No faltan reflexiones sobre los diarios, género que Ribeyro cultivó con rigor y constancia para construir quizá el proyecto más ambicioso de esta especie en nuestra lengua: La tentación del fracaso. En un momento se lee: “Aparte de la cotidianidad y de la veracidad de los diarios íntimos, hay un tercer elemento que los caracteriza y al cual debe asignársele una importancia capital: la libertad de la composición o, en otras palabras, la casi inexistencia de una técnica específica del diario íntimo” (p.253). La anotación nos hace volver a las páginas de La tentación del fracaso para comprobar allí mismo la validez de su afirmación. Fragmentos, carnets, microrrelatos, anécdotas cotidianas, comentarios de lectura o de escritura, incluso micro ensayos –además de algunos notorios intercambios con Prosas apátridas– confirman una postura reflexiva ante la escritura.
Solo me queda saludar la aparición de esta edición que recoge 76 textos publicados entre 1953 y 1994, que amplían la primera edición de 1976 y otras posteriores, que incluye las fuentes de procedencia de los textos y algunas sorpresas como Proverbiales, un libro de no ficción que el autor no pudo terminar. Así las cosas, podemos sopesar un magnífico libro que, junto a Paisajes peruanos, de Riva Agüero, El sol de Lima, de Luis Loayza o La verdad de las mentiras, de Mario Vargas Llosa, constituye una de las cumbres del ensayo en el Perú. Que empiece la caza.
Julio Ramón Ribeyro. La caza sutil. Lima: Alfaguara, 2022.