De hecho, la serie apuesta a que Moses, también conocida como la Inquisidora, o la Tercera Hermana, sea el núcleo de la atención de la audiencia. Se trata de una fanática del Imperio, obsesionada con capturar a Kenobi para llamar la atención de Vader y lograr un ascenso en su carrera imperial. Por cuatro capítulos, su ambición es su único hilo conductor, no se sabe de dónde ha salido esta histérica.
Un villano solo malo porque tiene ambición parece demasiado elemental para una saga tan grande como Star Wars. Más aún si la razón de todo este lío recae en ella. Leia y Ben estaban encaminados a vivir en paz hasta que empiece la de 1977 y es el hambre de Moses lo que origina todo. Hacia el final de la saga hay un giro demasiado tardío y poco explicado, confuso y no relevante de mencionar.
Tampoco es claro por qué secuestran a Leia si el objetivo es Kenobi. Si Moses sabe que Leia es importante para Kenobi, también debería saber que Leia es la hija de Anakin (algo que nadie sabe) y por lo tanto Vader lo sabría. La saga cambiaría por completo. Luego, si recuperar a Leia es tan valioso, por qué Obi-Wan no se entrega rápido, y se enfrenta a Vader y a Moses cara a cara con todo su poder Jedi.
La saga original pierde mística al saberse ahora del encuentro entre Obi-Wan y una niña Leia años antes de ser su única esperanza. Yo hubiera apostado por dos diferentes líneas narrativas. La primera es la infancia y adolescencia de Obi-Wan, luego empieza a ser entrenado por Qui-Gon Jinn. Ahí se podría haber explorado los tatuados valores de hermandad y serenidad de Kenobi.
La segunda es la infancia de Luke acompañado por Ben Kenobi de lejos, metiéndose en otro tipo de problemas sin entrometerse con Vader pero sí con el Imperio en Tatooine. Porque traer la sinopsis de Star Wars 1977 a una serie de seis capítulos con el formato de The Mandalorian parece un esfuerzo hecho solo para atraer más gente a la plataforma de streaming a cambio de migajas.
Al final del día Disney estrella un Ferrari. La historia original creada alrededor de Obi-Wan Kenobi, con la participación de Darth Vader, Leia e incluso Luke, se merecía un resultado diferente. Hay una forma de hacer series exitosas, y luego encuentras en las antípodas de ello este pequeño e insufrible pedazo de nada. Cuánto se extraña a George Lucas.