Opinión

En un excelente ensayo escrito en 1955, titulado “En torno a los diarios íntimos”, Julio Ramón Ribeyro reclamaba para el diario un lugar en la literatura, aunque sin dejar de problematizar ciertos aspectos de esta especie textual. Se preguntaba, por ejemplo, cuáles serían las reglas intrínsecas del género: ¿la periodicidad? ¿el principio de veracidad? Del mismo modo, intentaba esbozar las diferencias entre los diarios ficticios y los no ficticios. Todo esto resulta más interesante aun cuando caemos en la cuenta de que Ribeyro es, precisamente, uno de los mayores diaristas del ámbito hispano.

Las preguntas de Ribeyro sobre el diario no eran gratuitas y, en todo caso, adelantaron varias discusiones y cuestionamientos al discurso autobiográfico. A pesar de todo, la fascinación de algunos lectores por las memorias, las autobiografías, los epistolarios y los diarios, sigue allí, intacta, ajena a discusiones teóricas que son seguramente muy sugerentes para el cenáculo de especialistas pero que, eventualmente, podrían privar de ciertos placeres al lector menos entrenado en esas elevadísimas argucias.

Paso al placer, entonces. Tengo en mis manos la reciente edición de Diarios, de Stefan Zweig (1881-1942), que cuentan con participación peruana, pues la traducción ha estado a cargo de la destacada escritora Teresa Ruiz Rosas. Los Diarios de Zweig abarcan casi treinta años de su vida, que transcurren entre 1912, dos años antes del estallido de la Primera Guerra y llegan hasta 1940, ya cuando la invasión nazi en Europa deja de ser pesadilla para convertirse en horror presente.

El arco temporal de estos Diarios revela una urgencia. Una sensibilidad atenta como la de Zweig no podría permitirse superficialmente el bárbaro período que amenazaba a Europa y que, finalmente, arrasó con ella. El 31 de julio de 1914, Zweig comenta con profundo pesar el llamamiento de la milicia en Austria: “La gente pasaba horas enteras de pie frente a la orden de alistamiento, redactada en un alemán miserable y totalmente incomprensible. Cuando oscureció, algunos miembros de asociaciones de veteranos intentaban animar a la población, pero sus arengas sonaban huecas: se había arrastrado a demasiada gente y la guerra se había colado en todos los hogares” (pp.98-99).

Una de las anotaciones finales corresponde al lunes 17 de junio de 1940. Zweig, ya obtenida la ciudadanía británica ese mismo año, está en Londres, preparando su viaje a Brasil. Es comprensible que Zweig quiera huir del horror de la guerra. Ese día escribe: “Se ha perdido Francia, reducida a escombros por siglos, el país más cautivador de Europa, ¿para quién escribiré, para qué viviré? En Inglaterra la situación es cada vez más tensa, me siento completamente marginado pese a la nacionalidad, incluso indeseable, porque nos han convertido en personas sospechosas a las que no conviene acercarse” (p.512). Los extremos de esta aventura autobiográfica tienen, pues, un hilo común: el horror provocado por dos guerras.

La escritura, protagonista también de estos cuadernos, a menudo se presenta como un atado de contradicciones. El jueves 10 de junio de 1915 anota lo siguiente: “Mi diario muere a causa del peso que me oprime. Estoy exhausto el día entero, cansado de todo” (p.206). Unos días más adelante, el 20 de junio, escribe: “Estoy metido de lleno en mi obra de teatro y desde entonces el mundo exterior me duele menos, siento que rindo cuentas ante mí mismo. Es la única forma de huir, puesto que los países están cerrados, como las ciudades” (p.208).

Por otra parte, la entrada del 13 de noviembre de 1918 no deja de ser profética, ya firmado el armisticio: “(…) Al menos yo consumo la mitad de mis fuerzas pensando en los espantosos escenarios que se avecinan, en que el odio entre clases y estamentos inundará el mundo” (p.382). Son muchas las puertas que abre este diario, y varias invitaciones, una de ellas a recorrer las páginas de El mundo de ayer, la autobiografía que acometió Zweig. Por ahora queda recordar a este gran maestro del ensayo, la biografía y el relato, enfrentando en las páginas de su diario sus dilemas y obsesiones, sus miedos y sus soledades. Vale la pena cada página de este testimonio magnífico, contradictorio y brillante.

 

Stefan Zweig. Diarios. Edición de Knut Beck. Prefacio de Mauricio Wiesenthal. Traducción de Teresa Ruiz Rosas. Barcelona: Acantilado, 2021.

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Alemania Nazi, Guerra Mundial, Stefan Zweig

La consolidación de la alianza radical Castillo-Cerrón se expresa fundamentalmente en el gabinete Bellido. Por esa sola razón, el Congreso debería negarle la confianza. No puede avalar un pacto espúreo. Lo que se consolidaría con ese gabinete sería un proyecto refundacional socialista que conllevará una agenda de confrontación paulatina hasta lograr la destrucción de la democracia formal y la economía de mercado.

El juego político que se pretende, pasa por suavizar los modales, evitar los temas conflictivos -la Asamblea Constituyente, por ejemplo-, a la espera de que el Congreso le termine dando la confianza y así poder empezar a desplegar la agenda encubierta.

La abrumadora presencia de ministros con prontuariado político, judicial o penal, o con demostrada incompetencia técnica para el cargo al que han sido nombrados, ya de por sí también constituye un factor político suficiente para que el Legislativo le tire un portazo bien merecido al Ejecutivo.

La presentación generalista de Bellido, sin ninguna precisión programática ni claridad respecto de políticas públicas, no puede engañar al país sobre las reales intenciones radicales de su entorno y del influyente Cerrón. A eso van.

Y eso, más temprano que tarde, pasará por confrontar con el Congreso, con los medios de comunicación o con los grupos empresariales. Y una vez que logre recuperar alguna popularidad gracias a esa estrategia de choque y al despliegue de medidas populistas, arremeterá para lograr su cometido de convocar a una Asamblea Constituyente que nos lleve a la deriva chavista tan cara a la ideología del gobierno (en ese talante, la presencia de ministros moderados es solo una concesión temporal para poder desplegar la estrategia subalterna a la primera de bastos).

El gabinete Bellido no merece la confianza. El efecto político de no dársela será inmensamente benéfico para el país, porque obligará a Castillo a recomponer su círculo de poder y ojalá a entender que el camino que Cerrón hasta el momento ha logrado imponerle solo lo llevará a la ruina.

Las balas de plata están para usarse. El Congreso debe usarla. Y si luego de hacerlo, el gobierno declara la guerra y atiza el conflicto haciendo cuestión de confianza por cualquier cosa, en venganza por la negada a Bellido, se espera que en esa tesitura, el Legislativo se comporte a la altura de las circunstancias y simplemente decida ejercer sus fueros y proceda a vacar a un Presidente que demostraría, con su tozudez, que no está moralmente capacitado para ejercer la primera magistratura de la República.

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Cuestión de confianza, Guido bellido, Pedro Castillo

UNO

“Me van a pagar, no?. Ten en cuenta que yo vivo de esto” espetó Charlie a un rubio greñudo (Brian Jones), quien lo fue a buscar por tercera vez, para que se una al grupo. Charlie se hizo de rogar. No le interesaba en absoluto el blues y menos el rock. Era amante del Jazz. Pero olfateó que los muchachos tenían algo especial. Provenía de una familia de clase obrera, a diferencia de Jagger y Richards, pero al igual que Wyman. Y necesitaba el money.

La importancia del baterista en un grupo es crucial. Le aporta el tempo necesario. Y Watts era uno de los mejores. Sofisticado, le proporcionó, a la música del grupo, un toque personal, derivando el blues eléctrico en contrapuntos de shuffle. Ahí radica su importancia inherente.

Es cierto, sin él, no hubiera habido Rolling Stones.

Dícese que Jones salió gritando, a los cuatro vientos; sabía que iban a ser Imbatibles. Era enero de 1963, en Londres.

 

DOS

Lo recuerdo perfectamente, fue en el verano del 77 que escuché una canción de los Stones. Y si, fue “Satisfaction”. Fue un cimbronazo. En aquellos años, si tenías plata podías comprar los LPs o tratar de cazar una emisora que emitiera la música stoniana. Yo era parte de los segundos: era misio. Encima, a diferencia de Los Beatles, que tenían programas exclusivos dedicados a su música; esto no sucedía con los RS. Eso era lo jodido en aquellos años.

Ahora, los jóvenes tienen a mano la discografía entera del grupo insular, a un clic de distancia.

En aquellos años, salieron a flote canciones disgregadas como “Miss you” o Beast of Burden”.

De ahí la importancia de “Disco Club”, y del extinto Gerardo Manuel (se emitía por el canal 7). Transmitía los videos musicales del momento.

Y el 81, presentó los videos clips de “Start me Up”, “Hang Fire” y “Waiting on a friend”. Imposible olvidarlo.

 

TRES

El baterista impuso respeto ante 2 figuras hercúleas (Mick y Keith), a lo largo del tiempo. A mediados de los sesenta, cuando ambos experimentaban con LSD, jamás se les ocurrió joderlo a CW, que rehuía tal droga.

Tuvo una sola mujer. En las giras, alocadas de los sesenta y setenta, le pidió a Klein (su manager) que lo dejase de joder con los viajes:  extrañaba a su esposa. Nunca se aprovechó de las groupies. Increíble, ¿no?.

Rehuía la demagogia. Era minimalista y nada ostentoso. Eso sí, era elegante y usaba trajes, hecho a medida, de Saville Row.

Cuando no andaba de gira, simplemente tocaba, con su quinteto de Jazz, en clubes pequeños. Y disfrutaba de la vida hogareña.

En los conciertos, cuando Jagger lo presentaba, se ganaba la mayor ovación.  Era el Gentleman Silencioso, y Querido.

CUATRO

En Mangomarca viví del 81 al 84. Tenía un grupo de amigos, que vivían en la misma cuadra, con quienes hablábamos y escuchábamos música de Los Beatles. A dos cuadras de distancia tenía otros amigos: Campeón, Carlos y Freddy. Con los 2 primeros discutíamos de Ledzepelin, Pinkfloyd y demás grupos. Sin embargo, Freddy era un Stoniano Indómito. Me hablaba de ellos, una y otra vez. Escuchábamos su música. El compadrito era una enciclopedia musical. En las fiestas, recuerdo perfectamente, haber escuchado y bailado “Little T&A” del Álbum “Tattoo You”.

Con el tiempo me mudé. Viajé y me casé. Hice mi vida, como todos los demás. A la cincuentena he vuelto a escuchar, con parsimonia y delectación, los álbumes “Beggars Banquet”, “Let It Bleed” y “Exile On Main St”, una y otra vez.

Hace un tiempo atrás, volví a contactar con los amigos de aquel barrio. Freddy, sigue siendo el mismo melómano de siempre. Suscribe efemérides rockeras todas las semanas en el face. No ha cambiado mucho, o si, y no me doy cuenta: Yo peino canas y él creo que no. Eso sí, permanece el mismo respeto y cariño, entre ambos.

Los cincuentones logramos pescar las últimas 2 décadas productivas de los Rolling. No lo percibíamos en ese momento, en su verdadera magnitud. Lo que si sabíamos era que ellos eran un pedazo enorme de Historia Contemporánea, del cual fuimos parte.

Con la partida del baterista, los cimientos del grupo se han resquebrajado. Habría que preguntarse si tiene sentido seguir Rodando, o ha llegado el momento del Adiós Permanente.

Lo que sí, los RS están huérfanos de la seriedad y pulcritud canosa, que los acompaño y unió durante más de 58 años.

 

 

 

La importancia del baterista en un grupo es crucial. Le aporta el tempo necesario. Y Watts era uno de los mejores.

Es cierto, sin él, no hubiera habido Rolling Stones.

Lo recuerdo perfectamente, fue en el verano del 77 que escuché una canción de los Stones. Y si, fue “Satisfaction”. Fue un cimbronazo. En aquellos años, si tenías plata podías comprar los LPs o tratar de cazar una emisora que emitiera la música stoniana. Yo era parte de los segundos: era misio.

De ahí la importancia de “Disco Club”, y del extinto Gerardo Manuel (se emitía por el canal 7). Transmitía los videos musicales del momento.

El baterista impuso respeto ante 2 figuras hercúleas (Mick y Keith), a lo largo del tiempo. A mediados de los sesenta, cuando ambos experimentaban con LSD, jamás se les ocurrió joderlo a CW, que rehuía tal droga.

Tuvo una sola mujer. En las giras, alocadas de los sesenta y setenta, le pidió a Klein (su manager) que lo dejase de joder con los viajes:  extrañaba a su esposa. Nunca se aprovechó de las groupies. Increíble, ¿no?.

En los conciertos, cuando Jagger lo presentaba, se ganaba la mayor ovación.  Era el Gentleman Silencioso, y Querido.

Los cincuentones logramos pescar las últimas 2 décadas productivas de los Rolling. No lo percibíamos en ese momento, en su verdadera magnitud. Lo que si sabíamos era que ellos eran un pedazo enorme de Historia Contemporánea, del cual fuimos parte.

De acuerdo a lo que se ha podido apreciar en las últimas horas la pugna interna en el gobierno, entre cerronistas y moderados, ha sido ganada por el ala radical. Salvo sorpresas de último momento, el gabinete Bellido -el gabinete de Cerrón- se presentará incólume ante el Congreso mañana jueves a pedir la cuestión de confianza.

Así, se van agotando y acotando las posibilidades, en principio remotas, de que Castillo, empoderado por el cargo presidencial, entendiese que podía marcar su propia cancha y establecer un régimen alejado de los dictados de Perú Libre.

Lo ocurrido tiene graves implicancias para el país democrático. Porque si esa alianza Castillo-Cerrón se consolida, lo que vendrá será, pronto, el intento de forzar la convocatoria a una Asamblea Constituyente corporativista y refundacional de la República, para lo cual desplegará una paulatina estrategia de confrontación en la búsqueda de acumular fuerzas. Será el Congreso, serán los medios de comunicación, serán las grandes empresas, etc., los enemigos serán elegidos en función del objetivo final de llevar al país a una deriva populista y autoritaria claramente antidemocrática.

Las posibilidades de un gobierno de izquierda moderada se reducen y la única forma de impedir que el proyecto maximalista del casticerronismo prospere, pasa por el nivel de contención que desde el Congreso, desde la prensa y desde las calles se ejerza contra ese proyecto.

Particularmente, creo que el Congreso no debería darle la confianza a un gabinete impresentable desde la cabeza, como es el que lidera Guido Bellido. Es principista y democráticamente inaceptable que el Legislativo le tienda un manto de aprobación a semejante despropósito.

Solo se entendería que le otorgue la confianza si lo hace por un cálculo estratégico de acumulación de fuerzas, que requiriese, entre otras cosas, modificar constitucionalmente las cuestiones de confianza y nombrar a los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional, de modo de estar mejor guarecido en caso escale un conflicto mayor entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Pero que pierda cuidado el Parlamento que ese conflicto va a venir de todas maneras. El gobierno necesita desesperadamente recuperar niveles de popularidad y no le va a bastar con regalar bonos o dictar medidas económicas populistas. Va a requerir de la confrontación que probadamente lo beneficiará (apréndase de las experiencias regionales acontecidas en Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia o Argentina).

Lo cierto es que hoy más que nunca hay que estar alertas. Se ha reconfirmado un pacto antidemocrático entre el presidente Castillo y el radical Vladimir Cerrón. No darse cuenta de lo que eso implica, revelaría una torpeza política gigantesca.

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Guido bellido, Pedro Castillo, Vladimir Cerrón

El 21 de agosto se organizó en Lima una marcha en la que madres y padres de familia reclamaron el retorno a clases semipresenciales. Consideran que las clases a distancia afectan la salud mental de niñas, niños y adolescentes al no poder convivir en grupos de su misma de su edad. Durante la protesta señalaron que gimnasios, casinos, restaurantes pueden operar, pero no la escuela. De acuerdo con la información de Unesco, Perú está dentro de una reducida decena de países que no ha retomado las clases presenciales.

El pedido señalado no es uno académico. La pandemia también nos ha llevado a repensar el rol de los colegios en nuestras vidas, a reparar en que son los lugares donde aprendemos a convivir fuera del hogar, con sus propias relaciones de poder, reglas de conducta y costumbres afectivas. En algunas ocasiones las familias están de acuerdo con la cultura que desarrollan sus hijas e hijos en el colegio, pero así como hay brechas y deficiencias académicas, también hay brechas en temas de discriminación. Los estudios que el Ministerio de Cultura comparte en la plataforma Alerta contra el Racismo dan cuenta de cómo no hablar castellano, ser afroperuano, ser mujer o la condición de pobreza son estigmas comunes en las escuelas de todo el país.

Las relaciones de poder entre docentes, estudiantes y personal administrativo también conducen a situaciones de violación de la libertad sexual y de indiferencia frente a ellas en algunas escuelas. Por ejemplo, se sabe que solo la mitad de los 112 denunciados el año pasado fueron reasignados en puestos administrativos para proteger a la comunidad estudiantil mientras se llevaron a cabo las investigaciones, pero se desconoce en qué estado se encuentran. De muy pocas denuncias se cuenta con información actualizada. Ya Defensoría del Pueblo ha llamado la atención al Minedu por el descuidado manejo de la plataforma para el monitoreo de expedientes.

Pero también en muchas más ocasiones la escuela sirve como refugio de las diferentes violencias que se pueden vivir en el hogar o en el entorno cotidiano. Una de ellas, de la que podemos contar con claras evidencias, es el embarazo no deseado en niñas y adolescentes. Las cifras del año pasado sobre el incremento de embarazo no deseado en adolescentes crecieron 12%. Y el número de niñas que dieron a luz se triplicó. En lo que va de este año, ya se han registrado más de 16 mil quinientos partos de menores de 19 años en todo el país. 327 de esos partos, ha sido de niñas menores de 14 años, como indica el Ministerio de Salud. Muchas de estas niñas se habrían salvado de haber estado en la escuela o haber pedido ayuda a sus docentes o compañeras de clase. El Minedu, decidido ha conseguido que las escuelas encaren esta realidad el próximo año, a través de la implementación de la Educación Sexual Integral en sus aulas para prevenir los embarazos, pero también para enfrentar problemas como la violencia sexual, la homofobia y el acoso cibernético que pueden ocurrir dentro y fuera del colegio.

¿Podrán los colegios proteger a nuestras niñas y niños el próximo año? Porque el reto mayor será reintegrar estudiantes que abandonaron la escuela o aquellos que fracasaron. En las zonas rurales y marginales se han perdido dos años. Pero también en colegios de zonas urbanas de clase media un alto porcentaje de estudiantes no ha podido sostener la educación virtual debido al agotamiento producido. Las profesoras, los profesores además de aprender a cuidar a sus estudiantes en la parte emocional, tendrán que llevar a cabo adaptaciones curriculares individuales que serán un enorme reto. Para sostenerlos, la alianza Perú Debate 2021 ha convocado al Minedu, al Consejo Nacional de Educación y al Acuerdo Nacional para generar un pacto que ayude a establecer medidas de apoyo y cómo cumplirlas. La carga que tendrán el próximo año será ardua, pues una vez vacunados, también deberán prestar atención y cuidado a las medidas contra la COVID-19 de tal manera que la escuela cumpla de manera sostenida con los requisitos para el trabajo presencial.

Veamos cómo podremos sumarnos el próximo año para crear una nueva y mejor normalidad en las comunidades escolares de nuestro país, como nos comprometeremos a conseguir un buen cuidado a la salud integral, física y mental de estudiantes y docentes. Que sirva la reconstrucción para la tremenda mejora que necesita nuestra juventud para el futuro que la espera.

14 de agosto de 2021

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Colegios, Covid-19

Ricardo Gareca es un Dios para el Perú, pero sufre de algunos demonios internos. Es un todopoderoso con pesadillas que lo atormentan de noche. Ha construido un texto bíblico de cómo tomar decisiones al mando de la selección peruana. Parecen firmes siempre, y están avaladas por su éxito. Pero al parecer sus demonios han tomado gran control de sus santas escrituras. 

El primer mandamiento de San Gareca es que él primero es un ex jugador y luego un entrenador de fútbol. Ahí, la lealtad por la historia del jugador, el sentimiento de grupo y el entendimiento de la psicología individual del futbolista son lo más importante. Desde ese lugar ha protegido a Cueva tantos años, a pesar de los excesos. O ha elegido y sostenido a algunos jugadores con bajo rendimiento. 

Y con esa visión de ex jugador, Gareca ha dejado en claro en una entrevista con Liberman hace algunos días, que a algunos jugadores se les trata de una forma y otros, pues de otra. Algunos son dignos discípulos y otros a veces ya no tanto. A algunos se les puede exigir más y a otros, simplemente menos. Eso se da por sus condiciones personales, orígenes, contextos. Para cada quien, un trato distinto.

Este es el origen de los demonios del Tigre Gareca. La falta de una lógica clara en su elección y planteamiento. Entran o salen jugadores del equipo sin ninguna o con muy escasa explicación o justificación. El testamento según Gareca no mantiene una lógica constante. Están los que no juegan, los medio lesionados, los de buen presente, los del Medio Oriente, los perdonados. Todos van o no, si él lo decide. 

Parecen lejos los días en que Gareca postulaba otros mandamientos. El fin de las argollas, que despidió a Vargas o Pizarro. La exaltación de los méritos pasados sin sustento en el presente. Chau Ascues o Ballón. La elección en base a quienes mejor juegan en su club y ligas competitivas, como fueron las apariciones de Cueva, Flores, Carrillo, Abram, Trauco y toda la nueva sangre. 

El primer y más grande demonio del Tigre es el León. Carlos Zambrano fue separado de la selección por primera vez en el 2015 tras una roja contra Chile en Copa América. Una patada innecesaria. Se le excluyó por cuatro años en el mejor momento de su carrera. Era un gran referente del Frankfurt de la Bundesliga. Sin explicación suficiente, la prensa adjudicó la decisión a la expulsión. Chau, sin asco.

Pasaron cuatro años y Zambrano había dejado Alemania para probar suerte en Rusia, Grecia, Suiza y Ucrania. No recuperó su nivel futbolístico y aun así fue convocado a la Copa América del 2019. De hecho, cuando eso pasó, Zambrano llevaba media temporada sin jugar en su club, el Dínamo de Kiev. El Tigre le dio la chance al León, en un rugido de auxilio, porque no encontraba dupla de centrales tras la extinción post mundialista de Ramos-Rodríguez.

Y es aquí donde vale preguntarse si es el jugador quien debe agradecer a Gareca por la oportunidad o si más bien se le debería agradecer al jugador por su buen rendimiento. Zambrano fue separado por desconfianza y traído de vuelta como salvavidas sin siquiera tener continuidad en su club. Gracias a su jerarquía se creó la última pareja de centrales sólida de Perú en la era Gareca: Zambrano-Abram. Después de él, la Biblia no ha encontrado una dupla segura. Y ha probado todas las mezclas posibles.

Ahora, Zambrano ha vuelto a ser separado por falta de confianza tras el codazo a Richarlison en Lima. Y no ha sido perdonado ni reincorporado a pesar que Perú es la peor defensa de las Eliminatorias con catorce goles en contra. De hecho el mismo jugador declaró no tener contacto con el comando técnico hace dos años. Y su presente es mejor que el del 2019: juega regularmente en Boca Juniors.

¿Vale jugar la clasificación al Mundial sin el mejor central del país disponible? Haciendo uso de un lento e impreciso Ramos, solo presente por su calidad de líder, o de un Callens procedente de un fútbol estadounidense donde se juega varios cambios por debajo del ritmo de las Eliminatorias. Con Abram aclimatándose a España, Santamaría es el único central con una realidad nivel selección. 

El otro gran ausente de la lista es Pedro Aquino. Es el volante defensivo titular del América de México, el equipo más grande y puntero invicto de la Liga MX. En lugar de Aquino se ha llamado a Cartagena, que dejó el fútbol argentino por Emiratos Árabes Unidos. A sus 26 años, se fue a una liga donde los jugadores van a retirarse, que es incluso inferior a dónde juegan Carrillo y Cueva.

La separación de Aquino sólo se explica desde alguna secreta indisciplina, aunque no hay información sobre eso. Es el capítulo apócrifo de la Biblia garequiana. Y si fuera el caso, por qué no trabajar de cerca en la psicología de una estrella cuyo valor asciende a siete millones de euros, como se hizo con Cueva. ¿Perú puede darse el lujo de separar a un volante de la categoría de Aquino? 

Otro jugador defensivo que no ha sido considerado es Miguel Araujo. Claro, pareciera que aquí Gareca aplica la falta del ritmo futbolístico. Araujo aún no se une al Emmen para iniciar la temporada, pues se encuentra en búsqueda de mejores ofertas para evitar la segunda división de Holanda. Sin embargo, sí están convocados jugadores en similar condición física, como Trauco, Flores o Peña.

Una más: Gareca no ha mandado ni una paloma mensajera a mostrar interés por Gustavo Dulanto. ¿Quién? Un defensa en plenitud a sus 25 años, que emigró el 2019 al Boavista de Portugal y ahora es el capitán indiscutible del Sheriff Tiraspol. ¿Cuál? El mejor equipo de Moldavia que hoy está a muy poco de convertir a Dulanto en uno de los pocos peruanos en jugar fase de grupos de la Champions.

El otro inmenso demonio de Gareca se llama Raúl Ruidiaz. Pero este lo es, muy por el contrario, por blindarlo. Hace algunos meses, cuando Lapadula despegó como el nuevo héroe de Perú, quedó claro que Ruidiaz debía despedirse de la selección. No jala marcas, ni siquiera estorba, no gira de frente al arco, no tiene portento físico, no hace goles, los volantes no le encuentran el pase, no aporta en la marca.

En números, Ruidiaz es el mejor delantero peruano en el exterior y es, al mismo tiempo, la peor opción peruana en ataque. En Estados Unidos su equipo es puntero, es el goleador del torneo y el jugador más determinante. Anota cada semana. Sí, todo eso. Pero fíjese un detalle: en cada gol que hace hay que ver como marcan esos defensas. El espacio que le otorgan y la libertad de movimiento para pensar, girar y posicionarse en el disparo. Compruébelo. 

Aún así, ya hace mucho que Ruidiaz es la Pulga del Tigre. Incluso es peor opción que Santiago Ormeño, la única gran ausencia celebrable. Este resultó ser un delantero trotón que no intimida a nadie. Un tipo carismático y bonachón que no aporta en nada al juego de la selección, igual que Ruidiaz. Sería mejor opción modificar algún versículo de la Biblia y probar alternativas nuevas. 

Ojo. Es muy probable que Ruidiaz juegue de arranque contra Uruguay e incluso Venezuela. Lapadula está sancionado y falto de fútbol. Guerrero frágil hace años que solo juega de suplente. Y en el banco está solitaria la Pulga, en esta lista de convocados incompleta y sin variantes. Una selección que demuestra todos los demonios que rodean a San Gareca: sus dudas, desdichos y preferencias. 

Como él mismo profesó en el versículo 10:2022 de la carta a los Uruguayos: un equipo debe jugar siempre mejor, pero jugando siempre igual. Ergo, las variantes no están contempladas. Palabra del Señor.

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Raúl Ruidiaz, Ricardo Gareca

Los rumores de un cambio de gabinete son claros indicativos de que la alianza Castillo-Cerrón empieza a resquebrajarse. Hay sectores crecientes dentro del oficialismo que no ven con buenos ojos la influencia del exgobernador de Junín y presionan para que el Presidente dé un golpe de timón y cambie de rumbo.

Así, los congresistas del magisterio -desplazados por Waldemar Cerrón de la vocería de la bancada-, Dina Boluarte, primera vicepresidenta, con juego propio moderado en el Ejecutivo, los sectores tecnocráticos de los aliados Juntos por el Perú y Nuevo Perú, el grupo “Los Nadies”, que encabeza la congresista Betsy Chávez, son, entre otros, factores de contención de las pretensiones controlistas de Cerrón.

Vladimir Cerrón parte de una concepción leninista clásica, por la cual el partido es el poder, y el gobierno es solo una proyección de ese poder real (no es casualidad que en Cuba o en la Unión Soviética a quienes elegían secretarios generales del Partido Comunista fuesen de inmediato jefes de gobierno).

Es por esa razón que el cacique de Junín se siente con pleno derecho a cogobernar. Él cree que el partido es la representación del pueblo y que, por ende, Castillo debe subordinarse a sus deseos. Cualquier disidencia a ese pensamiento es traición, ya ha escrito en las redes sociales.

El problema para Cerrón es que vivimos en una república y no en una dictadura de partido, y en esa medida los poderes institucionales superan largamente los de una agrupación tan precaria, además, como Perú Libre. Castillo, empoderado con el cargo, ya debe haber entendido que las riendas del poder las tiene él y no Cerrón.

¿Esta aparente disputa puede ser una simple estratagema para ablandar a los congresistas díscolos que aún dudan de darle el voto de confianza al gabinete Bellido? Puede ser, claro, pero los indicios más razonables apuntan a que está germinando una real diferencia en la cúpula del poder, que ojalá derive en una reconducción del gobierno por rutas más moderadas que las maximalistas propuestas por Cerrón y sus allegados.

Todas las encuestas coinciden: desaprueban al gobierno de Castillo, rechazan al gabinete Bellido y cuestionan abrumadoramente la presencia de Cerrón. El Primer Mandatario tiene que entender que seguir los dictados radicales de Cerrón, que conducen a una Asamblea Constituyente para refundar socialistamente al Perú, chocan con la realidad mayoritaria del pueblo peruano y con el establishment político vigente en el Congreso.

Por ese camino solo va a una confrontación desgastante y que pone en riesgo, inclusive, su permanencia en el cargo por cinco años.

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Dina Boluarte, Pedro Castillo, Vladimir Cerrón

Se repite con frecuencia que los grupos de WhatsApp son como cámaras de resonancia, donde una opinión se refuerza y las opiniones disidentes se ignoran o atacan. En las líneas que siguen quiero argumentar, siguiendo a la filósofa Jennifer Lackey, que esto, en sí mismo, no es algo negativo.

Imagine un grupo de WhatsApp de 30 personas discutiendo la efectividad de las vacunas contra el COVID-19. Llega un nuevo miembro del grupo señalando que las vacunas causan autismo, y no ofrece nada nuevo, sino que repite los típicos argumentos que vienen siendo refutados una y otra vez desde hace décadas. En este caso, la opinión disidente genera ruido, y lo más probable es que se la ataque o ignore.

Ahora bien, podría objetarse que el ejemplo descrito arriba no es bueno porque no sabemos nada de las características de los miembros del grupo: ¿Saben de lo que hablan? ¿Están bien informados? Es más, podría darse el caso de que los 30 hayan obtenido su información de una sola fuente, lo cual los convertiría realmente en una cámara de resonancia: es la opinión de esa fuente única la que los 30 repiten una y otra vez.

Pero esto tampoco es, en sí mismo, algo negativo. Si cada uno de los 30 entiende la información de esa fuente común y la adopta de manera crítica, tras someterla a un escrutinio cuidadoso, entonces no tiene nada de malo que los 30 coincidan. Es más, ya que es verdad que las vacunas son seguras, y falso que causen autismo, entonces es más bien una virtud el hecho de que estas 30 personas estén en el lado correcto en este tema. Y si una fuente es lo suficientemente clara e informada como para persuadir a 30 personas que la van a someter a un análisis riguroso, eso también merece evaluarse positivamente. Lo importante, como señala Lackey, no es tanto que las opiniones tengan orígenes independientes, sino que hayan sido asumidas de manera autónoma, es decir, de manera crítica y sin estar tratando de armonizar con el resto del grupo.

También podría objetarse que el problema del grupo de WhatsApp que he descrito es la falta de diversidad, y que esto se hace evidente en casos menos idealizados. No siempre va a suceder que todos los miembros del grupo tengan una opinión verdadera, o que todos la hayan adoptado críticamente. En el mundo real, sigue la objeción, las personas buscan agradarse unas a otras y tienden a repetir las opiniones de personas cercanas, buscando algo así como un sentido de pertenencia. Los grupos de WhatsApp tienden a ahogar las opiniones contrarias, independientemente de si estas son verdaderas o no. Siguiendo todavía la objeción, la idea es que, si fuera política del grupo estar abierto a opiniones diversas, estarían más vigilantes y así evitarían caer en el dogmatismo.

Pero aquí hay que separar dos cosas. Es cierto que un grupo donde todos los agentes son autónomos es una idealización, pero la pregunta que estamos analizando es si la falta de diversidad de opiniones en sí misma es algo negativo, y yo sostengo que no, pues lo importante es autonomía, y no diversidad. El párrafo anterior describe una situación en la que falta autonomía, por lo tanto, no sirve como contraejemplo a mi postura (que he tomado de Lackey). Y, crucialmente, la diversidad no puede suplantar a la autonomía. Un grupo polarizado tiene diversidad de opiniones, pero esto no lo hace más deseable.

El cliché de la diversidad de opiniones tiene su origen en la noción de que todas las opiniones son equivalentes, pero esto no es así, tal como ha quedado tristemente demostrado en esta pandemia, donde la desinformación ha costado muchas vidas.

[Referencia: Jennifer Lackey, ‘Echo Chambers, Fake News, and Social Epistemology’, En: S. Bernecker, A. Flowerree, y T. Grundmann (Eds), The Epistemology of Fake News, Oxford University Press (2021). DOI: 10.1093/oso/9780198863977.001.0001]
* Manuel Barrantes es profesor de filosofía en California State University Sacramento. Su área de especialización es la filosofía de la ciencia, y sus áreas de competencia incluyen la ética de la tecnología y la filosofía de las matemáticas. Obtuvo su doctorado y maestría en filosofía en la Universidad de Virginia, y su bachillerato y licenciatura en la PUCP.

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Covid-19, WhatsApp

El feminismo es un movimiento que no debe ser visto solo como social, sino también como económico. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la economía de Latinoamérica podría crecer hasta un 22% si lograra cerrar las brechas de género laborales. Esto sería equivalente a 15 años de crecimiento económico en la región.

Aunque en los últimos años nos hemos concentrado en impulsar el crecimiento económico como medida para reducir la pobreza, no hemos notado un factor clave: el feminismo, entendido en esta columna como un movimiento que busca igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, incluyendo igualdad en condiciones laborales, y que juega un rol clave para el desarrollo de cualquier país.

Si vemos los países de la OECD al 2019 (pre- pandemia), no es coincidencia que los países con mayor participación femenina en la fuerza laboral sean a la vez de aquellos con menor pobreza, e ingresos familiares y PBI más altos en el mundo: Canadá, Alemania, Reino Unido, Australia y Japón lideran el ranking con más de 70% de las mujeres entre 15 y 64 años trabajando. Los países de Latinoamérica como Brasil, Argentina y México contaban solo con entre 50% y 60% de mujeres empleadas. En Afganistán, menos de 20% de mujeres contaba con un empleo. Esto se suma a que, en los países en desarrollo, las mujeres son más propensas a acceder a empleos inadecuados, informales y con sueldos por debajo del promedio.

Imaginemos entonces, una realidad en la cual la mitad de la población de un país no pueda trabajar por una terrible desigualdad ante la ley, creada por razones ideológicas: el impacto no es solo social, sino también económico, pues es obvio que, al aprovechar solo a menos de la mitad de su población económicamente activa para generar riqueza (los hombres en edad de trabajar), este país estará en total desventaja al competir contra otros que usan a más del 70%.

En el Perú, las fuerzas conservadoras gobernantes, si bien han levantado la bandera el crecimiento económico, no se han caracterizado por ser especialmente aliadas del feminismo, principalmente por su visión tradicional del rol de la mujer en la familia y su cercanía a la iglesia. Por eso es tan importante que las fuerzas liberales pongamos esta realidad sobre la mesa: crear condiciones para cerrar la brecha de género en el Perú es una pieza clave no solo para el desarrollo social, sino también económico del país.

*Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de las organizaciones a las cuales pertenece.

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BID, feminismo, OECD
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