de sus tocadas. 

Como lugarteniente de dos de las figuras más influyentes del rock progresivo y el art-rock (Peter Gabriel y Robert Fripp), el prestigio de Tony Levin subió como la espuma. Para 1989, siguió alternando sus trabajos con ambas bandas y los contratos para participar en grabaciones de terceros. Por ejemplo, en 1989 se unió a cuatro integrantes de Yes para grabar el álbum Anderson Bruford Wakeman Howe, ocupando el lugar del legendario Chris Squire (1948-2015). En 1980 fue convocado por John Lennon para grabar el que sería su último disco en vida, Double fantasy. Eso significa que, cada vez que escuchas en la radio temas como Woman, (Just like) Starting over, Watching the wheels o el single Nobody told medel álbum póstumo Milk and honey (1984)-, estás escuchando el bajo de Tony Levin, quien tuvo una cercana amistad con John, hecho que acaba de reflejar en uno de los temas de su último disco, Fire cross the sky, en que se hace fondo con su extraño instrumento, el Chapman Stick. 

Tony Levin es el principal responsable de la popularidad del Chapman Stick, instrumento multicorde (los hay de 8, 10 y hasta 12 cuerdas) que cumple funciones de bajo y guitarra al mismo tiempo, y se ejecuta haciendo tapping con ambas manos. Este extraño instrumento, inventado por el músico norteamericano Emmett Chapman (1936-2021) en los años setenta, permite la creación de atmósferas líquidas y entrecruzadas, combinando líneas de bajo y guitarra. A partir del Chapman Stick se creó toda una familia de guitarras llamadas Warr y Touch, que funcionan bajo el mismo principio. 

El trabajo de Levin como promotor e intérprete del Chapman Stick ha inspirado a músicos como Trey Gunn -también miembro noventero de King Crimson- o Nicky Beggs (Kajagoogoo, The Steven Wilson Band). En 2010 Levin formó el trío Stick Men, junto al alemán Mark Reuter y el baterista Pat Mastelotto, su compañero en King Crimson desde 1995. Con ellos lleva grabados ya siete álbumes de estudio y cinco en concierto. Por cierto, Levin y los Stick Men visitaron nuestro país en el 2018. Aquí podemos verlos en acción, tocando Red, clásico de King Crimson de 1974. Previamente, el bajista ya había estado en Lima con Peter Gabriel, en el año 2009.

Además, Levin es el creador y difusor de los «funk fingers», pequeñas baquetas de silicona que el bajista se coloca en los dedos índice y medio de la mano derecha, para golpear las cuerdas del instrumento, creando un efecto similar a la técnica del slapping, típica del sonido funk de músicos como Stanley Clarke, Bootsy Collins o Larry Graham. La textura del sonido es parecida al que se obtiene con el slapping, pero el volumen es más fuerte, distorsionado y redondo. El músico ha declarado que el verdadero creador de este artilugio fue Andy Moore, uno de sus ingenieros de sonido, a partir de una idea genérica que se le ocurrió a Peter Gabriel.

Hiperactivo, talentoso, innovador y polifacético, Tony Levin es además un artista humilde, desprovisto de poses pretensiosas, una actitud que también le ha permitido mantenerse activo. Cuánta diferencia con personajes locales que nunca han hecho nada bueno y, sin embargo, se comportan como si fueran magnates y príncipes de la farándula, con disfuerzos avalados por masas incapaces de distinguir entre la verdadera calidad y los vínculos con la delincuencia que asegura una fama hueca, sin sustancia. Así como el de Levin, hay muchísimos casos de músicos que impulsan el arte de la música popular a elevadas alturas, casi en las sombras. Esos son los mejores.

Tags:

Bajo, Chapman Stick, King Crimson, Peter Gabriel, Prog-Rock, rock clásico
Página 51 de 431 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245 246 247 248 249 250 251 252 253 254 255 256 257 258 259 260 261 262 263 264 265 266 267 268 269 270 271 272 273 274 275 276 277 278 279 280 281 282 283 284 285 286 287 288 289 290 291 292 293 294 295 296 297 298 299 300 301 302 303 304 305 306 307 308 309 310 311 312 313 314 315 316 317 318 319 320 321 322 323 324 325 326 327 328 329 330 331 332 333 334 335 336 337 338 339 340 341 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 357 358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 387 388 389 390 391 392 393 394 395 396 397 398 399 400 401 402 403 404 405 406 407 408 409 410 411 412 413 414 415 416 417 418 419 420 421 422 423 424 425 426 427 428 429 430 431
x