Opinión

Diez años de dos buenos gobiernos de derecha o centroderecha, harían posible que ello ocurra y que el país se encamine firme hacia la prosperidad inclusiva y, por ende, permanente e irreversible. Hay que exigir por ello madurez a los nuevos actores políticos. Por individualismos irresponsables no podemos permitir que vuelva a ocurrir lo del 2021. Se juega mucho en las próximas elecciones: o el desarrollo sostenible con recursos para todos o el abismo insondable del autoritarismo y la pobreza.

Triste desenlace de una izquierda que, de haberse manejado con propiedad, hoy sería oposición robusta y marcaría su propia agenda, con presencia mediática significativa y trazando una estrategia promisoria para las venideras elecciones. Pero no, ha apostado por el corto plazo convenido y el país le va a cobrar la factura, sin duda.

La del estribo: gracias al Club del Libro de Alonso Cueto, he descubierto una joya, el cuento Los muertos de James Joyce. Una prosa inmejorable, un manejo de los tiempos formidable y un estilo que sorprende, sobre todo a quienes tienen la idea fija de que Joyce es solo el Ulises. Siempre hay que volver a los clásicos.

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Participó en distintos movimientos culturales, los cuales se dedicaron a llevar el arte musical afro peruano a diferentes recintos.  Docente encargada de motivar a estudiantes en cuanto a la percusión.   Kata ha hecho mucho por el arte negro, por las mujeres y es nuestra tarea y su legado continuar con su trayectoria como artista y maestra.  Vuela alto, Kata

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Hay dos formas de administrar la identidad.

Por un lado, que se define inmutable: endiosa, rinde culto y agudiza la diferencia. En primer lugar entre los de adentro y los de afuera. Nosotros y los otros no tenemos nada en común: comemos, amamos, enterramos, creemos, en fin, vivimos, de manera radicalmente y esencialmente distinta. Somos la versión definitiva de lo humano. Además, hay una sola manera de ser nosotros. Si alguien no la abraza, pues, o se convierte en otros o, muchas veces, en peor que ellos. Es una identidad que se sustenta erigiendo barreras y acumulando tabúes.

Por otro lado, está la que se reconoce como una expresión de la variedad de lo humano, define lo que la diferencia de manera orgullosa e interactúa con otras identidades sin complejos, admitiendo que la propia es fluida y dinámica. Quienes la asumen no exigen ni buscan la pureza. Nosotros somos diferentes de los otros, pero nos unen no pocas cosas. Muchos son nosotros a su manera y eso no los convierte en otros.

Dos formas que han producido, ambas, resultados notables, convivencias productivas y tragedias sin nombre.

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Partidos políticos, psicología

Desde la segunda mitad de los ochenta, Pablo Milanés modernizó su sonido con álbumes como Buenos días, América (1987) -donde destacaron los temas Sábado corto y Ámame como soy-, Proposiciones (1988), Canto de la abuela (1991) o Evolución (1992), que le permitieron incorporar elementos de salsa, pop-rock y latin-jazz, algo que ya había hecho previamente en el disco El guerrero (1983), en el que participaron dos miembros fundadores de Irakere, el saxofonista Carlos Averhoff (405 de menos) y el trompetista Arturo Sandoval (Vuelve a sacudirse el continente).

La salsa de finales de los ochenta e inicios de los noventa se nutrió mucho de la inspiración de Pablo Milanés. Por ejemplo, podemos mencionar a Gilberto Santa Rosa que popularizó la hermosa composición Comienzo y final de una verde mañana, conocida entre los salseros como Déjame sentirte. O el sonero boricua Tony Vega que grabó Yo me quedo, su primer éxito como solista tras su paso por las orquestas de Willie Rosario y Eddie Palmieri. O La Sonora Ponceña que, gracias al genio arreglista de Papo Lucca, convirtió en suyas canciones como Ya ves, El tiempo, el implacable, el que pasó o la popular Canción (De qué callada manera). En 1995, un disco titulado Pablo Milanés: Además… La Salsa recopiló estas y otras grabaciones de salseros de Cuba y Puerto Rico como Isaac Delgado, Roberto Roena, El Gran Combo y otros. Ese mismo año salió el CD En blanco y negro, resumen de una gira con el cantautor español Víctor Manuel.

Pero si una relación marcó la historia artística de Pablo Milanés fue la que tuvo con Silvio Rodríguez. Desde que juntos crearon la Nueva Trova Cubana, ambos parecían inseparables. Pablo y Silvio fueron como dos caras de una misma moneda, la punta de lanza artística de lo que simbolizaban Fidel y el Che, hasta que la revolución se vino abajo, parafraseando aquel tema del gran guitarrista y cantante, El necio (1992). Finalmente, las mezquinas rencillas políticas terminaron separándolos de manera irreconciliable. Pablo, desde su exilio en Madrid y Silvio, desde La Habana, no paraban de recriminarse sus posturas divergentes sobre el régimen. Hace relativamente poco tiempo, Silvio intentó acercarse pero Pablo lo rechazó. Tras su muerte, Silvio fue uno de los primeros en reaccionar, posteando la letra de una canción que había escrito para él, allá por 1969: “Te conocí rasgando el pecho de la muerte un día. Tú no sabías nada y eras tú quien la llevaba de la mano. Y así tú seguirás, sin reparar en tu ventaja: que eres tú quien la lleva, quien la doma y la amortaja, caminando…” Para el recuerdo quedan temas como el son El vagabundo (del álbum Tríptico, 1984, de Silvio) o sus entrañables conciertos juntos.

Los últimos 25 años, Pablo Milanés se enfocó mucho más en su vertiente introspectiva y solitaria, con álbumes como Despertar (1997), Vengo naciendo (1998), Días de gloria (2000) o Como un campo de maíz (2005), con reflexiones acerca de su propia vida cargadas de sentido y sencillez que, paradójicamente, lo acercaron más a un público despolitizado y convencional, que comenzó a identificarlo con cuestiones más asépticas y hasta superficiales como la industria mexicana de novelas televisivas. En paralelo, una agenda llena de conciertos y colaboraciones, entre las que destacan la segunda parte del disco de dúos, titulado Pablo Querido (2001) -con Fito Páez, Joaquín Sabina, Caetano Veloso, entre otros-, o participaciones en los álbumes tributo a sus colegas Luis Eduardo Aute (2001), Pablo Neruda (2004) y Joaquín Sabina (2011). 

Posteriormente grabó Líneas paralelas (2006), un disco de antología a dúo con el salsero portorriqueño Andy Montañez, cantando clásicos como Son de la loma o Juramento; Más allá de todo (2009), junto al piano de Chucho Valdés; y Canción de otoño (2015), con José María Vitier, otro reconocido pianista y director de orquesta cubano. Su última producción oficial, titulada Amor (2018), es una selección de varios de sus éxitos, a dúo con su hija Haydée (42). El pasado sábado 12 de noviembre, sus redes sociales anunciaron la cancelación de varias fechas de la gira Días de luz, pues estaba “hospitalizado pero estable”. Diez días después, la enfermedad finalmente lo arrancó de este mundo, dejando tras de sí un legado de integridad artística, don de gentes y talento superlativo, como podemos apreciar en este concierto, grabado en La Habana, en el Teatro Karl Marx, el 7 de septiembre del 2018. 

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– Colegio privado Markham (Miraflores, Lima), donde se analiza el caso de la entonces adolescente de 15 años Mackenzie Severns, estadounidense, la cual, estando de intercambio estudiantil en Lima en el año 2018, fue violada durante una fiesta por un alumno de 17 años del colegio mencionado.

La parte referente al Sodalicio abarca más de 300 páginas. Constituye uno de los estudios más completos que se ha hecho sobre la institución, pues da un breve resumen de su historia, describe su estructura organizacional y el contexto institucional, señala las características de los presuntos abusadores, para luego detallar cómo se dieron las denuncias de abuso sexual y las reacciones que hubo de parte de la institución, de la Iglesia y del Poder Judicial. Pero no se circunscribe a los abusos sexuales, sino también se detallan abusos físicos, psicológicos y económicos.

Dentro de esta panorámica de la institución, destaca cómo estaba constituido el Consejo Superior, conformado por el Superior General —quien ostentaba autoridad absoluta y tenía siempre la última palabra—, el Vicario General y los cinco encargados (asistentes) de las diversas áreas de trabajo en que se dividía la organización: Espiritualidad, Instrucción, Apostolado, Comunicaciones y Temporalidades (es decir, administración y finanzas). Se logró determinar quiénes ocuparon cargos en el Consejo Superior desde 1980 hasta 2019 y, por lo tanto, quiénes eran responsables del sistema de formación y disciplina que permitió los abusos, y que habrían sabido lo que ocurría en las comunidades, por lo menos en lo referente a abusos físicos y psicológicos.

En cuanto a Jeffery Daniels, cuyos abusos sexuales se descubrieron internamente en 1997 y que fue protegido por la comunidad y recluido tres años en el centro de formación de San Bartolo, se deduce por las fechas que no sólo habrían sabido del hecho José Sam y Germán McKenzie, los primeros que se enteraron, sino también el mismo Luis Fernando Figari, Germán Doig, Jaime Baertl, Óscar Tokumura, Miguel Salazar, Jürgen Daum, Erwin Scheuch, Eduardo Regal, Juan Carlos Len y Alfredo Garland, que formaron parte del Consejo Superior entre los años 1997 y 2000. Daniels nunca fue denunciado ni ante la justicia civil ni canónicamente ante la Iglesia católica, sino que habría sido encubierto por las personas mencionadas. No se descarta que hayan otros más que conocieron los hechos y participaron de este silencio colectivo.

Asimismo, este recuento histórico permite saber con certeza que José Antonio Eguren ocupó el cargo de Asistente de Instrucción entre los años 1980 y 1982, aunque él negó posteriormente que haya tenido algún alto puesto de responsabilidad en el Sodalicio. Sin rastro de duda, puedo afirmar también que fue el primer Superior de la Comunidad Nuestra Señora del Pilar (Barranco, Lima) entre diciembre de 1981 y el año 1982, aunque sólo por algunos meses.

Estos datos son importantes, considerando que el informe de la comisión de expertos internaciones contratados por el Sodalicio (Informe Elliott-McChesney-Applewhite) calla en todos los colores del arco iris quiénes encubrieron los abusos cometidos dentro la institución. Para ellos simplemente no habría habido encubridores, ni siquiera cuando se identificó a los abusadores, pues quienes tenían puestos de responsabilidad en el Sodalicio habrían actuado siempre de buena fe.

Resulta también de particular importancia el testimonio del exsodálite Germán McKenzie, quien llegó a ser el primer Superior Regional del Perú dentro del Sodalicio, quien en algún momento responde al pliego que se le envío a Canadá con esta lapidaria frase: «Se insistía en la obediencia, pero no se insistía igualmente en la formación y práctica de la conciencia moral».

Algunos ligeros errores en el Informe De Belaúnde no anulan el volumen de información corroborada y debidamente analizada que allí se nos ofrece. Por ejemplo, cuando se habla de los grados de pertenencia al Sodalicio, que van a la par con los grados de compromiso (aspirante, probando, formando, consagrado a María, profeso temporal y profeso perpertuo), se pone a los agrupados en el escalón más bajo de los grados de pertenencia. En realidad, las Agrupaciones Marianas no forman parte del Sodalicio sino del Movimiento de Vida Cristiana. Un agrupado mariano no emite ningún compromiso formal con el Sodalicio y no está obligado a seguir sus Constituciones, como sí lo están quienes se hallan en los otros grados de compromiso. Agrupado mariano puede ser cualquiera. Basta con que exprese su deseo de participar de una agrupación. La única vinculación con el Sodalicio sería que esta institución anima las agrupaciones y busca sus vocaciones entre los agrupados, aunque no exclusivamente entre ellos.

Dice el informe en una parte: «la mayoría de las familias se encontraban a gusto con que sus hijos pertenecieran al Sodalicio». Esta afirmación es discutible, dado que la captación de jóvenes vocaciones solía realizarse sin conocimiento ni consentimiento de los padres, lo cual generalmente llevaba a conflictos, y era frecuente que los padres en un principio no estuvieran de acuerdo en que sus hijos se unieran a un grupo tan absorbente y de características sectarias. Lo que ocurría con el tiempo es que los padres, habiendo perdido el control sobre sus hijos, terminaban aceptando una situación con la que en un principio no habían estado de acuerdo. No niego que hubo excepciones y padres que se sentían contentos de tener un hijo en el Sodalicio. Pero lo que generalmente se daban eran relaciones de confrontación, pues el Sodalicio solía actuar al margen de los padres.

No sólo por el caso Sodalicio, sino sobre todo por examinar a fondo el problema del abuso sexual de menores, el Informe De Belaúnde debe ser difundido —tarea que ha asumido recientemente la congresista Susel Paredes—y servir de base para medidas de prevención y proyectos de leyes, siguiendo las recomendaciones finales, que abarcan casi cincuenta páginas del texto final. De hecho, incluye una propuesta normativa para modificar el Código Penal y eliminar la prescripción del delito en el caso de abusos sexuales de menores. Tarea titánica en una sociedad machista, patriarcal y homófoba, que en muchísimos casos deja desprotegida a las víctimas de abusos y permite que los abusadores salgan impunes.

Lo importante en estos momentos es sacar a Castillo del poder. Correspondería sobradamente la vacancia, por los vínculos directos del presidente con núcleos de corrupción de allegados y familiares, pero como hay un grupo de parlamentarios cooptados delictivamente por el gobierno, nunca se podrán juntar los 87 votos necesarios para proceder a ello.

Pero para una reforma constitucional, con 66 votos y referéndum posterior, en la cual se pregunte a la ciudadanía si está de acuerdo con que se vayan todos, sí hay factibilidad y el resultado va a ser abrumador a favor. Y resolvemos el problema mayor.

Ya habrá tiempo para procesar una reforma política. Hay muchas aristas al respecto que cabe discutir a profundidad y con tiempos largos. Es tarea de un mandato completo, no de meses apurados por coyunturas electorales críticas.

No se cierra un círculo, al contrario. El prologuista de la antología, el poeta Cayre Alfaro señala con acierto: “La escritura poética de Rocío es un viaje y, como tal, busca diversos registros, distintas avenidas. En ese sentido, el verso y la prosa alternan generando tanto diálogo como tensión textual. Además, dicha búsqueda por nuevos caminos lleva al poema a dialogar con diversos formatos como la fotografía, el teatro y la música” (p.8).

Es decir, no estamos frente a una poesía que se escribe con una voluntad de amplitud, con un ansia de incorporar elementos que contribuyan a sus fines: explorar la realidad no con un fin documental, sino como un espacio que invita a los lectores a reflexionar sobre diversos ámbitos de la experiencia histórica y social: la memoria, las tragedias cotidianas que enlutan al país y ese drama sin final previsto aún que significa ser mujer en el Perú. Recomiendo recorrer las páginas de Una herida menor, título que resulta irónico e incluso autoindulgente, dados los problemas que mira con osadía y, sobre todo, sin olvidar el aliento poético, ese trabajo con el lenguaje que saca al discurso de la comodidad o el mecanicismo noticioso, poesía al fin.

Rocío Silva Santisteban

Una herida menor. Antología poética 1983-2022. Rocío Silva Santisteban. Lima: Animal de Invierno, 2022.

Entre la información más resaltante de la Plataforma se observa la falta de rendición de cuentas en indicadores como el avance físico de las inversiones. De acuerdo con D#Acción, de las cerca de 31 mil inversiones activas con presupuesto en 2022 que requieren informar el avance físico, el 41% no lo hace. Es decir, cuatro de cada 10 proyectos con presupuesto no cumplen con informar su avance físico, pese a que deben hacerlo. Adicionalmente, en la plataforma se evidencia información respecto a la ineficiencia de la ejecución de inversiones en términos de plazo (demoras) y costo (sobrecosto). Al respecto se encuentra que, uno de cada cuatro proyectos se demora más de 100 días de la fecha planeada en finalizarse y el sobrecosto por encima de la viabilidad de las inversiones activas con presupuesto asciende a S/87 mil millones.

Iniciativas como D#Acción, donde se realiza el seguimiento a la ejecución física de las obras, permitirán alertar demoras para la toma de medidas correctivas, y con ello, reducir la posibilidad de paralización de estas y mejorar el uso de recursos públicos. Esto último es fundamental pues actualmente existen 2.784 obras paralizadas por S/ 14.897 millones, lo cual equivale a todo el presupuesto del sector educación para 2022 y la ineficiencia del gasto equivale al 2,5% del PBI, según el BID. De esta manera, transparentar datos para que tanto los ciudadanos como los hacedores de políticas públicas tomen acción no solo propiciará un clima de mayor confianza —hoy en niveles casi inexistentes— sino que posibilitará brindar mejores servicios públicos y mejorar el bienestar de todos los peruanos.

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