Opinión

Si la necedad de algunos líderes parlamentarios de Fuerza Popular o Renovación Popular, en el afán de presidir sí o sí la próxima Mesa Directiva del Congreso, hace que naufraguen las negociaciones con las bancadas del centro y éstas terminen acercándose a Perú Libre, la ausencia de contrapesos al Ejecutivo será directa responsabilidad de la derecha peruana.

En la práctica, luego de la deserción del congresista Héctor Valer, la izquierda tiene 43 parlamentarios, el centro 44 y la derecha 43. Las negociaciones, tal cual se han planteado hasta el momento, incluyen la pretensión de Perú Libre de presidir el Congreso y lo propio por parte de la derecha, pero ha surgido la intención de los congresistas del centro (Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos, Somos Perú y morados), de unirse y aspirar a lo propio.

Lo sensato por parte de la derecha es ceder en sus pretensiones maximalistas y entender que lo más importante en estos momentos es consolidar un grupo parlamentario de centroderecha que sume 87 votos, una cifra políticamente significativa, porque basta ese número de parlamentarios para elegir magistrados del Tribunal Constitucional, directores del BCR… y para vacar al presidente Castillo.

Ese mensaje es potente si el presidente electo se pretende zurrar en la Constitución para llevar a cabo el malhadado intento de convocar a una Asamblea Constituyente por fuera de los cánones que la propia Constitución establece. Y además sería muy importante que la mayoría del país encuentre cabal representación en la primera Mesa Directiva (todas las encuestas muestran con claridad que las tesis radicales de Perú Libre son aprobadas por una minoría).

Castillo debe entender que la moderación de sus propuestas económicas y su acotamiento de una Asamblea Constituyente son la piedra de toque básica para poder gobernar sin sobresaltos. Si el Congreso soberanamente le da el mensaje de contrapeso necesario con una Mesa Directiva no oficialista habremos empezado ese camino posible en mejor término que si la terquedad de algunos congresistas de la derecha termina entregándole el triunfo al lápiz.

Se vienen tiempos difíciles. El gobierno entrante está demasiado cargado ideológicamente y alberga un sector radical que pretende imponerse al resto. Si desde adentro Castillo no sabe cómo resolver ese problema, pues desde fuera deberá recibir un mensaje político claro y contundente que por ese sendero no se llega si no a punto muerto de gobernabilidad.

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Asamblea Constituyente, Hector Valer, Pedro Castillo

Marvel lo hizo de nuevo, estrenó Black Widow, film sobre la superheroína de los Avengers, pero terminó dejando bajo la sombra a uno de los personajes femeninos más populares del séptimo arte. La película de empoderamiento femenino que se convirtió en una propaganda americana, sobre una guerra que ya dejó de ser fría muchas décadas atrás, enterró al personaje más sexualizado de las historietas de cómic cuando pretendía salir de esa clasificación. Repitiendo el fracaso que tuvo con La Capitana Marvel en el 2019. 

Los fans del personaje de Marvel cumplieron el sueño de ver a la actriz Scarlett Johansson en su propia película. La ansiada cinta por la que sus seguidores esperaron 10 años, hoy viene luchando por consolidar el buen resultado que obtuvo en la primera semana. Sin embargo, las cifras de recaudación van descendiendo.

El film nos cuenta una historia que no aparece en los cómics. El origen de Natasha Romanoff y de su hermana Yelena Belova, esta última se entiende tomará la posta luego de la muerte de la protagonista en Avengers: Endgame. Ambos personajes aún niñas huyen de Ohio para refugiarse en la isla de Cuba con quienes han fungido de ser sus padres en tierras gringas. 

Para ponernos en contexto, en el universo Marvel, las viudas negras son mujeres secuestradas desde la infancia en Rusia con el fin de convertirlas en asesinas profesionales. Para tal propósito, reciben entrenamiento en la Habitación Roja que se encuentra en la isla caribeña. Natasha Romanoff es una desertora de esta organización soviética y convertida en agente de S.H.I.E.L.D. junto a los Avengers.

American Pie, la popular canción de Don MacLean se convierte en leitmotiv en este film, a pesar que el significado cuestiona el sentido del sueño americano. Además se inicia la cinta bajo los acordes de  Smell Like Teen Spirit de Nirvana, interpretada por Malia J. Tema que escribió el desaparecido Kurt Cobain, representación emblemática del grunge. También contrario al mensaje de esta historia. 

David Harbour que da vida a Alexei Schostakov, el Guardián Rojo, se le conoce por su papel de Jim Hopper en Stranger Things e interpreta al papá en esta historia. Por otro lado la oscarizada Rachel Weisz caracteriza a Melina Vostokoff, una viuda negra que finge ser la madre de las menores. Si Eric Pearson, el guionista, pretendía exhibir dimensiones antes no vistas en los personajes de cómics. Quizás concentró sus esfuerzos en esta dupla y no en la estelar. 

El Guardián Rojo transita por una línea de tiempo que marca cambios significativos dentro de su conducta y accionar. Existe un primer personaje que es el padre abnegado, luego el traidor que entrega a sus niñas a las que primero defiende con su propia vida. Para por último convertirse en un redimido hombre cantando American Pie. Sin embargo, derrocha una energía sobrenatural capaz de arrancar un portón de metal en la prisión donde se encontraba, sin explicar por qué no lo hizo antes para evitar sus años de reclusión. Sumado al primer escape que protagoniza abrazado en el ala de un avión que llegó hasta Cuba.

El mismo proceso lo tiene quien simulaba ser la madre: Melina y aunque resulte predecible las letras de su guión, genera más interrogantes a lo largo de la historia. En un primer momento se desconoce si su personaje ha sobrevivido al escape hacia Cuba, en el reencuentro, tampoco se tiene en claro si será una aliada o no. Así transcurre el devenir de una científica que busca controlar las mentes femeninas en beneficio del general Dreykov.

Por más que esta esperada entrega haya sido dirigida por una realizadora, Cate Shortland, como fue la voluntad de la misma Scarlett. Las escenas principales transcurren en un sinfín de peleas que poco hablan de la esencia del personaje y más bien mucho de las destrezas físicas de la misma. No hay un punto divergente en lo que ya se ha visto antes, salvo por un par de situaciones comunes como el brindis, cerveza en mano de ambas protagonistas o la burla de Yelena ante la postura de pelea de Natasha. 

Florence Pugh quien interpreta a Yelena Belova en cambio, es un personaje al que se le ha permitido explorar de manera más natural en sus emociones. La propia actriz además se rehusó a bajar de peso para este largometraje, en clara respuesta a la cosificación que Marvel Studios impone aún a sus personajes femeninos. A pesar de pretender exhibir esta entrega  como una película feminista. 

Black Widow era la carta que tenía MCU bajo la manga para contrarrestar la crisis producida por la pandemia. Los estudios cinematográficos no habían presentado ningún estreno por más de un año. Hoy con los números en contra, la plataforma de Disney, dedicada a su distribución,  evalúa liberar el film para sus suscriptores. Mientras tanto Johansson celebra el poder presentar un personaje con mayor profundidad, según sus declaraciones. Aunque en la pantalla se traduzca otra cosa. 

BLACK WIDOW, Scarlett Johansson as Black Widow, 2021. © Walt Disney Studios Motion Pictures / © Marvel Studios / Courtesy Everett Collection

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Black Widow, Marvel, Scarlett Johansson

“Es breve como un haiku y en cada palabra se oculta parte de un tesoro”. ¿Qué es? La adivinanza (bueno, en este caso una meta adivinanza). Nada como una buena adivinanza para revivir la nostalgia por la infancia, etapa en la que el comercio con textos de esta laya es fluido y, por qué no decirlo, natural.

Las adivinanzas son textos breves que, como su nombre indica, invitan a un desciframiento basado en la asociación y en el destejido de las imágenes. En el fondo, yace un acertijo. Y un acertijo es la mejor vitamina que existe para la curiosidad por revelar algo que permanece oculto.

La adivinanza requiere de varios elementos. La brevedad sería uno muy distintivo de su naturaleza textual: su lectura debería tomar menos de un minuto y en rigor, no exceder cuatro o cinco versos cortísimos. Otro es el humor, el sentido lúdico que implica acercarse a un objeto desde conceptos sorpresivos o insospechados.

Cada adivinanza, además, es un banco de oro retórico que pone a prueba el ingenio de creadores y lectores para desentrañar símiles, metáforas, sinécdoques o hipérboles, un campo en el que el lenguaje es juego y diálogo, un espacio en el que la interpretación se parece muchísimo a una aventura.

Esta práctica, tan antigua como el lenguaje usado con fines imaginarios, ha dado lugar a términos como “adivinancero” (acuñado por Concha Fernández y José Luis Garfer), que siguen la pauta de similares como “cancionero” o “romancero”. Con total humildad propongo aquí el de “adivinario”.

Estos apuntes y su evidente entusiasmo vienen motivados por la lectura de Adivinación. Adivinanzas de la costa, sierra, selva y mar peruano, del docente José Respaldiza Rojas, un repertorio de adivinanzas de tema nacional, muy propicio en esta coyuntura, en la que adivinar será una actividad muy intensa.

Las adivinanzas creadas por Respaldiza, autor de referencia en la literatura infantil peruana, cumplen cabalmente y más con la alquimia del género. Breves, ricas en asociaciones ingeniosas, metáforas sugerentes y, sobre todo en humor curativo y satisfactorio, en esa impecable sonrisa que provoca llegar –sin tropiezos o con ellos– a la solución.

Un poco de intriga y de ludismo no mata en este bicentenario. Sobre todo si se trata de adivinanzas que nos permiten revelar criaturas, plantas, personajes e incluso algunos platillos de ese mosaico a veces incomprensible pero siempre fascinante que es el Perú. Y para celebrar este adivinario, les dejo aquí unos botones de Respaldiza. Soluciones la próxima semana (aunque si se compra el libro se ahorrará la espera). Aquí vamos:

1

Plumaje muy blanco,

un pico con bolsa,

de vuelo rasante,

gran ave verás.

2

Esbelta, preciosa, 

de fino pelambre,

es viajera andina

de veloz pezuña.

3

Obrera molesta,

mielera oscura,

recoge volando

pero es muy bravaza

4

Nacido marino,

cabalgo en el agua,

jamás yo relincho,

tras algas acampo.

José Respaldiza Rojas. Adivinación. Adivinanzas de la costa, sierra, selva y mar peruano. Lima: Intermezzo Tropical, 2021.

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Adivinación, Adivinario, José Respaldiza Rojas

El último mensaje de Keiko Fujimori es políticamente equívoco. Si bien reconoce el triunfo de Castillo luego de la proclamación del Jurado Nacional de Elecciones, lo considera a la vez ilegítimo ya que nacería de un presunto fraude en el que la excandidata no deja de insistir con terquedad digna de mejor causa.

A nadie le quedan dudas de que si Castillo se ensoberbece y cree que haber ganado con las justas le otorga el derecho de refundar la República en base a una cuestionable Asamblea Constituyente y además desoye los mandatos de moderación económica, ameritará una dura y férrea oposición democrática desde el Congreso y desde las calles movilizadas, ya que la inmensa mayoría del pueblo peruano no está de acuerdo con la deriva chavista ni nada que se le parezca.

Pero si Castillo se modera efectivamente y además recula en el tema de la Constituyente y la acota a lo que decida el Congreso o a algunas reformas constitucionales puntuales, lo que merece es libertad política para poder trabajar y desplegar un programa económico de centroizquierda dentro de los márgenes de lo viable. Y para ello va a necesitar de cierto respaldo congresal que en principio debería incluir también a la derecha parlamentaria donde recala el keikismo.

Pero Keiko no anuncia eso. Ella anuncia guerra anticipada a un gobernante que considera espúreo. Una vez más no reconoce su derrota, creyendo quizás, equivocadamente, que con ello no va a irritar a las huestes ultras que la han acompañado, sin percatarse de que ese esfuerzo es inútil (ya de inmediato, luego de su reconocimiento bamba a Castillo, han salido voceros extremistas a considerarla una rendida y tibia).

Comete un grosero error político Keiko Fujimori prestándole oídos a la ultraderecha peruana, que por más bulliciosa que sea, es minoritaria y lo seguirá siendo. Es más, fue por haber conservadurizado en extremo al fujimorismo, luego del 2016, que Keiko casi destruyó el partido. Solo una buena campaña de marketing en primera vuelta, sumada al acierto político de reconducirse al centro, le volvieron a dar vida en esta última elección. Debería aprender de su reciente historia si quiere seguir teniendo vigencia política en el Perú.

Lo que corresponde es una oposición keikista firme y hasta recia, pero leal. Y eso pasa, en principio, por considerar su derrota legal y legítima, sin cortapisas ni argucias verbales. A diferencia de algunos politólogos, no creo que Keiko sea ya un cadáver político, pero los pasos que está dando la conducen a pie firme al cementerio.

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Asamblea Constituyente, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

UNO

“Estoy muy furioso y no pienso soportarlo mas” – arenga iracunda de Howard Beale

En los años setenta floreció el Nuevo Hollywood. Sidney Lumet concibió este clásico, que al 2021 no ha envejecido un ápice. Era un conocedor nato de la naturaleza humana y poseía conciencia social.

“Network” narra la deshumanización de la televisión y el mundo corrosivo que lo rodea. Nada es más importante que el rating; son esclavos de las audiencias.

Un viejo presentador de Noticias está condenado al ostracismo, debido a la poca sintonía que tiene el noticiero. La vesania a Beale lo aprisiona. Enhiesto, toma una decisión pensada largamente, y declara al final de la emisión nocturna:

 “Voy a suicidarme, en directo, en mi último programa”.

Insólito o no, tal declaración, es acicate para que la audiencia regrese a la cadena. El CEO, interpretado por Robert Duvall (está genial), cuya ansia de facturación lo consume, se une a la inescrupulosa, Jefa de Programación, Diana (Faye Dunaway). Ambos, crean un monstruo que va consumiéndolos y devorándolos. Personajes amorales y dantescos.

Una escena pinta el existencialismo de Diana-Dunaway: en la cama tiene un orgasmo, con su amante Schumacher-Holden; pero no por la consumación del coito, sino por las subidas de audiencias.

El Canal le da a Howard (esplendido Finch) un programa donde gesticula, manda y pregona como un profeta del Antiguo Testamento. Y denuncia al Status Quo.

El Periodismo ha involucionado y trocado a los intereses de las Grandes Corporaciones.

El film termina con el asesinato, en directo de Howard Beale, por parte de un grupo terrorista; a quienes la Cadena, estaba dedicando una serie de programas.

DOS

“Es mi cultura, yo me siento identificado con este objeto folclórico, con este objeto típico; entonces no se asuste si yo entro a su casa o su ministerio con este objeto que es tan querido para mí”

Impecablemente trajeado, lentes de carey y pelada reluciente. Mientras saca un arma, habla pausadamente. Monologa sin apremios. Está en su salsa. El fin justifica los medios. Todo por el rating. Amenaza al Ministro del Interior, pero eso es una anécdota. Al día siguiente, llueven las críticas. No importan. Las mediciones de Ibope y las reproducciones en YouTube se multiplican. Maquiavelo tenía razón.

«Si va a ser comandante general del Ejército y es gay, que salga del clóset para que no a vaya ser que un chileno lo extorsione, no vaya a ser que se le enamore un general chileno«. Phillip Butters refiriéndose al Gral. Gómez de la Torre.

Grandulón, cabello crespo y ahora con figura esbelta. Frunce el ceño y mueve incesantemente los brazos. Conocido por sus bravuconadas. Racista, clasista, misógino, homofóbico y xenófobo.

Ha llegado al punto de amenazar, con golpear, a Bermejo. Le llenó el Whatsapp de improperios.

Sabe que hay gente que se identifica y piensa como él.

 “Han descubierto entre los manifestantes a gente que tenía las siguientes armas. Mira, mira: una evidencia. Para disparar cartuchos, perdigones. Justamente para culpar a la Policía después”- Rafael Rey en su programa “Rey con Barba”

Miembro del Opus Dei que declaraba, en los noventa, su castidad sin ruborizarse. Se hizo conocido con el Fredemo. Más tarde paso a filas del PPC. En el siglo XXI trocó al Aprismo y, por último, abrazó de lleno al fujimorismo. Camaleónico. Al igual que Barba Caballero, otro político del cual no hay buenos recuerdos. Primero Aprista, luego derechista. El 2005 disolvió su partido, tras comprobarse firmas falsas ante el JNE. El 2012 su partido no alcanzo pasar la valla electoral.

Los tres programas sueltan fake news, sin sonrojarse, ni tapujos. La veracidad es lo de menos.

Crecí viendo las entrevistas de Hildebrandt, y tiempo antes (en los setenta) a Alfonso Tealdo. Nunca gritaban al entrevistado, no eran dueños de gestos ampulosos o un lenguaje procaz. Por el contrario, trataban de tironear al político para que se sincere, se humanice. A veces lo lograban, otras no. Eran otros tiempos, otros políticos. Otro pais.

Han pasado 45 años y la peli “Network” está más vigente que nunca.

¿No, Erasmo Wong?

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Fake news, network, Willax

Es un evidente despropósito que una fiscal denuncie por el delito de sedición a periodistas de Willax. Este canal es una fábrica de sensacionalismo, campañas insidiosas y propalación premeditada de fake news, lanzados con el solo afán de generar atención pública, pero el único juicio que se puede hacer sobre ello pasa por los televidentes y su decisión de ver o no ese medio de comunicación, no por la desprolija y apresurada iniciativa de una magistrada del Ministerio Público.

Pero más grave que este entuerto judicial en el que el canal de marras se halla incurso, es el hecho de que nada menos el presidente electo Pedro Castillo haya firmado una solicitud junto al inefable personaje de Julián Palacín, pidiéndole al Ministerio de Transportes y Comunicaciones a que tome acción contra el canal por haber, supuestamente, cometido faltas éticas.

Por supuesto, los canales de televisión, al utilizar el espectro radioeléctrico del Estado, están sujetos a ciertas normativas públicas, pero ninguna de ellas atañe a la libertad periodística del medio. Si un canal incumple las normas técnicas pues recibirá una sanción y si un periodista difama o comete perjurio están abiertos los tribunales penales para querellarlos y eventualmente sancionarlos, pudiendo ser el canal tercero civil responsable.

Pero lo que está detrás de esta iniciativa parece corresponder a la idea extendida de que los canales privados, solo por el hecho de utilizar una banda estatal, se deben comportar en base a criterios uniformes, neutrales y acomedidos respecto del poder de turno. Los canales privados no son ni deben ser el canal del Estado. Son empresas privadas dueñas de la concesión y como tales tienen absoluto derecho a utilizar su parrilla periodística como les venga en gana, solo sujetos a las regulaciones administrativas y penales ya conocidas y referidas.

En algún momento corresponderá evaluar la entrega de las concesiones televisivas a dedo que en el Perú se han hecho y volver a licitar las frecuencias, como corresponde, y hacerlo así cada cierto tiempo, no entregar las concesiones a perpetuidad, como acá sucede. Pero ese es otro tema.

Hoy corresponde estar alertas frente a la amenaza que se cierne sobre la libertad de prensa si el futuro Presidente cree que su ministro de Transportes tiene algo que decir sobre los contenidos periodísticos de los canales de televisión y las radios locales.

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Fake news, Pedro Castillo, Willax

Cristal hoy, ante el Arsenal de Sarandí, necesita a Carlos Lugo, un don nadie. ¿Te suena su nombre? Era nadie y fue nadie después, incluso. Jugó al fútbol catorce años, sin demasiados méritos. Carlos Lugo podría ser cualquier persona. Pero un tiro libre en Arequipa sacó a Lugo del anonimato y la inexistencia. Fue el único gol trascendente de su carrera, y le dio a su vez algo único al fútbol peruano. 

Lugo era el central de aquel Cienciano del 2003. Un equipo único para la historia del deporte nacional, con un logro inesperado, exclusivo, aislado. El rojo del Cusco ganó la Copa Sudamericana, un torneo extenso, valioso y altamente competitivo, que en su segunda edición aquel año contó con Sao Paulo, Boca Juniors, Independiente, Fluminense y San Lorenzo, entre otros. Y Cienciano eliminó a la Católica de Chile, a Santos, al Atlético Nacional, y a River Plate. 

Esa fue la campaña del Upa que upa upa, upa u papá. Los meses infinitos del sí se puede. Cienciano tuvo fútbol, sin eso es imposible ganar, pero más mérito fue la motivación y la convicción. Las masas movieron la ilusión de un equipo. Y también “pasaron cosas”; es decir, entraron goles imposibles, hubo autogoles a favor y los rivales tuvieron noches de mala fortuna, entre otros inexplicables.

Han pasado 18 años. Sí, en el tiempo reciente la selección llegó a un Mundial, a la final de una Copa América y superamos brechas como ganarle a Ecuador de visita o a Colombia y Brasil partidos oficiales. Hoy, el equipo de Gareca le hace partido a cualquiera, casi siempre. Pero aún el fútbol peruano tiene una gran deuda futbolística. Desde la creación de los torneos continentales, en realidad.

Ningún equipo peruano hace una jornada digna en las copas de la Conmebol.  

Ya está. Punto. Ninguno. En el ranking histórico de clubes de la Conmebol, el primer equipo peruano, Cristal, es el puesto 35. Es decir, 34 clubes han competido mejor a nivel sudamericano. El único país que no tiene equipos en el ranking delante de Perú es Venezuela. Luego de Cristal va Universitario en el 46, Alianza en el 57, y Melgar y Real Garcilaso en el grupo de los setentas. El resto, por encima del puesto cien.

Digo más. Desde el 2013, ningún equipo peruano pasa la fase de grupos de la Copa Libertadores. Ese año, lo hizo el Real Garcilaso, que llegó hasta Cuartos. En los últimos veinte años, solo seis equipos peruanos progresaron de la fase de grupos. En esas dos décadas, Cristal disputó catorce Libertadores (el más recurrente), pero solo una vez, en el 2004, logró avanzar la fase de grupos. 

La Copa Sudamericana no ha ido mejor. En la última década, solo un equipo llegó a Octavos de Final (Huancayo en el 2020) y otro a Cuartos (Vallejo en el 2014). La inmensa mayoría de participaciones quedan en primera o segunda fase de competición. Demasiado lejos se ve aquel campeonato de Cienciano. De hecho, desde la creación del torneo, solo dos equipos lograron meterse entre los mejores ocho, y nunca Perú volvió a poner equipos en las semifinales. 

Más dolor. Todos los equipos peruanos que han competido en Libertadores tienen diferencia de gol negativa, algunos abrumadora. Alianza tiene -134 goles y Cristal -79. El Deportivo Binacional, que solo ha jugado el torneo una vez, tiene -22 goles. Sport Huancayo, el equipo peruano que más veces ha jugado la Sudamericana, registra -27 goles en dicho torneo. Todos los clubes peruanos han perdido partido a partido, de lejos, mucho más de lo poco que han ganado.

Los números son fríos y desoladores. No es una sorpresa para nadie que vayan equipos peruanos de visita y regresen con cinco, seis o hasta siete goles en contra. Ahí es donde el ritmo de competencia local queda en evidencia. Y donde el chocolate peruano y el tiqui taca no importan nada frente a la mejor forma física de brasileños, argentinos, colombianos, ecuatorianos, chilenos o quien se ponga.

El rival en Sudamérica gana al peruano por velocidad, mentalidad y calidad. Pero había algo que siempre parecía jugarnos en contra: los mejores equipos peruanos iban a la Libertadores a probar suerte contra los mejores del continente, y equipos de menor nivel a la Sudamericana a enfrentar a equipos más accesibles, al menos en el papel. Entonces se pensaba que sería diferente si tan solo Cristal, por ejemplo, tuviera una chance de colarse en la Sudamericana.

Pues, tampoco. En el 2019, Melgar llegó a la Sudamericana desde la Libertadores y quedó eliminado en segunda fase por el Católica de Ecuador (un equipo de media tabla) goleado 6-0 de visita. Solo como información adicional, en esa misma edición del torneo, Municipal fue goleado 5-0 por Colón y UTC también fue fácilmente vencido por el Cerro uruguayo. Sin asco. 

La esperanza era Cristal, el mismo año. El equipo rimense jugó la Sudamericana al entrar directamente a Octavos de Final por haber quedado tercero en su grupo en la Libertadores. La realidad no pudo sonreír mejor a los rimenses, pues les tocó el desconocido Zulia de Venezuela. Un equipo fundado el 2005 y que apenas tenía diez años compitiendo en la primera división de un país en crisis política y social donde el béisbol es el deporte nacional. 

¿Qué pasó? Pues, más de lo mismo. Cristal quedó afuera por el gol de visitante. Perdió 1-0 de visita y ganó 3-2 en el Nacional. No pudo hacer más. Prácticamente nunca un equipo peruano puede dar ese paso adicional de firmeza para terminar venciendo a nivel internacional. Esa es la típica de Cristal, compite pero no cierra los partidos. Queda a un gol, a veinte minutos de mantener el ritmo. A un paso de dar el golpe. Y en el 2019, ni aunque tuvieran en frente al Zulia de Venezuela. Ni así.

Entonces, queda claro por qué si Cristal logra pasar de llave ante el Arsenal de Sarandí estaría haciendo historia. Dicho en números fríos, sería apenas el quinto equipo peruano en los últimos veinticinco años que llegara a Cuartos de Final de un torneo continental. Y en esos años, los equipos peruanos lo han intentando 139 veces. Es decir, se tuvo éxito solo el 3% de los intentos. 

Ya, no importa cómo se logre. Cristal es casi un equipo invencible en el torneo local, donde hace años no le gana nadie en Perú cuando tiene todos los titulares en la cancha y está en ritmo de competencia. Los dirigidos por Mosquera tienen una chance inigualable -y una mochila muy pesada- de sumar cambios concretos en la lamentable experiencia peruana en la Conmebol. Un empate es suficiente.

Es hora de resucitar a un fútbol plagado de don nadies. ¿Será hoy, Carlos Lugo?

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Arsenal de Sarandí, Carlos Lugo, Sporting Cristal

Estamos viviendo un momento histórico, el 28 de julio juramentará como presidente Pedro Castillo Terrones; un líder del Perú profundo, un profesor de escuela, hombre andino y rural. Que esta sea la figura del Bicentenario, tras un proceso plagado de racismo, clasismo y actitudes antidemocráticas, es simbólico y significativo, representa una gran oportunidad a la vez que implica una gran responsabilidad.

Al presidente electo no le vienen tiempos fáciles, eso lo sabemos todos/as; sus opositores/as no dudarán en ponerle cientos de obstáculos en el día a día, lo cual no sólo es mezquino, sino que abonará a la crisis que ya vive el país a nivel económico, político, sanitario y social. Por ello, Pedro Castillo, debe tener claridad que su tarea es promover cambios y sacar adelante al país en democracia, haciéndole frente al enojo de sectores autoritarios que han visto amenazados sus intereses y cuya rabia, plagada de violencia racial, ya no se oculta.

En este contexto, debe concentrarse en tejer alianzas con sectores democráticos, dialogar con los movimientos sociales y no dejar ni un atisbo de duda sobre su honestidad y buenas intenciones separándose de figuras vinculadas a hechos de corrupción, de esta forma podrá dar mayor sostenibilidad a su mandato.

Parte de la agenda urgente que debe atender y que es constantemente recordada por el movimiento feminista y de mujeres es la lucha contra la discriminación y la violencia de género.  Una democracia real se construye promoviendo los derechos humanos y los derechos de las mujeres y de la población LGBTIQ+ son derechos humanos.

Es fundamental que, en el corto periodo de transición, que ya se ha iniciado, tome especial interés en conocer no sólo la problemática sino además los avances que tiene el Estado para promover la igualdad de género y una vida libre de violencia.

Son muchas las acciones pendientes, pero, para empezar y durante sus primeros días puede: garantizar la continuidad del Ministerio de la Mujer, fortaleciendo su rectoría en materia de igualdad de género; comprometerse con la mejora de los servicios de atención a la violencia de género para que las víctimas y sus familiares del área urbana, rural y amazónica encuentren una adecuada respuesta del Estado; pero, además,  debe promover la implementación de los lineamientos estratégicos para la prevención de la violencia de género, como medida para avanzar hacia un cambio sociocultural a largo plazo.

De otro lado, debe promover la paridad en el Estado, empezando por designar un gabinete paritario, con profesionales comprometidos con la democracia, los derechos humanos y la igualdad.

Muchas feministas y defensoras de los derechos de las mujeres le dieron un voto crítico y vigilante, por lo que estaremos atentas para no permitir retrocesos, convencidas que una democracia real debe tener como uno de sus pilares la igualdad.

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igualdad de género, Pedro Castillo

Que voceros del gobierno entrante declaren que se van a dedicar primero a hacer una auditoría del proceso de compra de vacunas, es una pésima señal del ánimo con el que entran a Palacio y que ojalá no sea extensivo a otros predios del quehacer gubernativo.

Quizás lo que mejor ha hecho el gobierno de Sagasti haya sido el proceso de compras de vacunas y la ejecución del plan de vacunación. Y que sin siquiera esperar a que los comités de transferencia sectoriales les informen a los encargados de Perú Libre cómo se ha hecho y se ha planificado el proceso, ya salgan a declarar en plan vindicativo, es un mal augurio del tipo de gestión que se avecina.

Ha tenido tiempo el presidente electo, Pedro Castillo, mientras demoraba su proclamación por las argucias de Fuerza Popular y allegados, para zanjar varios temas. Primero, qué va a hacer con Vladimir Cerrón y el partido que lo cobijó para llegar a Palacio (y que ya se ha visto cómo espera con angurria los cargos públicos). Segundo, qué línea económica va a seguir, si la moderada que prefiguran nombres como los de Pedro Francke o Alonso Segura, o si se ceñirá al mandato original radical del ideario de Perú Libre. Tercero, qué piensa hacer con la Constitución: ¿cambiarla radicalmente con una Constituyente? Si es así, ¿bajo qué modalidad lo piensa hacer (referéndum, reforma del 206, cuestión de confianza, etc.)? Cuarto, quiénes conformarán su gabinete ministerial y el consecuente despeje de dudas de cuán amplia y plural será su convocatoria.

No deben pasar muchos días u horas para que Castillo efectúe anuncios claros respecto de los temas señalados. Arranca con el marcador en contra. Lamentablemente, se han asentado en un sector importante de la población las dudas sobre la legitimidad de su mandato, tiene una derecha en pie de guerra movilizada en su contra y no tiene mayoría congresal propicia.

Lo peor que podría pasar es que Castillo pierda valioso tiempo en supuestamente ajustar cuentas con el gobierno saliente y no dedicarse prontamente a gobernar efectivamente, con toma de decisiones rápidas, anuncios puntuales y despliegue de acciones inmediatas.

Algo extraordinario tendría que ocurrir para que un gobierno como el de Castillo sea bueno. Los astros están alineados en su contra y lo más probable es que la suya sea, en el mejor de los casos, una gestión muy mediocre. Veremos en sus primeros pasos si se cumplen nuestros pronósticos u -ojalá- nos desmiente y sorprende.

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