Opinión

Guillermo Lasso ha utilizado esta medida en un contexto de juicio político sobre un grave caso de corrupción en contra del gobierno que representa, generando suspicacias de encubrimiento sobre lo sucedido. Viéndose debilitado en la instancia legislativa ha recurrido a la muerte cruzada antojadizamente, para evitar cualquier tipo de consecuencia que traería el juicio político por parte de los asambleístas.

En tiempos de polarización constante y crisis políticas permanentes en la región andina, es importante poder reflexionar sobre algunas medidas políticas que puedan servir a mediano plazo para reducir el enfrentamiento entre el ejecutivo y el legislativo. Una de ellas es la muerte cruzada. Claro está con algunas correcciones para evitar lo sucedido en el caso ecuatoriano.

Tags:

Asamblea Constituyente, corrupción, Ecuador, Guillermo Lasso, muerte cruzada

Sin embargo, al parecer también está en juego la Junta Nacional de Justicia, la presidencia del Tribunal Constitucional y la nueva presidencia del Congreso en julio.
Pero, lo más insólito de todo esto, es que la ex presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, cuando estaba la votación en 86 votos, cambia su votación en abstención, dándole así la mayoría a la candidatura de Josué Gutiérrez.

¿Qué está pasando en el Congreso para que personas tan disímiles y partidos tan diferentes lleguen a un acuerdo de esta naturaleza?, la realidad es que los congresistas de nuestro país, están de acuerdo en dar reelección a ellos mismos y teniendo mayoría lo pueden lograr.

Urge en nuestro país una nueva generación de políticos que crean en la meritocracia y que defiendan nuestra constitución para que el futuro de todos los peruanos puedan encauzar en un país moderno global en las próximas décadas …

Tags:

Congreso, Defensoría del Pueblo, Fuerza Popular, Josué Gutiérrez, Ollanta Humala, Pedro Castillo, Perú Libre, Vladimir Cerrón

Y, por supuesto, están las colaboraciones de las que se rodeó Fito Páez, una selección de nombres notables que representan, con su participación, esa atmósfera de camaradería, de hermandad, que siempre ha caracterizado a la música en Argentina (que también está presente entre músicos del Brasil, dispuestos siempre a trabajar unos con otros todo el tiempo). Allí están, por ejemplo, Luis Alberto Spinetta en Pétalo de sal, balada con entrada y salida de tango; Mercedes Sosa y nuestro compatriota, el guitarrista Lucho González en Detrás del muro de los lamentos, marinera peruana con cajón y todo; Andrés Calamaro en Brillante sobre el mic, una de las mejores y menos difundidas del álbum; Celeste Carballo y Fabiana Cantilo en Dos días en la vida, una celebración de la libertad y de escaparse un rato sin dar explicaciones –“dos días en la vida nunca vienen nada mal, de alguna forma de eso se trata vivir”-; Charly García y Andrés Calamaro en La rueda mágica, un homenaje a la decisión de volverse músico (“me fui de casa a tocar rock and roll y no volví nunca más”).

El espíritu positivo con el que Páez desplaza a las oscuridades que lo cercaron durante sus años formativos -muchas de las cuales son retratadas de manera efectiva en la serie, como quedar huérfano de madre siendo muy pequeño, enterarse de la muerte de su padre mientras estaba en otro país, el trágico asesinato de sus abuelas, sus desencuentros con el alcohol y las drogas- se luce en canciones como Brillante sobre el mic -usada en los créditos finales con una polémica detrás, el borrado digital de León Gieco de una foto histórica tomada en 1986 por la fotógrafa Andy Cherniavsky, que hasta ahora nadie explica-; la inspiracional Creo; o el rock de fiesta A rodar mi vida, ideal para saltar y sacudir la mano al estilo de las barras bravas.

Por otro lado, las letras surrealistas en temas como La Verónica, Tráfico por Katmandú o bizarras como en Sasha, Sissí y el círculo de baba y Balada de Donna Helena, que navegan entre música árabe, funk, electropop y hard-rock, nos ponen frente a una creatividad multiforme, cuya onda expansiva alcanzó para sus tres siguientes producciones -Circo Beat (1994), Enemigos íntimos (1988, con Joaquín Sabina) y Abre (1999)-, tras lo cual Fito Páez iniciaría un voluminoso aunque menos impactante camino discográfico que ya lleva acumulados, hasta el momento, más de veinte títulos en lo que va del siglo XXI.

Sus seguidores saben de sobra que, en toda su obra, el elemento autobiográfico es fundamental, con menciones directas al año de su nacimiento –Del 63 (Del 63, 1983)-, a su largo e intenso romance con la Cantilo –Fue amor (Tercer mundo, 1990)-, sus recuerdos de infancia –Mariposa teknicolor, Tema de Piluso (Circo Beat, 1994)-, dedicada a Olmedo y que fuera estrenada, precisamente, en la gira de presentación de El amor después del amor-, sus reflexiones tras la mediática pelea con Joaquín Sabina –Al lado del camino (Abre, 1999)- y tantas otras.

En ese sentido, El amor después del amor contiene tres joyas, referidas a su entonces naciente relación con la actriz Cecilia Roth. Un vestido y un amor es una balada de corte sinfónico en la que relata lo que sintió al conocerla, desde un punto de vista sublimado, que incluso fuera grabada por su amigo y colega, Caetano Veloso. En Tumbas de la gloria hace lo mismo, pero apelando a una melodía densa y lenguaje más ambiguo, con guitarras atmosféricas de Gustavo Cerati en el fondo.

Y está, por supuesto, el tema-título, con su inconfundible introducción y el intenso final con voces y metales en trance de soul, que nos invoca a creer en el amor pero no de forma etérea o imprecisa sino remitiéndonos a su propia experiencia, una interpretación a la que, por cierto, se arriba fácilmente luego de ver la serie, borrando de un plumazo la asociación al mundo homosexual que se le dio en nuestro país tras ser usada como tema central de una película nacional basada en el primer libro de Jaime Bayly (No se lo digas a nadie, Francisco Lombardi, 1998).

Como era de esperarse, la serie ha generado un renovado interés por Fito Páez y su larga trayectoria. Tanto los conocedores del rock argentino como los recién llegados logran conectarse, a través de entrañables canciones -de Charly, de Baglietto, de Spinetta, de Fito- con esa historia de rebeldía, descubrimiento y superación de adversidades que es coronada con un final feliz predecible y genuino a la vez. El artista celebrará los 30 años de lanzamiento de El amor después del amor con una gira que llegará al Perú en septiembre.

Tags:

El amor después del amor, Fito Páez, Música, Netflix, Rock Argentino, Rock en Español

Es un viaje al pasado que ocurre en el futuro. Una máquina que dispara recuerdos como si fueran proyectiles. La representación del tiempo en la narración es problemática: “El enigma continuaba: ¿era ese hombre el mismo que había decretado la Reforma Agraria en 1969 y había confiscado los medios de prensa en 1974? ¿Estábamos en 1978 gracias a un caprichoso giro de la continuidad del tiempo? El general, quien se preciaba de haber inventado aquel prototipo, estaba sereno, en paralelo a lo intrigante que me parecía toda la situación (…) No sabría decirlo con exactitud. Solo puedo dar fe de todo lo que veía a mi alrededor. Por ejemplo, el automóvil llamado Hugo no correspondía a 2017” (pp.52-53).

Resulta revelador incorporar a un personaje como Velasco en la ficción. Más revelador todavía, el efecto de los discursos históricos sobre la percepción de la propia historia. Güich ha logrado con esta breve novela hacernos pensar en la actualidad crispada –y hasta hoy irremediable– del país.

José Güich Rodríguez. El general y la máquina. Lima: Maquinaciones, 2023.

Tags:

El general y la máquina, ficción historiográfica, José Güich, Juan Velasco, Literatura peruana

TRES

Así que me pusieron un rifle en la mano
Me envió a una tierra extranjera
Para ir y matar al hombre amarillo
Nacido en USA.
Nacido en USA.
Vuelve a casa a la refinería
El contratante dice Hijo, si fuera por mí
Born in the USA – Bruce Springsteen

Si pues, puede ser una Oda al Capitalismo. Es cierto. Recordar que en ese tiempo Nike era una empresa pequeña sin mayor relevancia, muy por debajo de Adidas o Puma. El acuerdo, cambio totalmente la forma en que los deportistas negociaban con las empresas. Produciendo una eclosión nunca vista.

Por ende, el Sueño Americano es mostrado como tal. Sin embargo, Social Network de Fincher o The Founder de Hancock, enfatizaban en las costuras raídas y torcidas del referido sueño. Acá, el personaje de Strasser, menciona su fervor por el tema-himno de Springsteen.

  • Me entusiasma la idea de la libertad estadounidense. Pero hoy me concentre en la letra y no habla de la libertad. De ninguna manera. Habla de un tipo que vuelve de Vietnam y no encuentra trabajo. Yo la canto con entusiasmo. Es el concepto equivocado. De hecho, creamos el 80% de nuestro calzado en Corea y Taiwán

Y enfatiza en su cinismo.

  • Sé que debería tener sentimientos encontrados, pero no los tengo.

Es el lado oscuro del American Dream, indudablemente.

Las sabias palabras del CEO cierran la película.

  • Me concentro en mi respiración. Estoy haciendo una meditación de auto perdón. Creo que marcamos un precedente muy peligroso. Ahora todos los deportistas querrán un porcentaje. Luego todos querrán equidad. A la mierda. Si arruinamos el negocio, al menos nos divertimos.

Tenía razón.

Tags:

Air, Ben Affleck, Cine, Matt Damon, Michael Jordan, Nike, pelicula, Phil Knight

Los organismos jurídicos internacionales sobre derechos humanos, los convenios firmados y las alianzas establecidas con otros países nos dan un marco fundamental de regulación. Como nuestros parlamentarios saben de ese marco, buscan agraviarlo. Nos quieren hacer creer que la justicia se resuelve con pena de muerte y que por eso debemos romper con el Pacto de San José de la OEA. Que debemos retirar a los embajadores de los países de la Alianza del Pacífico que nos acusan porque el comunismo nos hundirá en la peor de las pobrezas. Pero no pueden tapar el sol con un dedo, por más que cuenten con la complicidad de la prensa y sus escandaletes mediáticos, con la evidencia compartida en las investigaciones de las autoridades internacionales contamos con una base para detener su desborde legislativo, su autoritarismo de gamonal y su festín de corrupción. Sépanlo bien, no nos vamos a rendir.

Tags:

Alberto Fujimori, Congreso de la República, corrupción, Corte Suprema, derechos humanos, Estado peruano, Pedro Pablo Kuczynski, protesta

Pero vayamos al inicio, cuando el equipo haría su “monumental” ingreso. Como es sabido, desde hace años no hay más hinchadas visitantes debido a múltiples incidentes entre barras como muertes. Aun así ¡no cabía espacio para ni un alfiler ni un alma más! Desde un lateral un telón y desde la popular otro, una camiseta inmensa, la que llevara el equipo en el 2018, año en que ganara de la mano del “Muñeco” Gallardo la final histórica de la Libertadores a Boca en Madrid. Los bombos, las bengalas rojas y blancas como los globos y las banderas, como la albiceleste y los trapos, al son del “River, mi buen amigo”. Los jugadores miraban anonadados. Era un apoteósico recibimiento como es costumbre en cada partido. Y después de un primer tiempo donde tuvo un solo dominador, al equipo local, la gente comenzaba poco a poco a impacientarse. Como mi amigo Manuel Esponja, que no paraba de comerse las uñas. Él me diría: “ojalá que no sea uno de esos superclásicos donde River ataca y ataca y al final faltando pocos minutos, con un contrataque o un córner, Boca hace un gol”. Pero esta vez estaba predestinado que la historia fuera distinta. En el segundo tiempo, el equipo “millonario” seguiría yendo al frente, con un remate al palo y con buenas atajadas de “Chiquito” Romero. Se vislumbraba un 0-0 injusto. Pero en el tiempo adicional, una falta imprudente del lateral izquierdo de Boca, Sández, cambiaría el destino final del partido al dar un penal para River. Que con gran determinación y frialdad el colombiano Borja convertiría en ¡¡¡Gol!!! Desatando el grito sagrado y la euforia máxima entre todos los aficionados, como la de mi compañero Manuel Esponja, que entre conocidos y desconocidos se abrazaban, empapándose de lágrimas. Por primera vez River le ganaba en el último minuto al cuadro “Xeneize”, y eso desataría una celebración única. Pero en eso se armaría un barullo entre los jugadores por un festejo desmedido de Palavecino, que hizo que el partido sobrepasara el centenar de minutos y que a su vez produjera 3 expulsados para cada equipo, como viejos superclásicos. El resultado no cambiaría de resultado y se daría un triunfo histórico para los hinchas de River, que celebraban efervescentemente con Enzo Pérez y los demás jugadores, acompañado del «Tomala vos, damela a mí, el que no salta, murió en Madrid», entre otros cantos.

Posteriormente nos iríamos a festejar al Hall, donde se reúnen los hinchas para continuar con la celebración de un partido importante. Y allí estaría mi entrañable amigo y compañero de viajes, fanático como pocos de River, Bruno Raitzin, junto con los muchachos de Plaza Italia, con los que cantaríamos y saltaríamos hasta quedarnos afónicos. Para luego, como tenía que ser, la fiesta llevarla a otra parte. A un “boliche”, dando el mejor cierre posible a la estadía de Manuel Esponja en el país de la pasión, como haciéndome vivir mi momento más emotivo en el fútbol, y con la cual esta casita de cartón cierra esta memorable columna que indudablemente llevará de recuerdo hasta que tenga que dar su último suspiro y sea enterrado en un cajón, pintado rojo y blanco, como su corazón.

Tags:

Argentina, Boca Juniors, Fútbol, fútbol argentino, Monumental, River Plate

¿Por qué nuestro país está tan desfasado en cuanto a la salud sexual y reproductiva? No solo es necesario que el Estado peruano cuente con una legislación específica sobre las técnicas de reproducción humana asistida y se incluyan como prestaciones básicas, sino también generar conciencia sobre la infertilidad y las acciones preventivas que se pueden tomar. Muchas parejas hoy en día deciden tener su primer hijo pasados los 30 años, y es recién en ese momento que algunas se enteran de las dificultades que tendrán para lograrlo.

A los 25 años la mujer tiene un índice de fertilidad óptimo, por lo que, según especialistas, lo ideal sería empezar a congelar los óvulos a partir de esa edad. Por desgracia, actualmente no se genera conciencia sobre ello, y muchas veces puede llegar a ser muy tarde cuando la mujer decide hacerlo, además de que es un tratamiento bastante costoso y accesible para un porcentaje bastante reducido de la población.

La infertilidad no debería ser un tema tabú y sus tratamientos tampoco deberían ser un bien de lujo. Toda mujer y/o pareja deberían estar informadas sobre esto desde jóvenes, y deberían poder acceder a los tratamientos necesarios de ser el caso. Que el 20% de parejas en nuestro país tengan problemas de fertilidad no es poca cosa, y el Estado debería ponerlo en agenda para que no solo los privilegiados puedan tener una solución a su alcance.

Tags:

España, familia, infertilidad, mujer, Perú, planificación familiar, Seguro de salud, tratamiento de fertilidad

La memoria colectiva del país no puede albergar conmiseración alguna respecto de un sujeto de mala entraña, que entró al poder a saquearlo, sin importarle un comino la buena gestión pública y que, al final, zarandeado por las acusaciones fiscales de corrupción, intentó tomar el camino del autoritarismo golpista, felizmente de modo fallido. El Perú, gracias a sus fuerzas institucionales -incluidas las Fuerzas Armadas-, se libró de seguir el camino de Venezuela o Nicaragua, que era el que pretendía desvergonzadamente Pedro Castillo.

Corresponde hacer pedagogía política y mediática sobre la desventura castillista (los canales harían bien en repetir cuantas veces sea necesario el video del golpe del 7 de diciembre) y que ello sirva para que la población que aún sigue engañada respecto de su figura, se dé cabal cuenta del despropósito y el error de seguirle concediendo alguna virtud a un gobernante malhadado.

Posdata: esta columna, como corresponde, sale de vacaciones un par de semanas, hasta el mes de junio.

La del estribo: notable, superlativa, extraordinaria la puesta en escena de Maquinal, dirigida magistralmente por el cineasta Josué Méndez, con un elenco actoral de primer orden, encabezado por Jely Reátegui. Va en el Centro Cultural de la PUCP hasta el 10 de julio. Y recomiendo ir temprano, de paso que le dedican un tiempo a la también extraordinaria exposición Una mirada al legado de Venancio Shinki.

Tags:

corrupción, Dina Boluarte, memoria colectiva, Ministerio público, Pedro Castillo, protestas sociales
Página 151 de 417 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245 246 247 248 249 250 251 252 253 254 255 256 257 258 259 260 261 262 263 264 265 266 267 268 269 270 271 272 273 274 275 276 277 278 279 280 281 282 283 284 285 286 287 288 289 290 291 292 293 294 295 296 297 298 299 300 301 302 303 304 305 306 307 308 309 310 311 312 313 314 315 316 317 318 319 320 321 322 323 324 325 326 327 328 329 330 331 332 333 334 335 336 337 338 339 340 341 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 357 358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 387 388 389 390 391 392 393 394 395 396 397 398 399 400 401 402 403 404 405 406 407 408 409 410 411 412 413 414 415 416 417
x